La semana pasada se presentó el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2021 (PPEF 2021), que contempla un gasto neto total de 6 billones 295,736.2 millones de pesos (mdp), representado el 25.2% del PIB. Esta cifra implica una reducción anual real de 0.3% con respecto a lo que se aprobó en el 2020.
El PPEF 2021 señala que estará enfocado en tres objetivos de política económica: ampliar y fortalecer el sistema de salud, promover la recuperación sostenida del empleo y la reactivación económica, así como combatir la desigualdad y sentar las bases ─como cada sexenio se desea hacer─ del desarrollo de largo plazo.
- Al revisar con cuidado la estructura del gasto se puede ver que, del gasto neto total, el 73.4% corresponde al gasto programable y el 26.6% al no programable. Este último rubro experimentó una caída del 4.6% con respecto al 2020 y el programable un incremento del 1.3% a pesar de que, dentro de este rubro, se hicieron reducciones a SHCP, a Trabajo y Previsión Social, a la Oficina de la Presidencia de la República, a Energía y la SRE.
- En lo que respecta al importante tema de la salud, el 30.6% del gasto programable será destinado a seguridad social en el PPEF 2021. Sin embargo, a pesar de que el problema de la pandemia por Covid-19 sigue siendo un tema no superado, el 62% del presupuesto del IMSS será para cubrir las obligaciones del gobierno federal por pensiones y jubilaciones. De lo restante, el 32.2% será para programas de prestación de servicios de salud y el 5.9% para gastos administrativos. Los grandes perdedores serán los proyectos de inversión en salud que verán una reducción del 100% en mantenimiento de infraestructura, en 32.6% los programas de adquisiciones y en 14.6% los proyectos de infraestructura social.
- En el ISSSTE la situación no es diferente, pues los recursos que se destinarán a pensiones y jubilaciones muestran un incremento del 3.7% a tasa anual, mientras que la prestación de servicios públicos se reduciría en 7.4% y los proyectos de inversión en infraestructura de salud caerían en 56.3%, también a tasa anual.
Por su parte, aunque los programas del INSABI concentran el 82.2% del presupuesto del Ramo 12, correspondiente a Salud, es claro que se quedaron cortos con respecto al aumento en el presupuesto del instituto, pues si bien se habían prometido 40 mil mdp, sólo se le asignan 9,538 mdp más.
Lo anterior permite ver tres elementos importantes. El primero es que si bien en el discurso se dice que se buscará fortalecer el sistema de salud no se entiende cómo, en la práctica, se pretende lograr esto a través de la reducción en infraestructura en salud. El segundo es que el PPEF 2021 no da señales de que habrá mayores recursos para combatir la crisis sanitaria en que se encuentra México a causa del Covid-19; finalmente, marca la importancia y la urgencia de una reforma aún más agresiva en el sistema de pensiones que no tenga tintes electoreros, sino que se marque en un esquema de sustentabilidad financiera.
- Esta parquedad en el tema es de resaltarse, sobre todo porque de los 4 billones 618,338.9 mdp que van al gasto programable, 3 billones 168,845.8 mdp serían para el Poder Ejecutivo. Y entre los ramos administrativos que lo componen, el que llevaría el mayor incremento con respecto al Presupuesto de Egresos de la Federación del 2020 (PEF) sería Turismo, con 33,578.9 mdp, seguido por Defensa Nacional, con 18,528.5 mdp. Lo curioso en el caso de Turismo es que si en el PEF 2020 tan sólo tuvo 5,034.5 mdp y ahora, en el PPEF 2021 tendría 38,613.4 mdp, es porque el 94% de este monto, es decir, 36,296.6 mdp serán para el Tren Maya. Y ni qué decir de PEMEX, que concentrará el 11.8% del gasto programable, y donde el 15.6% serán para la refinería de Dos Bocas.
Este PPEF 2021 deja ver que la verdadera prioridad del gobierno federal no es el fortalecimiento del sistema de salud ante la crisis actual, sino el mantenimiento, a toda costa, de los programas insignia de la administración actual.
A DETALLE
El PPEF 2021 señala que una de las tres prioridades de la política pública será fortalecer el sistema de salud. Sin embargo, no será fácil de lograr cuando prácticamente se ha recortado la capacidad del IMSS y ISSSTE para invertir en infraestructura de salud. Esto toma una particular relevancia ante la crisis por Covid-19.
Esta reducción en infraestructura para salud al parecer es necesaria para continuar con los programas insignia del gobierno federal. Un ejemplo es el Tren Maya, que se llevará el 94% del presupuesto destinado al Ramo 21, al cual, a su vez, se le dio el mayor incremento en el PPEF 2021, con 33,578.9 mdp, lo que implica un aumento real de 666.98%.
PENSIONES, UN LASTRE
El siguiente año, el IMSS ejercerá 540 mil 803 millones de pesos en el pago de pensiones y jubilaciones y el ISSSTE erogará 260 mil 632 millones de pesos en el mismo concepto, revelan cifras del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2021.
- Estos montos implican que el 60% del presupuesto total del IMSS y el 70% del total del ISSSTE para el próximo año ya se encuentran comprometidos para el pago de pensiones y jubilaciones.
Por esta razón, las funciones sustantivas de estos institutos, que son la prestación de servicios de salud y de seguridad social a los derechohabientes a través del gasto en la nómina de personal médico y administrativo, gasto operativo y compra de insumos médicos, y la inversión en infraestructura, las tendrán que realizar con sólo cuatro de cada 10 pesos de su presupuesto para el caso del IMSS, y con tres de cada 10 pesos en el caso del ISSSTE.
Según Hacienda, en 2021 el presupuesto en pensiones del IMSS crecerá en 11.5% en términos reales, y el del ISSSTE lo hará en 3.8% real.
- Cabe resaltar que en 1995, año desde cuando Hacienda tiene registros, las pensiones apenas representaban 33% del gasto del IMSS y 45% del gasto del ISSSTE, proporciones que han ido creciendo paulatinamente hasta llegar a los actuales 60 y 70%.
En 2021, el sector público federal pagará más de un billón de pesos en pensiones y jubilaciones, cifra que representará el 23% del gasto en proveer bienes y servicios.
ENGAÑOSO “AUMENTO” A SALUD
El Centro de Investigación Económica y Presupuestal (CIEP), especializado en gasto público, alertó sobre lo artificial que resultan los incrementos al rubro salud en el proyecto de presupuesto de 2021.
- Por ejemplo, el presupuesto destinado al Ramo 12 de Salud, plantea un incremento de 9.1% al pasar de 133 mil 246 millones de pesos este año, a 145 mil 414 millones para el próximo. Sin embargo, Judith Senyacen Méndez, coordinadora de Salud y Finanzas Públicas del CIEP, advierte que este aumento es engañoso, pues se debe a que la Secretaría de Hacienda le trasladó a la Secretaría de Salud el manejo del Fondo de Salud para Bienestar, que es un fideicomiso para gastos catastróficos, equivalente a 33 mil millones de pesos.
Según Méndez, el incremento en el presupuesto de la Secretaría de Salud no es por 33 mil millones de pesos, sino de 12 mil 168, lo que pone en evidencia que hubo recortes en programas de salud, a pesar de la pandemia.
Entre las áreas afectadas están la Dirección General de Planeación y Desarrollo en Salud (-6 mil 368 millones de pesos), el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (-601 millones), el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (-37 millones) y el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (-8 millones).
En plena pandemia de Covid-19, el gobierno federal propone quitarle recursos a dos rubros clave para la salud pública: vigilancia epidemiológica y control de enfermedades.
- El Proyecto de Presupuesto para 2021 enviado ayer por la Secretaría de Hacienda a la Cámara de Diputados plantea un recorte de 517 millones de pesos al programa de Prevención y Control de Enfermedades, que es administrado por la Secretaría de Salud, el IMSS y el ISSSTE.
Durante sus conferencias nocturnas, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, ha sido enfático al señalar que México es el cuarto país del mundo con más muertes por coronavirus debido a la elevada prevalencia de enfermedades como diabetes e hipertensión, entre otras.
Sin embargo, desde el punto de vista presupuestario, el gobierno no tiene interés en reforzar el control de padecimiento, pues de 13 mil 077 millones de pesos canalizados para este rubro en 2020, para el año próximo propone que sean 12 mil 561, lo que equivale a una reducción de 4% en términos reales.
- De concretarse el proyecto, la institución más afectada sería el ISSSTE, pues de 5 mil 477 millones etiquetados para prevención y control de enfermedades en 2020, pasaría a 5 mil 017, una merma de 460 millones de pesos.
- En segundo lugar está el IMSS, que pasaría de 7 mil 048 a 7 mil 002 millones de pesos, una baja de 46 millones. Finalmente, la Secretaría de Salud pasaría de 552 a 541 millones, una reducción de 11 millones.
Una de las lecciones de la pandemia por el virus SARS-CoV-2 es que fallaron las predicciones sobre volumen de personas enfermas, número de fallecimientos y picos de contagio, lo que puso al descubierto deficiencias en el sistema de vigilancia epidemiológica.
Sin embargo, en el proyecto de presupuesto para 2021 no se percibe algún afán por reforzar esa área del sistema de salud, ya que el Programa de Vigilancia Epidemiológica sufriría un recorte de un millón de pesos, al pasar de 551 millones de pesos en 2020 a 550 millones el próximo año.
De acuerdo con Judith Senyacen Méndez, coordinadora de Salud y Finanzas Públicas del Centro de Investigación Económica y Presupuestal (CIEP), el proyecto del presupuesto 2021 no está acorde con el tamaño de la emergencia sanitaria que causó la Covid-19, ni muestra un afán por solventar las deficiencias del sistema de salud.
“Para todo el sistema de salud del país se tiene un total de 692 mil 430 millones de pesos, lo que representa un incremento de 1.87% respecto a lo aprobado en 2020 sin pandemia. Yo creo que son aumentos insuficientes para atender el incremento que habrá de población que se necesitará atender el próximo año”, dijo la especialista.
Ciencia y personal, olvidos históricos del sector salud
Por otra parte, la pandemia ocasionada por el SARS-CoV-2 ha movilizado a todo el mundo, y en México la situación actual de la COVID-19 refleja que el país no está en condiciones adecuadas para reaccionar ante una emergencia de salud como la actual.
Para lograrlo es necesaria una inversión sostenida, sustancial y comprometida en ciencia, tecnología e innovación y personal, así como el fomento de la interacción productiva y virtuosa con el sector empresarial y social de nuestro país, sostuvo Octavio Tonatiuh Ramírez Reivich, director del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM.
- El investigador señaló que “pareciera que no aprendimos la lección (con la pandemia por influenza AH1N1 de 2009), nos volvemos a tropezar con la misma piedra y caímos en un agujero. Esperemos que la COVID-19 nos sacuda como país de manera positiva, es decir, qué lecciones vamos a aprender para poder estar mejor preparados en el futuro”.
- Declaró que pese a los recortes presupuestales, en el país existen varios grupos de investigadores que se encuentran trabajando de manera muy activa en varios proyectos científicos para combatir la COVID-19, desde el desarrollo de pruebas para detectar la enfermedad, vacunas, desarrollo de insumos, etcétera.
“Actualmente se busca desarrollar una terapia serológica para pacientes con COVID-19, queremos contar con un anticuerpo monoclonal recombinante específico y neutralizante para SARS-CoV-2 para ser utilizado en el tratamiento de pacientes con coronavirus o para la prevención de la enfermedad en personal de salud”.
Por su parte, José Luis Alomía Zegarra, director general de Epidemiologia de la Secretaría de Salud federal, declaró que entre los olvidos históricos del sector sanitario en México, es la falta de personal en muchos rubros médicos.
- Recordó el déficit de profesionales de la salud en México equivale a poco más de 240 mil hombres y mujeres preparados en diversas especialidades médicas, situación que por emergencia y atender la COVID-19 conllevó a la contratación de 50 mil trabajadores de la salud, que se confirmó que permanecerán en sus plazas laborales tras la pandemia.
“Es el primer paso al mediano plazo e ir remediando los atrasos de personal médico. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que a nivel global se requerirán 6 millones de enfermeras y enfermeros para atender la salud la siguiente década; por ello, como país debemos trabajar en el tema”, dijo.
Ejemplificó que la Secretaría de Salud, el CONACYT, y el INSABI, duplicarán las becas de especialización en el país como en el extranjero para preparar a especialistas médicos al futuro cercano./Agencias-PUNTOporPUNTO