En México, una contrarreforma petrolera orientada a fortalecer al otrora monopolio estatal, Petróleos Mexicanos (Pemex), a través de reformular su mandato y ajustar su marco regulatorio podría estar en el horizonte.
Seguir ese camino implicaría, entre otras acciones, sacar a la estatal del presupuesto federal, eliminar las asimetrías regulatorias que se le impusieron con la reforma del 2013-2014, devolverle el mandato de garantizar la seguridad energética del país y suspender las subastas petroleras y farmouts cuando menos dos años hasta que la estatal se redefina.
- Se trata de los planteamientos postulados por Fluvio Ruiz, quien, según fuentes cercanas al gobierno de transición de Andrés Manuel López Obrador, será designado como próximo director de Pemex Exploración y Producción, la subsidiaria más grande y rentable de Pemex.
- Implementar dichos principios implicaría, si no una nueva reforma constitucional, sí la modificación de un puñado de artículos de la Ley de Hidrocarburos (el 4, 6, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 20, 21, 28, 42, 95, 100 y 117) apenas reformada en el 2014.
- En la presentación “Elementos para un programa de gobierno”, que Ruiz Alarcón presentó en el ITAM hace unos días a título de experto en el sector sin tener todavía ningún cargo oficial, propone suspender indefinidamente las licitaciones internacionales de contratos de exploración y explotación y con ello revisar los procesos de adjudicación y la legalidad de los contratos otorgados, en particular, de los contratos de licencia en los que, contraviniendo a la ley, sostuvo, no se solicitó un bono a la firma.
- Para fortalecer a la estatal, considera que también se debe indemnizar a Pemex por las inversiones que realizó en las áreas que no le fueron asignadas en la Ronda Cero.
- El sexto transitorio de la reforma constitucional del 2013 determina que, en caso de ser afectadas las inversiones realizadas de Pemex, “éstas serán reconocidas en su justo valor económico en los términos que para tal efecto disponga la Secretaría del ramo en materia de Energía”. Desde el 2015, se anunció la valoración de dichos activos sin que se hasta el momento se haya pagado a la estatal por los mismos.
Además de eliminar las asimetrías regulatorias a las que está sujeta Pemex, a lo largo de todas las cadenas de valor de los hidrocarburos tales como la comercialización, transporte y almacenamiento de todos los petrolíferos, el plan sugiere dotar a la empresa productiva de plena autonomía presupuestal y de gestión. Ello implica sacarla del Presupuesto de Egresos de la Federación, que es una discusión que Fluvio Ruiz ha planteado desde su participación en el Consejo de Administración en la estatal antes de la reforma. /EL ECONOMISTA