La crisis económica derivada de la pandemia del COVID-19 ha golpeado severamente el ingreso de los mexicanos, lo que se ha visto reflejado en que la pobreza laboral alcanzó al 53.1% de la población durante los meses de abril y mayo de 2020, reveló este lunes en un reporte el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
- De acuerdo con el Consejo de Evaluación, que sustenta su reporte en datos de la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE), estima que el porcentaje de personas pobres por ingresos alcanzó al 53.1% de la población en abril pasado, mientras que en mayo, la proporción subió a 54.9%, lo que se atribuye a la afectación de los ingresos por la pérdida de empleos abiertos y encubiertos y a la caída en la actividad económica en los meses referidos.
- El confinamiento obligado por causa del SARS-CoV-2 ha afectado al mercado laboral a través de la forma en que se llevan a cabo las actividades cotidianas y productivas, repercutiendo de igual modo en la dinámica económica.
Coneval apuntó que el porcentaje de la población con ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria promedio del valor rural y urbano alcanzó a más de la mitad de los mexicanos, en buena parte porque el ingreso laboral per cápita con la ETOE se redujo 6.2%, al pasar de mil 516.93 pesos en abril a mil 422.24 en mayo.
Asimismo, destacó que la pandemia del COVID-19 provocó tanto la disminución en el número de ocupados como del ingreso laboral, lo cual afectó negativamente la masa salarial, ya que para mayo se estima que la masa salarial con la ETOE fue de 176,596.55 millones de pesos en abril y bajó a 163,219.68 millones de pesos en mayo, lo que representó una caída de 7.6% mensual.
En el contexto de la emergencia sanitaria y la desaceleración económica, la pérdida de empleos no sólo significa la disminución de los ingresos del hogar, sino también la imposibilidad de hacer uso de las prestaciones laborales a las que se tiene acceso mediante éste, por ejemplo, el acceso a los servicios de seguridad social y de salud.
- Según el análisis realizado por Coneval respecto a abril y mayo, revela que el porcentaje de personas en pobreza laboral calculada a partir de la ETOE fue de 53.1% y 54.9%, respectivamente.
Coneval subrayó que el mayor cambio porcentual de pérdida de empleos se observó en los grupos de jóvenes y adultos mayores, ya que entre el primer trimestre y mayo de este año, el grupo de 15 a 29 años perdió aproximadamente el 25% de los empleos, el grupo de 30 a 64 años perdió el 18.9% y el grupo de 65 y más perdió el 30.2%.
El Consejo de Evaluación también destaca en su estudio que en mayo pasado, un 43% de las personas con empleo tuvo acceso a servicios de salud, mientras que 57% reportó no tener acceso.
- El Coneval también señaló que con la ETOE, el ingreso laboral se redujo 6.2%, al pasar de $1,516.93 en abril, a $1,422.24 en mayo.
- Al hacer un seguimiento de este proceso en los hogares encuestados mediante la ETOE en abril y mayo, la información indica que el 11.7% de las personas del análisis pasó de no estar en pobreza laboral a estar en pobreza laboral y el 10.3% pasó de estar en pobreza laboral a no estarlo.
El reporte refiere que entre las personas que dejaron de estar en pobreza laboral, 27.4% se emplearon en el sector informal y 7.6% en el sector formal.
- En lo referente a las actividades laborales, el estudio apunta que las afectaciones provocadas por la pandemia del COVID-19 ocurrieron en magnitudes desiguales, tanto en el sector formal como en el informal. El empleo se redujo 13.7% en el sector formal y 27.2% en el informal, entre el primer trimestre (ENOE) y mayo (ETOE) de 2020.
En términos porcentuales, la mayor pérdida de empleos se concentra en los grupos de jóvenes y adultos mayores. Entre el primer trimestre (ENOE) y mayo 2020 (ETOE), el grupo de 15 a 29 años perdió aproximadamente el 25.0% de los empleos; en el grupo de 30 a 64 años, 18.9%; y, en el grupo de 65 y más, 30.2%.
Apoyos actuales no fueron diseñados para enfrentar la crisis
La magnitud que trajo la pandemia al mercado laboral ocasionó una pobreza en el ingreso laboral que superó a los programas sociales implementados por el gobierno federal, lo que obliga a buscar estrategias con mejores resultados para sacar de la pobreza a millones de mexicanos, coincidieron especialistas laborales.
- Tras informar que en el mes de abril el porcentaje de personas pobres por ingresos llegó a 53.1% de la población y en mayo hubo un incrementó a 54.9%, especialistas coincidieron que la magnitud de las personas que perdieron su empleo -12 millones de mexicanos- y que también vieron reducido su ingreso, rebasaron el alcance de los créditos y la magnitud de la crisis desbordó a los programas sociales.
- “La consecuencia lógica de lo que se está viviendo en el país ha sido el aumento de la pobreza, y genera un aspecto que deberá evaluarse por parte de las políticas públicas, pues la caída en el ingreso de las familias y la pérdida del empleo se convierten en el precursor más importante de la pobreza; entonces, cuando el mercado laboral pierde salud, cuando se enferma la consecuencia directa es pobreza, y esto no se alcanza a compensar con programas sociales”, afirmó José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico.
Los programas sociales han sido insuficientes por varias razones, una de ellas porque fueron concebidos para otro fin, cuando inició esta administración ubicó a diversos grupos, como el caso de los jóvenes que no tenían empleo, por lo que “esos programas estaban destinados a un grupo de personas, pero no para enfrentar un efecto de la magnitud que trajo la pandemia”, dijo Armando Leñero, presidente del Centro de Estudios para el Empleo Formal (CEEF).
Agregó que no está claro el fin que persigue cada programa, “con Sembrando Vida qué busca el gobierno, tener más árboles o sólo brindar apoyos a un grupo vulnerable”.
- María Fonseca, directora del Instituto de Familias Empresarias para México y Latam, del Tecnológico de Monterrey, comentó que no se trata de buscar que sólo los programas sociales mantengan los empleos, sino con programas productivos; “no se trata de privilegiar unos por otros, porque ahora vemos que evidentemente los sociales no han sido suficientes para enfrentar el tamaño de crisis”.
Tras señalar que el pronóstico es que se incremente en 10 millones el número de pobres en el país, comentó que “desde hace muchos años el ingreso por hogar no la hace un trabajador con el salario mínimo, sino con dos o tres, por lo que se debe cuidar el ingreso de los trabajadores, porque hay otros elementos que pueden desatarse, pero ya en un ámbito de inseguridad”.
- El gobierno federal tendrá que considerar elementos como el seguro de desempleo; sin embargo, dada su naturaleza, esos son de largo plazo y estructurales, pues como cualquier seguro requieren de un fondo financiero y el gobierno no cuenta con los recursos suficientes, por lo que tampoco podría dar un ingreso básico.
“El gobierno lo que tendría que hacer ante esas limitantes es, y probablemente cometieron ya un error, porque justamente lo que se tenía que prevenir era llegar a un desempleo grande, y como eso no ocurrió, lo que hay que hacer es reactivar la economía para que se genere empleo y entonces las necesidades de asistencia social sean menores”.
Por ello, recomendaron que se de un programa económico de reactivación que a través de la inversión, sobre todo privada, empiece a generar empleo y se recupere parte de lo que se perdió; como segundo punto tendría que establecerse programas sectoriales que ayudarían y tercero, hablar de una reforma hacendaria para que el gobierno cuente con los ingresos suficientes para empezar a explorar las otras alternativas del ingreso mínimo./Agencias-PUNTOporPUNTO