RITA MAGAÑA TORRES
Tras afirmar que no hay rispidez entre senadores del PRD y el jefe de gobierno capitalino, Miguel Angel Mancera, el presidente del Senado, Miguel Barbosa, afirmó que el sol azteca impulsar un periodo extraordinario en enero, a fin de aprobar la reforma política del Distrito Federal.
En contraparte, las senadoras del PAN, Gabriela Cuevas y Marian Gómez del Campo, expresaron su rechazó a la petición del PRD, ya que es año electoral y se trata de una reforma constitucional, por lo que no hay condiciones para ser aprobada por lo menos en 16 congresos locales.
En conferencia de prensa, Miguel Barbosa criticó a los priísta de retrasar el tema de la ciudad, “por qué hasta febrero, si se van a trabajar en enero los temas de seguridad propuestas por el Ejecutivo federal, por qué no también se hace lo mismo con los temas del DF”.
El presidente del Senado volvió a responsabilizar a las bancadas del PAN y del PRI de impedir la concreción de los cambios la reforma política del Distrito Federal.
Recordó que el PRD ha impulsado ese tema desde hace 17 años, “cuando no éramos gobierno”, sin dudas alcanzar la tan añorada autonomía de la ciudad está en la agenda de la izquierda.
Miguel Barbosa también se refirió a lo expresado por Miguel Ángel Mancera, quien reprochó a la izquierda en el Senado de que no se desahogara la reforma política y la desvinculación del salario mínimo en el periodo ordinario de sesiones.
Al respecto, declaró que no ha escuchado lo declarado por el gobernante capitalino, atribuyó a las notas publicadas las que malentendieron lo que dijo el gobernante local, pero no hubo tal reproche contra senadores del sol azteca.
“Sin mencionar la palabra, el cabeceo que se hace de la noticia se hace en esos términos, no he tenido comunicación con Mancera, la tendré, pero no veo al jefe de gobierno reprochando a senadores del PRD nada”, destacó.
Más tarde, Mariana Gómez del Campo opinó sobre lo dicho por Barbosa de que él ha sido absolutamente leal a Mancera, al mencionar que ese fue el problema, ya que su lealtad hizo que desconocieran los acuerdos, porque el mandatario local no estaba de acuerdo con lo que se había consensuado con el PAN.
Señaló que la reforma política que impulsa el PRD es distante a la que pretende el jefe de gobierno.
Y es que, explicó, el tema de la Asamblea Constituyente, que para el albiazul es irreductible que haya una sola asamblea dedicada específicamente para redactar la Constitución de la Ciudad de México, el gobernante capitalino no quiere que sea así, y el PRD sí quiere que sea de esa forma.
Consideró delicado el que se trate de legislar la reforma política desde el gobierno de la ciudad, “¿estamos pintados los senadores de todos los grupos parlamentarios?, qué traten de decirnos qué no le podemos cambiar ni un punto, ni una coma, cuando llevamos trabajando el tema más de una década, no me parece justo”.