La recuperación del mercado laboral durante 2021 se sustentó en ocupaciones laborales informales y precarias, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI.
- El número de ocupados en México al cuarto trimestre del año anterior sumó 56.6 millones, lo que implicó un incremento anual de 3.49 millones, de los cuales 62 por ciento se generaron en la informalidad.
El número de ocupados informales fue 31.6 millones, lo que representó 55.8 por ciento de la población ocupada, y subió en 2.16 millones respecto al mismo lapso de 2020.
- Además, persiste un elevado nivel de precarización del mercado laboral en el país; según los datos del INEGI, 24 por ciento de los ocupados labora en condiciones críticas.
- Del total de ocupados, 13.7 millones perciben hasta un salario mínimo y 19.9 millones –60 por ciento del total– hasta dos salarios.
- Además, el 61 por ciento, 31.6 millones de ocupados, no cuentan con acceso a instituciones de salud.
“La recuperación de los niveles del mercado laboral antes de la pandemia ya se alcanzó, sin embargo, las condiciones de calidad son distintas y se ha concentrando en los rangos de menores salarios e informalidad”, apuntó José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
Señaló que la informalidad sigue siendo el mecanismo, que junto con la migración a Estados Unidos, es la salida para todos aquellos trabajadores que no encuentran un lugar en el mercado laboral formal.
“El avance en la informalidad género un incremento de empleos precarios… que afecta la calidad de vida de las personas”, aseguró Ana Gutiérrez, coordinadora de mercado laboral del IMCO.
Estados del sur con mayor informalidad
La Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur) dio a conocer que los estados de Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Tlaxcala e Hidalgo son las entidades en México que registran mayor informalidad laboral.
- El presidente del organismo, Héctor Tejada Shaar, alertó sobre la expansión «sin freno» del comercio informal en la república mexicana, advirtiendo que la proliferación del mismo supone una amenaza para el comercio formal.
“Manifestamos nuestra profunda preocupación por la proliferación cada vez más frecuente de modalidades de comercio informal en la vía pública como el ambulantaje, que ocupan de manera flagrante áreas destinadas de forma exclusiva al uso público. Este comercio informal e ilegal, pone en peligro la salud, seguridad de consumidores, entre otras consecuencias devastadoras para el bienestar los mexicanos”, apuntó.
- Mediante un comunicado, la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo señaló que, en repetidas ocasiones, las cámaras de diferentes estados han exhortado a las autoridades locales a implementar estrategias eficaces contra los vendedores ambulantes, ya que estos compiten deslealmente con los vendedores formales, además de disminuir los ingresos de millones de familias mexicanas.
“El comercio formal que es el único que cumple con todas las medidas de higiene y seguridad, y tributa al crecimiento económico de México, no puede competir con esta modalidad. Esta inequidad favorecida por las autoridades a través de más presión tributaria y requisitos regulatorios a los negocios legalmente establecidos, propicia que cada vez más comercios formales transiten a la informalidad”, puntualizó Tejada Shaar.
- En este tenor, el presidente de la Concanaco hizo hincapié en que únicamente el comercio formal cumple con las medidas de seguridad e higiene que se requieren en estos momentos, al tiempo que contribuye en el crecimiento económico del país al pagar los debidos impuestos al Estado.
- Asimismo, acusó a las autoridades de propiciar que muchos negocios decidan transitar a la informalidad mediante las presiones tributarias y los requisitos regulatorios que les imponen, situación termina orillando a los establecimientos a dejar la formalidad.
En tanto, utilizando las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Héctor Tejada señaló que, al cuarto trimestre de 2021, 31.6 millones de mexicanos se empleaban en la informalidad, a la vez que expuso que Oaxaca (81.8%), Guerrero (78.8%), Chiapas (73.4%), Tlaxcala (73.3%) e Hidalgo (72%) son los estados que registran las tasas de informalidad más altas en el país
Falta de apoyos orilla a mujeres a la informalidad
La falta de acceso a infraestructura para el cuidado de menores, adultos mayores o enfermos disminuye la participación de mujeres en el ámbito laboral, por lo que se ven en la necesidad de recurrir al sector informal, donde hay más flexibilidad de horarios, de acuerdo con la coordinadora de análisis económico de la organización México, ¿Cómo Vamos?, Adriana García.
- En el mercado laboral mexicano prevalece una participación mayoritaria de varones, ya que de las 56.6 millones de personas con trabajo en el cuarto trimestre de 2021, 34.3 millones son hombres, y tan sólo 22.3 millones son mujeres, según cifras recientes del Inegi.
- De ese universo de mujeres, 12.5 millones están empleadas bajo algún esquema de informalidad, lo que equivale al 56.1% del total de las trabajadoras. Este porcentaje de mujeres en la informalidad es superior a la media nacional de la informalidad para ambos sexos, que es de 55.8%.
Lidia es una joven que desde hace año y medio egresó de la carrera de Pedagogía, pero no ha podido colocarse porque tiene a su cuidado a un menor de dos años. Para disponer de dinero adicional al de su esposo puso un club de tareas en su casa.
Aunque se autoempleó de alguna manera como maestra de niños, no tiene salario ni las prestaciones laborales que recibiría en un empleo formal.
“Sí es difícil ser mujer profesional y madre porque no contamos con las herramientas necesarias para que el ámbito laboral y personal se mezclen. O te dedicas a tu carrera o eres madre. Y en este caso, a lo mejor porque es mi primer hijo, escogí dedicarme a él”, dice.
- La responsabilidad del cuidado de niños, adultos mayores o enfermos en casa casi siempre recae en una mujer, lo que le quita la oportunidad de incorporarse al ámbito laboral formal.
- Adriana García resalta que la informalidad reduce la calidad de vida de las personas, pues además de percibir menores ingresos, se carece de seguridad social y de certeza ante la falta de un contrato laboral.
“México tiene el gran reto de implementar políticas que hagan que más mujeres se sumen a la población económicamente activa”, enfatiza.
Apunta además que la prevalencia de más de la mitad de la población en la informalidad y la baja participación de las mujeres en el ámbito laboral, no son consecuencias de la epidemia de Covid-19, sino del diseño del mercado laboral en México.
Misma enfermedad, distinto grado de avance
Para entender la informalidad en México, hay que dimensionar primero las diferencias regionales, sectoriales, de género y de edad, señaló Jesús Carrillo. Es decir, en todo el país se presenta esta comorbilidad, pero algunos estados la padecen en mayor grado, lo mismo pasa al analizarse el fenómeno por sectores económicos.
“Hubo 25 estados en los cuales más de la mitad de los empleos que se han creado son informales y hay 10 estados en los que el empleo formal ha estado estancado desde el segundo trimestre de 2020 y el segundo trimestre de 2021. Necesitamos atender la informalidad de una manera muy distinta en Mexicali que en Oaxaca, por ejemplo”, indicó.
- En ese tenor, Sofía Ramírez afirmó que en promedio las mujeres destinan 43 horas a la semana labores no remuneradas, lo que dificulta más su acceso a un empleo formal y empuja más a la fuerza laboral femenina al sector informal, que suele ofrecer mayor flexibilidad.
“Como las mujeres demandan cierta flexibilidad para la crianza, la atención a los enfermos, la preparación de alimentos y otras actividades, las mujeres se emplean con mayor frecuencia en un empleo informal y quedan en esta situación de vulnerabilidad”, explicó.
En tanto, Gerson Martínez indicó que la medición de la informalidad y la diferencia entre regiones, sectores y personas en este sector es importante para poder “integrar políticas públicas que tengan en cuenta estas dimensiones. Además, tener en cuenta que no todas las medidas pueden atacar en el corto plazo la informalidad”.
El tratamiento frente el desafío
Los especialistas coincidieron que el tratamiento para atender la informalidad no sólo se limita a la fiscalización, también transita por la atención a las desigualdades y la preparación de la fuerza laboral para la evolución del mercado.
En ese sentido, algunas alternativas que plantearon en el encuentro son:
- Sistema nacional de cuidados, para disminuir el peso de estas actividades en las mujeres y facilitar su incorporación a un empleo formal.
- Mejorar la participación laboral a través de un fortalecimiento de los salarios y la educación.
- Incrementar la productividad, lo que conlleva un aumento de la inversión, mayor infraestructura de tecnologías de la información, mejorar la calidad educativa y la recapacitación para los trabajos del futuro.
- Disminuir el costo de la formalidad, lo que incluye el pago de cuota obrero-patronales.
- Fiscalización de empresas que son formales pero que se están aprovechando de la informalidad.
- Incentivar la formalización a través de la infraestructura pública que ofrezca certidumbre en el estado de derecho.
- Generar mecanismos de afiliación a la seguridad social para trabajadores sin cobertura.
- Formación profesional con el desarrollo de nuevas competencias para transitar del desempleo al empleo y de la informalidad a la formalidad.
- Simplificación tributaria, por ejemplo, concentrar diversos trámites en un esquema de monotributo de contribuciones de seguridad social e impuestos locales.
- Política clara de incentivos a la formalidad para demostrarle a las personas los beneficios de ser formal y la contribución de impuestos, respondiendo preguntas como ¿Qué recibo en materia de servicios públicos? ¿Cómo cambia mi contexto diario al ser formal?
Los especialistas coincidieron en que la informalidad ha sido una válvula de escape ante el desempleo y complicaciones para incorporarse al mercado formal en el contexto de la recuperación tras el impacto inicial de la pandemia, pero en términos generales, es una condición que puede afectar a largo plazo a las personas y a la competitividad del país./Agencias-PUNTOporPUNTO