El precio de los alimentos básicos, que no tienen sustitutos en la mesa de los mexicanos, ‘se aperraron’ y no bajan, por más que la inflación general sume varios meses con descensos consecutivos, desde el arranque de 2023.
- El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) disminuyó a 5.84% en mayo de 2023; cifra que representa su nivel más bajo desde octubre de 2021, cuando se colocó en 6.24%.
- Precisó que con este resultado la inflación nacional en México sumó cuatro meses a la baja, con un nivel muy lejano al nivel máximo de 8.70% que registro entre agosto y septiembre de 2022.
- Sin embargo, el instituto reportó que –al cierre de mayo– el precio de alimentos básicos procesados reportó incrementos anuales de 11.91% en la tortilla; 15.90% en el pan banco, 20.82% en el huevo y 41.81% en el kilo de papa.
- Mientras que el costo de productos como la leche, masa de maíz, azúcar, tostadas y los nopales –que también están entre los alimentos preferidos de la población– se encarecieron entre 11% y 18%, durante los últimos 12 meses.
- De acuerdo con tales datos, en el mejor de los casos, el costo de los alimentos básicos duplicó la tasa actual de inflación; y en el peor escenario, los aumentos en el precio de la comida son hasta siete veces más alto.
Intermediarios encarecen los productos hasta 5 veces
Hay productos agrícolas que del campo a la mesa de los consumidores se encarecen casi 500 por ciento. En el camino, intermediarios pagan bajos precios a los productores para posteriormente ofrecer el producto a elevados costos, quedándose con los mayores márgenes de ganancia.
- Un reporte del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) denominado Márgenes de comercialización de productos hortofrutícolas y pecuarios, indica que en mayo un alimento básico como el chile jalapeño fue comprado al productor en 4.80 pesos, pero una familia lo compra en 27.72 pesos, una diferencia de 478 por ciento.
En el quinto mes del año el margen aumentó de forma importante, pues en abril la diferencia era de 393 por ciento, pues se adquiría a 5.85 pesos y terminaba en 28.82.
Los mayores márgenes se observan en el canal de intermediarios que compran al mayoreo, donde destacan las grandes cadenas de autoservicio, que compran a un precio bajo en las centrales de abasto, para después ofrecerlos a las familias a uno mucho más elevado.
El GCMA explica que los intermediarios finales enfrentan costos como fletes, almacenaje, empaque y embalaje; además de otros factores sociales como la inseguridad.
- Sin embargo, Juan Carlos Anaya, director general del organismo, enfatiza que los campesinos también han enfrentado un encarecimiento en sus costos debido a precios más elevados en insumos para la producción primaria, como por ejemplo agroquímicos, fertilizantes, semillas, maquinaria y energéticos, que se suma a impactos climáticos.
Desde su punto de vista, gran parte del margen entre el precio que se paga a productores y se vende a consumidores, es producto de la especulación.
- Por ejemplo, al analizar todo el camino que sigue el chile desde el campo a la mesa del consumidor, se encuentra que el encarecimiento se da en el momento exacto en el que se oferta en el establecimiento final de los que compran al mayoreo en la central de abasto, pues estos compraron cada kilogramo en 7.60 pesos para inmediatamente ofrecerlo en 27.72, lo que descarta costos de traslado del campo a la ciudad.
- Otro caso que llama la atención es el de la cebolla bola, cuyo precio pagado al productor es de 3.20 pesos por kilogramo, mientras a las mesas de las familias llega a un costo de 16.86 pesos; es decir, con una diferencia de 427 por ciento. De igual forma, el mayor encarecimiento se da en el último tramo, pues ahí llega a un precio de 5.88 pesos.
- Los ejemplos se dan en prácticamente toda la cadena: en el jitomate saladette el margen de los intermediarios es de 238 por ciento; en el limón es de 256; en el aguacate, 136; en la papa blanca, 164; en la manzana, 193; en la naranja, 237; en el plátano, 215; en la zanahoria, 254; en el huevo, 90; en la chuleta, 47; en el bistec, 24, y en el pollo, sólo 20 por ciento.
Los alimentos son aún el talón de Aquiles
El Inegi dio a conocer que la inflación en mayo se colocó por debajo de 6% (5.84%) a tasa anual. “En los datos continúa observándose que las presiones en el subíndice de mercancías, y muy marcado en la parte de mercancías no alimenticias (6.3% en mayo de este año contra un 7.61% de mayo del año pasado), han ido disminuyendo”, destacó Jessica Roldán, directora de análisis económico de Finamex Casa de Bolsa.
- Parte de la reducción de precios al consumidor viene del índice no subyacente; “ayudó mucho el precio de pecuarios y los precios del gas, tanto gas LP como gas natural. De abril a mayo el gas LP ha bajado casi 9.5%”, explicó Roldán.
Del otro lado de la moneda, en lo que respecta a alimentos, bebidas y tabaco -parte del índice subyacente, que se usa como un mejor parámetro para medir la inflación porque no incluye productos cuyos precios son más volátiles-, registró un aumento a tasa anual de 11.44%, un ligero aumento respecto del 11.27% de mayo de 2022.
- “En la parte de alimentos, bebidas y tabaco, lo que vemos mes con mes empiezan son menos presiones. Eso no significa que estamos del otro lado; todavía son lecturas que están muy arriba de los promedios históricos”, destacó Roldán.
- Ante el encarecimiento de los alimentos, durante el primer trimestre del año, se observó una contracción en volumen de las canastas de alimentos y lácteos de 2% y 1%, respectivamente. Las personas van más veces a las tiendas, pero compran menos, informó en un reporte Kantar.
- La gente está llevando 10% menos cada que va a comprar; el ticket de compra no crece, pero se ha registrado un aumento en precio medio dentro del hogar de 12% y fuera de él, de 17%, detalló Kantar.
Si se comparan los precios de este año con los de 2022, se observa cierta mejora, pero todavía en niveles deteriorados; “seguiremos viendo buenas noticias en términos de reducción anuales”, anticipó Roldán.
Para que los mexicanos vuelven a surtir su despensa sin pensar que habrá más aumentos generalizados aún falta.
- Finamex espera que la inflación general baje a 5% en diciembre de 2023, casi un punto porcentual menos que el 5.84% de mayo. Para 2024 se espera que el índice se ubique en 4.15%.
- “Cada vez vamos a ver incrementos menos fuertes, pero todavía le falta un buen rato. En la parte subyacente, vamos a ver niveles más altos este año; una parte está asociada a que las mercancías alimenticias van a seguir un poco presionadas”, apuntó Jessica Roldán.
- La parte de servicios de vivienda y educación también han subido. Sin embargo, aunque siguen presionando al alza la inflación, la incidencia en el índice general son menores, explicó Roldán.
A pesar de que el índice nacional de precios al consumidor ha bajado de 8.7% de agosto del año pasado a 5.84% el mes pasado, el semáforo de inflación que realiza México ¿Cómo vamos? está en rojo. La meta de inflación de Banco de México (Banxico) es de 3% +/- un punto porcentual.
- “Una inflación controlada permite mantener el poder adquisitivo de los individuos al mismo tiempo que incentiva la producción de bienes”; con una inflación muy baja los comerciantes pierden interés en ofrecer sus bienes y, en caso contrario, la gente reduce su capacidad de compra, explica México ¿Cómo vamos?
Aunque la tendencia de la inflación es a la baja, en lo que respecta a los alimentos existen factores de riesgo como el fenómeno climático de El Niño y el conflicto armando entre Rusia y Ucrania. Este último le pega a la inflación no solo de granos, sino también al forraje y al alimento para el ganado que forma parte del consumo de proteína./Agencias-PUNTOporPUNTO