En las últimas semanas de 2024, varios bancos estadounidenses abandonaron la Net-Zero Banking Alliance, entre los que se encuentran Goldman Sachs, Wells Fargo, Citi, Bank of America y Morgan Stanley. Recientemente, el lunes 7 de enero, se ha unido a ellos JPMorgan, siendo el último prestamista en sumarse a la retirada de la mayor coalición climática del sector.
- Ninguno de ellos ha dado una razón clara del motivo del abandono. De hecho, desde JPMorgan han puntualizado en un comunicado: “Seguiremos trabajando de forma independiente para promover los intereses de nuestra empresa […] seguiremos centrados en soluciones pragmáticas para ayudar a promover tecnologías bajas en carbono al tiempo que avanzamos en la seguridad energética».
Sin embargo, desde varios medios han señalado que esto ocurre después de meses de presión por parte de algunos políticos republicanos. De hecho, el principal regulador financiero de la Reserva Federal, Michael Barr, ha expresado en un comunicado que renunciará el próximo mes, evitando una posible confrontación con el gobierno entrante de Trump y los republicanos en el Senado.
Escrutinio republicano
Ante la inminente llegada de Trump al poder, desde el Financial Times han recogido como los bancos han denunciado como estos grupos de presión republicanos les han acusado de boicotear a empresas de combustibles fósiles.
- Además, los republicanos han intensificado sus críticas contra políticas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), argumentando que estas prácticas infringen las leyes antimonopolio y limitan deliberadamente el acceso al suministro de combustibles fósiles.
Las instituciones financieras se encuentran en una situación compleja, donde deberán buscar un equilibrio entre las críticas conservadoras en EE.UU. con las exigencias de inversores y clientes progresistas que demandan financiamiento verde para la transición energética.
¿Seguirán financiado?
A pesar de abandonar la NZBA, algunas instituciones financieras seguirán promoviendo productos financieros verdes. Un ejemplo es el caso de Bank of America, que estructuró un acuerdo de 1.000 millones de dólares para refinanciar la deuda de Ecuador, y Citi, que asesoró sobre emisiones de bonos azules para la conservación marina. Por su parte, gestores activos como BlackRock y Vanguard han ofrecido opciones tanto pro-ESG como anti-ESG, para que los inversores puedan dirigir sus preferencias.
¿Qué pasará con sus inversiones en la UE?
- Las regulaciones en la UE son cada vez más rigurosas respecto a los riesgos climáticos en las cuentas anuales de las empresas. Por ese motivo, algunos bancos han argumentado que abandonar la NZBA les permitirá concentrarse en cumplir con la normativa europea, como es el caso de Goldman Sachs.
Tendiendo puentes con la nuclear
El abandono de la NZBA por parte de los principales bancos estadounidenses ilustra las tensiones entre las demandas políticas. Sin embargo, en este contexto, la energía nuclear puede convertirse en el camino hacia la transición energética por la necesidad de fuentes para la fuerte creciente demanda de electricidad, como la que requieren los centros de datos. De hecho, grandes bancos mundiales tienen la mirada puesta en esta energía para garantizar la seguridad energética a largo plazo.
La decisión de los grandes bancos de abandonar la Net-Zero Banking Alliance se enmarca en un momento complejo, donde las tensiones políticas y económicas se entrelazan con un cambio cultural profundo.
Al igual que en los Globos de Oro, donde las prendas más éticas y sostenibles marcaron la pauta, el sector financiero también sabe que la sostenibilidad no es una tendencia pasajera, sino un movimiento que está transformando la forma en que operan las industrias. Con la llegada de Trump a la presidencia en las próximas semanas, el rumbo de esta situación queda aún en el aire.
BlackRock se suma
La guerra contra las finanzas verdes la va ganando Donald Trump. La mayor gestora de activos del mundo, BlackRock— con 11,13 billones de euros bajo gestión —, ha abandonado el Net Zero Asset Managers Initiative (NZAMI), un grupo internacional de gestores de activos comprometidos con el objetivo de alcanzar emisiones de gases de efecto invernadero iguales a cero para 2050 o antes, que llegó a agrupar 55,78 billones de euros bajo gestión.
- Su decisión se produce a escasos días de que Trump se convierta en el nuevo presidente estadounidense y después de que los seis mayores bancos estadounidenses, JPMorgan, Citigroup, Bank of America, Morgan Stanley, Wells Fargo y Goldman Sachs, realizaran un movimiento similar.
- BlackRock ha tomado esta decisión tras ser objeto de críticas y persecuciones judiciales por parte de políticos republicanos y un mayor escrutinio regulatorio en los esfuerzos por mitigar el cambio climático.
- Formar parte de este grupo “causó confusión respecto a las prácticas de BlackRock y nos sometió a investigaciones legales por parte de varios funcionarios públicos”, aseguró el vicepresidente de la gestora, Philipp Hildebrand, en una carta este jueves. Eso sí, añadió que “la salida no cambia la forma en que desarrollamos productos y soluciones para los clientes, ni cómo gestionamos sus carteras”.
La firma con sede en Nueva York ha sido blanco de ataques por parte de legisladores del Partido Republicano, que acusan a la empresa de adoptar políticas woke (término peyorativo que se asocia con movimientos progresistas).
De hecho, BlackRock fue una de las gestoras de activos demandadas, junto a Vanguard y State Street, por el Estado de Texas, que alega violaciones de las leyes antimonopolio por la adopción de estrategias de sostenibilidad que limitan la producción de carbón. Vanguard, la segunda gestora más grande ligada a esta iniciativa optó por abandonarla ya en 2022, mientras que State Street sigue siendo miembro. Pero el gigante de la renta fija, Pimco, y la división de gestión de activos de Goldman Sachs nunca se llegaron a incorporar a esta iniciativa.
En el caso de los bancos, el goteo de salidas de la Net Zero Banking Alliance (NZBA) se ha visto acelerado desde septiembre con la salida de Goldman Sachs, Wells Fargo, Citigroup, Bank of America, Morgan Stanley y JP Morgan. A esto se suma la salida o la reducción de su vinculación con el Climate Action 100+, la mayor iniciativa de grupos de inversión y grandes empresas para la reducción de emisiones y la lucha contra el calentamiento global, de JP Morgan, BlackRock, State Street y Pimco, que suman billones de dólares en activos bajo gestión.
- Se trata de unos movimientos que han sido interpretados como el deseo de Wall Street de protegerse de la creciente presión política que significa el segundo aterrizaje de Donald Trump a la Casa Blanca. De hecho, justo a principios de esta semana, el fiscal general de Texas, Ken Paxton, retiró su amenaza de cortar los acuerdos de bonos municipales con los prestamistas después de que abandonaran la NZBA.
- Desde que en 2020 BlackRock adoptara la postura de que “el riesgo climático es riesgo de inversión”, la gestora ha sido objeto de ataques constantes por parte de políticos conservadores en Estados Unidos. Una circunstancia que no ha evitado que al mismo tiempo diferentes grupos progresistas se muestren cada vez más críticos con la postura de BlackRock de que el máximo rendimiento financiero para sus clientes debe ser la prioridad, sacrificando criterios ambientales.
Es decir, la sostenibilidad no se promueve activamente, a menos que los inversores soliciten específicamente priorizarla en sus estrategias de inversión. El apoyo de BlackRock a las propuestas de los accionistas en cuestiones ambientales y sociales ha caído de forma drástica en las últimas temporadas de junta de accionistas, desde el 47% registrado en 2021 a solo el 4% en 2024.
BlackRock ha intentado en ocasiones de encontrar un equilibrio en este tema, en parte porque también tiene un gran grupo de clientes en Europa que desean un progreso más rápido en la lucha contra el cambio climático. El año pasado, adoptó una postura intermedia en el Climate Action 100+. El gigante abandonó el grupo como entidad global en junio de 2023, pero dejó su brazo internacional (BlackRock International), más pequeño, como miembro.
¿Dónde dejan la Net-Zero Banking Alliance las salidas de grandes nombres de EE. UU.?
Fundada en 2021, la NZBA requiere que los bancos miembros establezcan objetivos de reducción de emisiones basados en la ciencia y alineados con los escenarios de 1,5 °C bajo el acuerdo climático de París para los sectores más contaminantes.
- El éxodo comenzó el 6 de diciembre con Goldman Sachs, y ese mismo mes siguieron Wells Fargo, Citi y Bank of America. Morgan Stanley y JPMorgan Chase anunciaron su marcha a principios de enero.
JPMorgan, el banco más grande de Estados Unidos por activos, recientemente se negó a comentar si seguiría los pasos de sus pares estadounidenses y abandonaría la NZBA, lo que finalmente hizo el 7 de enero. Se había especulado sobre la posibilidad de que pronto cediera ante la creciente presión de los miembros de la administración entrante de Trump y los estados republicanos que han amenazado con demandas antimonopolio y boicoteado a los bancos y firmas de inversión estadounidenses que han hecho compromisos climáticos en el marco de la Alianza Financiera de Glasgow para el Cero Neto, de la que forma parte la NZBA.
En diciembre, el fiscal general de Texas presentó una demanda en un tribunal federal contra las firmas de inversión BlackRock, Vanguard y State Street, alegando que están “conspirando para restringir artificialmente el mercado del carbón a través de prácticas comerciales anticompetitivas”.
¿Por qué los bancos estadounidenses decidieron abandonar la NZBA?
Patrick McCully, analista sénior de la organización francesa sin fines de lucro Reclaim Finance, que se dedica a combatir el cambio climático, afirma que las salidas son una medida preventiva antes de la investidura de Trump, en medio de crecientes temores de que Trump y sus partidarios los presionen.
«No quieren ser objeto de críticas en las redes sociales y sus directores ejecutivos no quieren que les griten en los comités del Congreso. No creo que se trate realmente de amenazas antimonopolio, ya que los bancos ya han enfrentado estas amenazas durante varios años», afirma.
- El hecho de que los bancos estadounidenses hayan dicho muy poco sobre su salida de la NZBA “dice mucho”, según Hetal Patel, jefe de investigación de inversiones sostenibles en la firma británica de ahorro y jubilación Phoenix Group.
- “Normalmente, cuando se hace un cambio importante, se le explica al mercado por qué se está haciendo”, dice, señalando que los grandes bancos estadounidenses pueden ver la dirección en la que “sopla el viento” con la administración entrante de Trump.
“Por lo tanto, es probable que hayan tomado la decisión de ser vistos lo más neutrales posible”.
¿Podrían otros miembros de NZBA fuera de EE.UU. abandonar también la alianza?
McCully dice que, dado que los bancos estadounidenses están votando con los pies, Trump y sus partidarios también podrían dirigir su atención a los bancos no estadounidenses, amenazando sus negocios en el país si continúan boicoteando los combustibles fósiles.
“Esto podría llevarlos a abandonar también la NZBA. Pero el único banco extranjero que se me ocurre que tenga un perfil público aquí es [el banco canadiense] TD, así que sospecho que eso no sucederá”, dice, al tiempo que señala la inherente imprevisibilidad de la agenda política de Trump en el futuro.
- Los bancos europeos, que constituyen la mayor parte de los 142 miembros restantes de la NZBA, se han unido hasta ahora para apoyar la alianza. Un banco familiarizado con el asunto dice que el sentimiento predominante entre los bancos de Europa es que la alianza «aún puede mantenerse».
- En una declaración enviada por correo electrónico, Standard Chartered, que presidió la NZBA hasta el año pasado, dice que no tiene intención de abandonar la NZBA y afirma que «este no es un tema que estemos debatiendo».
El banco holandés ING afirma que mantiene su compromiso y valora la colaboración con sus colegas de la alianza, que le ayuda a apoyar la transición a cero emisiones netas, establecer objetivos específicos para cada sector y “[crear] más impacto”.
- Con los bancos estadounidenses fuera del panorama, se espera que los bancos europeos, que están sujetos a regulaciones climáticas más estrictas de la UE , desempeñen un “papel más proactivo” dentro de la alianza para impulsar la coordinación global en la gestión de los riesgos financieros relacionados con el clima.
Si bien los bancos estadounidenses se están retirando, en general, la alianza vio a más signatarios unirse el año pasado con nuevos miembros provenientes de Australia, Italia, Grecia, el Reino Unido y Noruega, según el miembro de NZBA Triodos Bank, y un portavoz señaló que su membresía se ha más que triplicado en los últimos cuatro años.
“Mientras no veamos una politización continua de los criterios ESG y la agenda climática extendiéndose [fuera de EE. UU.], espero que la NZBA siga creciendo en Europa, pero más en Asia, donde hay una creciente adopción”, dice Patel.
¿Se debilita o fortalece la NZBA?
Kevin Leung, analista de finanzas sostenibles del Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero, afirma que el papel de la NZBA en el desarrollo de normas armonizadas y marcos de acción sigue siendo crucial. “También se alinea con las crecientes expectativas de los inversores de que los bancos demuestren medidas claras y mensurables para apoyar los objetivos climáticos”.
- Sin embargo, con la retirada de algunos de los mayores bancos y financiadores de combustibles fósiles del mundo, ¿cuánta influencia puede ejercer realmente la NZBA para ayudar a impulsar la transición climática? Si bien no es un “golpe de gracia”, Patel dice que las salidas significan que la alianza está “desafortunadamente debilitada”.
Si bien otras alianzas climáticas voluntarias bajo Gfanz, como la Net-Zero Insurance Alliance, ya se han desmoronado tras las críticas de los funcionarios republicanos, la NZBA es «una de las iniciativas climáticas «más sólidas» en los servicios financieros, según un representante de un banco multinacional que es miembro de la alianza.
- Sin embargo, eso podría cambiar si los bancos europeos deciden que la alianza ya no es útil. «No tengo la sensación de que eso esté sucediendo en absoluto», dijo el representante a The Banker. Sin embargo, a partir de conversaciones con instituciones similares, predijeron que es probable que las instituciones del Reino Unido sean «menos expresivas», mientras que «el apoyo más explícito» provendrá de Europa continental.
- Según el representante, el grupo directivo de la NZBA se reunirá esta semana y está esperando a ver si los republicanos están satisfechos con que los bancos con sede en Estados Unidos abandonen la alianza. “Si se convierte en un objetivo más político fuera de Estados Unidos, eso sería preocupante”, afirma el banco.
Con la desaparición de la mayoría de los grandes bancos estadounidenses, algunos dicen que esto podría incluso fortalecer la alianza.
“Si los actores recalcitrantes ya no están en el grupo, espero que la iniciativa pueda ser más ambiciosa y garantizar que sus miembros hagan lo que se requiere para alinear todas las actividades financieras con los objetivos climáticos”, dice Will van de Pol, director ejecutivo del grupo australiano de defensa de los accionistas, Market Forces.
- En privado, los bancos europeos se quejaron de que la NZBA estaba siendo frenada por los bancos estadounidenses que llevaban abogados a las reuniones para evitar que saliera algo que pareciera “anticombustibles fósiles” que pudiera tener implicaciones antimonopolio, según McCully de Reclaim Finance. La NZBA se ha negado a hacer comentarios sobre la salida de los bancos estadounidenses de la alianza.
Sin embargo, no está del todo claro que los bancos europeos presionen para que se adopten posturas más firmes en materia climática, añade McCully. “Otros grandes financiadores de combustibles fósiles, como los canadienses o los japoneses, podrían simplemente reemplazar a Estados Unidos como bloqueadores de una acción más enérgica”, sostiene.
¿Salida de los bancos pone en peligro la transición climática?
A pesar de abandonar la NZBA, los bancos estadounidenses afirman que su compromiso con el cero neto no ha cambiado. “Nuestro objetivo es contribuir a la descarbonización de la economía real proporcionando a nuestros clientes el asesoramiento y el capital necesarios para transformar los modelos de negocio y reducir la intensidad del carbono”, afirmó Morgan Stanley en un comunicado.
- Citi y Bank of America abandonaron la NZBA, pero siguen formando parte del grupo de directores de Gfanz, que establece su dirección estratégica. Gfanz dijo en un comunicado que “trabajará con empresas que apoyen el objetivo de movilizar capital para la transición, y que no se requiere la membresía en una de las alianzas sectoriales para participar”.
- Sin embargo, Jeanne Martin, directora del programa bancario del grupo de defensa de los accionistas europeos ShareAction, dice que Gfanz y sus subalianzas deberían reafirmar el requisito de alinearse con el acuerdo de París y garantizar que sus miembros no solo movilicen capital para la transición a la economía real, sino también “eliminen gradualmente” los combustibles fósiles.
Nneka Chike-Obi, responsable de calificaciones e investigación ESG en Asia-Pacífico de Sustainable Fitch, afirma que abandonar la NZBA no afectaría a su evaluación de las calificaciones ESG de los bancos, pero si eso lleva a un cambio en la calidad o la naturaleza de las divulgaciones relacionadas con el clima, evaluaría esos cambios específicos.
Los bancos estadounidenses no necesariamente van a empezar a invertir dinero en la industria del petróleo y el gas, porque han abandonado la NZBA, dice McCully. “Probablemente todavía piensen que algunos proyectos de petróleo y gas son malas apuestas. Lo que hay que tener en cuenta es si debilitan sus objetivos [de reducción de emisiones] en sus informes anuales”./Agencias-PUNTOporPUNTO