El Partido de la Revolución Democrática (PRD), perdió la Ciudad de México, Morelos y Tabasco; 40 diputados federales, 14 senadores, y más de 10 millones de votos en una sola jornada electoral.
- El 1 de julio eclipsó el también llamado Partido del Sol Azteca, que apenas sobrevivió al tsunami de su ex dirigente y dos veces candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador.
- Después de estos comicios, el PRD sólo conservará Michoacán, un estado donde el gobernador Silvano Aureoles se pronunció en favor de José Antonio Meade en plena campaña.
- Desplazado a un lejano cuarto lugar -junto con MC- en el espectro electoral, el PRD se convirtió en un partido de 5 por ciento.
- Sólo aportó un millón 602 mil votos a la candidatura presidencial de Ricardo Anaya, pero sumó 2.9 millones en la elección de diputados federales y en la de senadores.
- Con su 5.2 por ciento, el PRD logró conservar el registro, una mini bancada de 21 diputados federales (la tercera parte de los que había colocado en 2015), y un grupo de 8 senadores.
- Sin sus fundadores, sus ex presidentes nacionales, sus ex Jefes de Gobierno o figuras emblemáticas (todos migraron al lopezobradorismo), en el PRD sobreviven dos corrientes: Nueva Izquierda, liderada por «Los Chuchos» (Ortega y Zambrano), y ADN, de Héctor Bautista y Juan Zepeda.
Ángel Ávila, secretario general del PRD, explica la ruta a seguir en los próximos meses: primero, se elaborará un análisis autocrítico del resultado electoral. Después, se instalarán los grupos parlamentarios y se expondrá la agenda legislativa frente al próximo gobierno y su grupo mayoritario en ambas Cámaras.
Finalmente, se convocará a la renovación de la dirigencia nacional y las dirigencias estatales, un proceso que está pendiente desde 2017. «El reto más importante en este momento es crear la ruta interna de discusión de lo sucedido en las elecciones, y la renovación en unidad de los órganos directivos», comenta Ávila.
Según el dirigente, será importante mantener vivo el frente con PAN y MC en el ámbito legislativo, para defender mejor la agenda común que registraron ante el INE con una vigencia hasta diciembre de 2024.
«El frente fue una decisión correcta, veníamos de muchas victorias que nos decían que podíamos construir un gobierno de coalición por primera vez en la historia. No resultó lo que esperábamos, hubo factores internos y externos, errores que nos llevaron al resultado. Hay que analizarlo y hacernos cargo de que no supimos comunicar lo que era un gobierno de coalición», evalúa Ávila.
La decisión de mantener el frente como coalición electoral corresponderá a los órganos directivos de los tres partidos. «El PRD debe hacer valer su peso y su agenda en el Legislativo, frente a los desplantes autoritarios que ya se perciben en López Obrador; por ejemplo, en el tema de una fiscalía autónoma»./ CON INFORMACIÓN DE REVISTA FORMA Y FONDO- REFORMA