ADN SURESTE
Alrededor de trescientos pobladores de diversos barrios y colonias, realizan una protesta en contra de la privatización del agua, al tiempo que exigen que se mejore el servicio del vital líquido en esta ciudad.
Con una marcha que partió desde el deportivo conocido como “el campo rojo”, situado sobre la carretera Panamericana, los colonos piden que no se avale la ley de privatización del servicio de agua, además que la Comisión Estatal del Agua (CEA), atienda las demandas de la falta del vital líquido en el municipio.
En la protesta señalan el deficiente servicio que presta el Sistema de Agua Potable (SAP), en esta ciudad, donde administra Salvador Enríquez, quien había informado de un proyecto de renovación de las líneas y pozos, para poder abastecer de agua a gran parte de las colonias y barrios que conforman este municipio y hasta la fecha no se realiza.
Los colonos se concentran frente al palacio municipal esperando poder ser atendidos por el presidente municipal Donovan Rito García, a quien le pedirán sea intermediario con el CEA buscando una solución al problema de desabasto de agua.
Mientras que en Salina Cruz, Oaxaca, Organizaciones civiles no gubernamentales se manifestaron en la explanada del palacio municipal de esta ciudad, en rechazo al proyecto de privatizar el agua potable.
German Zárate Julián, presidente de la fundación “Caracol”, informó que en breve se reunirán con las distintas agrupaciones civiles, de la región del Istmo de Tehuantepec, para pronunciarse en contra de la privatización del agua potable.
Aseguró que estas organizaciones no tienen tintes políticos, mucho menos lucran “nosotros simplemente nos pronunciamos en contra de la desnacionalización del agua potable”.
Dijo que lo que buscan con estas movilizaciones es concientizar a las personas para que vean la realidad, que el gobierno federal quiere privatizar el agua potable, como ya lo hizo con Petróleos Mexicanos; Teléfonos de México, Comisión Federal de Electricidad, Recursos Naturales, y Playas, entre otros.
Advirtió que el gobierno federal, pasando las elecciones federales del 7 de junio, pretende poner en práctica a la brevedad posible la famosa reforma de privatización del vital líquido, dejando al pueblo sin agua potable.