En 41 días que van de campaña política, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha visitado al menos 25 estados de la República Mexicana; Jose Antonio Meade Kuribreña, 20; Ricardo Anaya Cortés, 18; Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, “El Bronco”, 13 y Margarita Zavala Gómez del Campo, 12, de acuerdo con datos de sus respectivas agendas y sitios oficiales de Internet. ¿Pero qué México han visitado? ¿A dónde los ha llevado su estrategia y dónde están sus centros de acción?
- Los cinco aspirantes presidenciales, en lo general, han celebrado más eventos en la Ciudad de México y el Estado de México que al resto de los estados, ambas entidades cuentan con el botín de electores más grande en todo el territorio nacional (7.6 y 11 millones de electores, cada uno, según el Instituto Nacional Electoral).
- Sin embargo, ninguna entidad se compara con la capital del país, que pareciera ser la base de acción de todos los aspirantes. Juan Luis Hernández Avendaño, director del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana Puebla, y Enrique Toussaint, analista político de la Universidad de Guadalajara (UdeG), explican que “si no se gana el centro [del país], es muy difícil ganar la Presidencia de la República”.
Los especialistas concuerdan en que, aunque somos un país federalista por Constitución, nos comportamos de manera centralista en la práctica. Y en la Ciudad de México, a diferencia de otros estados, convergen poderes fácticos como el empresariado y los medios de comunicación, cuyo eco, “tarde o temprano, termina impactando en la periferia del país”, dijeron Hernández y Toussaint.
- En contraste, los candidatos casi no han visitado el sur de México, lo que, en la opinión de los politólogos consultados por SinEmbargo, refleja “la poca importancia” que se le da, en general, a la situación que se vive “de Puebla hacia el sur del país”.
La razón principal, no obstante, es que se trata de una zona menos poblada, pues como dijo Toussaint, “el 50 o 60 por ciento de la población del país se encuentra en todo el corredor industrial [Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Nuevo León, Puebla, entre otros] y es donde tienen más posibilidad los candidatos de generar votos”.
Cada aspirante presidencial, además, tiene razones propias para concentrarse en otros puntos de la República Mexicana. López Obrador, por ejemplo, no tiene tanta necesidad de ir al sur porque allá es fuerte (inclusive en Chiapas, bastión del Partido Verde Ecologista de México). Y su presencia en esta zona, refirieron los politólogos, también limita la acción de sus oponentes.
Explicaron que en los casos del panista Ricardo Anaya y del abanderado tricolor Jose Antonio Meade, dado que sus respectivos partidos no son tan bienvenidos -salvo quizá en Yucatán y Oaxaca- prefieren concentrarse en otras locaciones. Esto mismo podría aplicar a la independiente Margarita Zavala, quien es ligada (por el electorado) al gobierno de su esposo, el ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Y en el caso de “El Bronco”, sólo tiene presencia fuerte al norte de México. “Es difícil que el PRI y el Frente [Por México] hagan discursos atractivos en zonas que han abandonado por muchas administraciones. Hablamos de las zonas más pauperizadas y abandonadas del país por los gobiernos”, explicó Toussaint.
Y según Hernández, de acuerdo con las encuestas electorales, “El peje” tiene 52 por ciento de la intención del voto en la Circunscripción III (conformada por Campeche, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán). En cambio, Anaya y Meade tienen 14 y 13 puntos porcentuales, cada uno.
Los politólogos consideraron que una falta de incentivos para visitar un estado es también la presencia de un determinado partido en la región. Casos como el de Chiapas y Guanajuato -que no son tan visitados, a pesar de tener un buen número de votantes (3.5 y 4.3 millones de electores, respectivamente)- son paradigmas ad hoc.
El PRIMERO es peleado por Morena y PAN, por lo que Meade casi no le hace caso. El SEGUNDO, en cambio, tiene fuerte presencia panista y la oposición apenas y pasea por ahí. Si a ello añadimos que los estados de la Circunscripción III suponen un total de 11 millones de electores -sin considerar Veracruz, que por sí solo vale seis millones de votos- no hay muchos incentivos electorales para que la oposición del político tabasqueño vaya al sur del país, comentaron.
Ganar estados como el de México o la capital, dan efectos similares. En consecuencia, “es tiempo perdido, es territorio perdido”, señaló Hernández Avendaño, para quien, como en otras partes del mundo, “los candidatos se concentran en los estados más disputados y en aquellos en los que claramente creen que pueden hacer la diferencia […]. Eso explica por qué PAN y PRI dan por perdido el sur”.
- Y también explica por qué los estados de Aguascalientes, Campeche y Colima -que suman 2.1 millones de votantes- no han sido visitados en campaña. O por qué la capital y la entidad mexiquense, además de Jalisco (5.9 millones), Veracruz (5.7 millones), Puebla (4.5 millones) y Nuevo León (3.5 millones) son los más disputados./ CON INFORMACIÓN DE SIN EMBARGO
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