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La protección de la maternidad con frecuencia es percibida como una carga económica que coloca a las empresas en una situación de desventaja competitiva, sobre todo las pequeñas y medianas empresas (Pyme), percepción que debe ser cambiada, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
A decir de la especialista de la OIT, Laura Addati, la protección de la maternidad y las medidas de conciliación entre la vida laboral y familiar pueden tener repercusiones positivas para las Pyme.
De acuerdo con la experta, con una protección de la maternidad adecuada y medidas que concilien la vida laboral y familiar, es más probable que el personal de estas empresas permanezcan en las mismas, lo que significa un ahorro en los costos de contratación, además el absentismo (faltas intencionales) también disminuye cuando las y los empleados se sienten más comprometidos y motivados.
Addati dijo que para que la maternidad y la paternidad se conviertan en un hecho normal en la vida de las empresas, es necesario el impulso de nuevas políticas que tomen en cuenta las características y necesidades específicas de las Pyme.
Las nuevas disposiciones deberían incluir leyes y políticas nacionales dirigidas a la protección de la maternidad y conciliar la vida laboral y familiar con un costo mínimo, junto a medidas de apoyo específicas para el personal, destacó la integrante de la OIT.
La especialista aseguró que las organizaciones de empleadores y de trabajadores tienen un papel importante que desempeñar al informar a sus miembros sobre sus derechos y responsabilidades, además se debe ofrecer información, difundir buenas prácticas y medir el incremento de la productividad.
Un estudio de la OIT muestra que algunas medidas de protección a la maternidad pueden ser implementadas con un pequeño o ningún gasto, como el apoyo a la lactancia materna en el lugar de trabajo.
Finalmente, Addati destacó que son necesarias más y mejores investigaciones sobre los efectos de las medidas de protección de la maternidad en las Pyme, en particular en los países en desarrollo, donde un gran número de estas empresas operan en la economía informal y la mayoría de mujeres carece de protección a la maternidad.