AGENCIAS
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, llamó a México a mantener la «serenidad», «unidad» y valentía para encontrar la «luz al final del túnel» y «recuperar la paz y la seguridad».
En una entrevista publicada hoy por el diario mexicano El Universal, Santos recordó que en Colombia muchas veces estuvieron a «punto de tirar la toalla» ante un conflicto armado que ha durado medio siglo y dejado miles de muertos.
«Pero perseveramos y triunfamos. Por eso yo le diría al pueblo mexicano, que es un pueblo magnífico y al que queremos mucho en Colombia, que persevere», apuntó en momentos en que México vive una profunda crisis por la desaparición de 43 estudiantes en septiembre pasado a manos de policías y miembros del crimen organizado.
«Estoy seguro que pueden recuperar la paz y la seguridad desde la unidad y la serenidad. Pueden lograrlo. Simplemente es una cuestión de saber unir fuerzas. De apelar a la voluntad de los líderes políticos buenos. Que estén dispuestos a sumar fuerzas en favor de ese objetivo», afirmó.
El presidente colombiano destacó la importancia de «no tener miedo», de «ser perseverantes y también muy valientes».
«Cuando hay una sociedad que está unida y resuelta, (…) siempre podrá encontrar esa luz al final del túnel», dijo tras recordar los «momentos muy difíciles» que vivió su país, en los que líderes, periodistas, jueces y policías perdieron la vida.
Santos consideró «muy difícil opinar sobre los asuntos internos de México» porque le tiene «un gran aprecio» a su colega, Enrique Peña Nieto, quien -aseguró- «ha tenido la valentía de acometer unas reformas muy necesarias» en su país.
«En esto de la seguridad, muchas veces la gente tiende a culpar a las personas que no son las responsables directas del daño ocasionado. Cuando los verdaderos enemigos son los criminales. Creo que en eso tendría que haber más claridad», añadió.
Peña Nieto ha sido muy criticado no solo porque su Gobierno se tardó ocho días en asumir la investigación de la desaparición de los jóvenes en Iguala, sino porque salió de gira al exterior en plena crisis por un caso que ha generado numerosas protestas y revelado la infiltración del crimen organizado en las esferas políticas.
La noche del 26 de septiembre policías locales detuvieron a 43 estudiantes y los entregaron a miembros del cártel Guerreros Unidos, tras una serie de ataques a tiros presuntamente ordenados por el entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca, en los que murieron seis personas.
Tres miembros de ese grupo criminal confesaron haber asesinado e incinerado a los alumnos para desaparecer su rastro, luego de recibir la orden de su jefe, Sidronio Casarrubias, quien creyó que eran integrantes del cártel rival de Los Rojos.
La fiscalía mexicana, que ha detenido a 76 personas por este caso -entre ellos Abarca y Casarrubias- mantiene a los jóvenes bajo el estatus legal de desaparecidos hasta que pruebas genéticas a los restos hallados confirmen que se trata de ellos.