A pesar de que el gobierno de México ha pedido un voto de confianza a los particulares frente a la contrarreforma energética que heredó del expresidente Andrés Manuel López Obrador y cuyo trámite legislativo está por concluir, predominan las dudas sobre cómo impactará al sistema eléctrico el cambio de un modelo de libre mercado a uno con abierta predominancia estatal, destacaron analistas.
- La reforma, aprobada por el pleno del Senado los primeros minutos de este miércoles, que contempló cambios a los artículos 25, 27 y 28 de la constitución, revierte parcialmente la apertura de mercado de la reforma del 2013. No impide que los privados sigan participando en las actividades de generación y comercialización eléctricas, pero ahora marca que “en ningún caso tendrán prevalencia sobre la empresa pública del Estado”, según el nuevo texto del artículo 27 constitucional.
- La definición de “prevalencia” es una de las principales incógnitas. En su momento el expresidente López Obrador y ahora la presidenta Claudia Sheinbaum, han explicado que esta deberá entenderse como un tope de 46% a la generación eléctrica privada, pero el texto constitucional no lo especifica.
Hoy, no es claro todavía si ese límite, que es repetido con frecuencia por funcionarios federales, se asentará en leyes secundarias. Tampoco si se medirá por minuto, por hora, por día, semana, mes, trimestre o año, ya que la inyección de electricidad a la red nunca se detiene. “Es una de las grandes cuestiones que nos van a tener que ir respondiendo en el camino y que va a ser un dolor de cabeza para el Cenace”, opinó Víctor Ramírez, analista del sector energético.
A decir de otro analista, que pidió no ser citado, el límite del 46%, será más bien un límite discursivo. “Las plantas de CFE no tienen la capacidad todo el tiempo de estar proveyendo el 54% de toda la generación y tampoco tienen 54% de la capacidad instalada. Eso (el límite) es más bien algo retórico”, afirmó.
Gestión de la red eléctrica
El futuro del Centro Nacional de Control de Energía, el Cenace, que refiere Víctor Ramírez, que hace una década se independizó de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para ejercer el control del sistema eléctrico nacional garantizando el acceso abierto a la red, también es una incógnita.
- El nuevo texto del artículo 28 constitucional únicamente dice que la planeación y el control del sistema eléctrico nacional se llevará a cabo “a través de la empresa pública del Estado que se establezca”, sin especificar nombres o adscripciones. “Es otro punto de punto de incertidumbre. Sabemos también que va a haber un ente público (que controle el sistema) que no sabemos si será el mismo Cenace, bajo una figura de empresa pública, o si será la propia CFE, como empresa pública”, comentó César Hernández, socio director del despacho Publius.
Este punto no es trivial, pues la separación del Cenace se contempló en la reforma del 2013 para garantizar que el recién abierto mercado mayorista de generación eléctrica tuviera un gestor libre de conflictos de interés y la reforma recién aprobada acota dicho mercado, pero no lo elimina. Cuando menos no en el papel, pero de momento es difícil vislumbrar cómo seguirá funcionando.
“También es una pregunta abierta. En su conferencia de prensa la presidenta Claudia Sheinbaum ha dicho expresamente que el mercado seguirá. En qué términos, qué condiciones, es difícil saber porque varias de las otras cosas que dijo entran en conflicto con cómo opera el mercado”, opinó César Hernández, quien fue subsecretario de Electricidad durante la primera parte del sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto.
Estructura de la CFE
Uno de esos conflictos lo plantea la crítica que ha hecho el gobierno a la actual separación funcional de la CFE en empresas de generación, transmisión, distribución y suministro, la cual hace suponer que se revertirá tras la reforma.
“Si esta separación desaparece, hay que ver de qué manera esta reintegración vertical de la CFE se vuelve compatible con que compita en mercados de generación o de comercialización y suministro calificado de energía”, agregó Hernández Ochoa.
- La forma en la que operará el mercado también dependerá de cómo se dé en adelante el despacho de electricidad, que hasta la fecha atendía a la regla de que la más barata es la primera en despacharse, independientemente de quién sea el dueño de la planta. ¿Cambiará esta regla? “Eso tampoco lo sabemos”, dijo el abogado.
- Para Víctor Ramírez, lo más lógico es que “se despache primero todo lo de la CFE y el resto debería ser por mérito económico”. Estas definiciones deberían asentarse en la legislación secundaria, para la cual hay un período de elaboración de 180 días.
Sin embargo, resalta Víctor Ramírez, no dejan de llamar la atención los grandes espacios de incertidumbre en comparación con la reforma del 2013. Recordó que esta última incluyó 21 artículos transitorios que daban indicaciones precisas de cómo proceder en materia de legislación secundaria, derechos laborales de los trabajadores, contratos legados, creación de organismos, programas, fideicomisos y todo lo necesario sobre cómo armar el sector de acuerdo con el nuevo orden constitucional.
“En cuanto a la reforma actual, incluye modificación a tres artículos y la emisión de tres artículos transitorios. En el texto, las reformas no dan claridad, solo sabemos que habrá empresas de gobierno y que las empresas privadas no tendrán prevalencia sobre la empresa pública, lo que sea que eso signifique”, lamentó.
La reforma de sectores estratégicos:
- Pemex y la CFE dejarán de ser empresas productivas del Estado y adquirirán el carácter de empresas públicas (artículo 25).
- En el caso de la CFE, ser una empresa pública implicaría dejarse de enfocar en la creación de valor para el Estado para “cumplir con su responsabilidad social” y garantizar el servicio público de electricidad (artículo 27).
- Deja de contemplarse la participación de inversión privada bajo contrato en transmisión y distribución de electricidad (artículo 27).
- En electricidad, no se impide la participación de privados en actividades diferentes a transmisión y distribución, pero “en ningún caso tendrán prevalencia sobre la empresa pública del Estado” (artículo 27).
- La explotación de litio y el servicio de internet que provea el Estado queda exento de cualquier regulación antimonopolio (artículo 28).
- La planeación y el control del sistema eléctrico se llevará a cabo “evitando el lucro” a través de la empresa pública que el Estado establezca con el objetivo de preservar la seguridad y autosuficiencia energética al menor precio posible (artículo 28).
Justicia energética, un reto para las finanzas públicas
Uno de los retos clave para el gobierno federal será garantizar el suministro de electricidad para todos los habitantes del país, pues de acuerdo con la Secretaría de Energía (Sener) hay más de 700 mil personas que carecen del servicio.
- “México cuenta actualmente con una cobertura eléctrica al cierre de 2023 de 99.4% de la población, con un servicio confiable, continuo y de calidad. Sin embargo, aún están pendientes de electrificar 743 mil 685 habitantes”, dijo la dependencia en el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen) 2024-2038.
Según lo presentado ayer en la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, las leyes secundarias de la reforma energética se basan en el concepto de “justicia energética” y van a garantizar el acceso de electricidad, al cambiar el estatus de empresas productivas del Estado a empresas públicas a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex).
Expertos señalaron que si la CFE aún tiene estos pendientes es porque es muy costoso llevar electricidad a todas las personas por las características geográficas del país y lo lejos que se ubican algunos asentamientos de centros de transmisión y distribución de energía.
- Pero advierten que si la CFE, ahora por obligación legal, va a garantizar el servicio, representará mayores costos, inversiones y subsidios del gobierno.
- A eso se suma que la CFE ha reportado pérdidas operativas en años recientes por el costo de depender de gas natural importado de Estados Unidos y porque no ha realizado inversiones suficientes en generación, transmisión y distribución en los últimos 10 años.
- De acuerdo con lo presentado ayer por Luz Elena González, secretaria de Energía, entre 2024 y 2030, la CFE tiene previsto invertir un total de 23 mil 400 millones de dólares.
- Para Víctor Ramírez, socio de la consultora P21Energía, la reforma energética, ahora con sus leyes secundarias, ampliará los efectos del Fondo de Servicio Universal Eléctrico, pero apuntó que abarcar a las personas que carecen del servicio será con cargo al erario.
“No a todos lados puedes ampliar la red eléctrica, pero se deben considerar otros medios y que se pague con ganancias del mercado eléctrico”, dijo en entrevista con EL UNIVERSAL.
De acuerdo con el último reporte financiero de la CFE, empresa dirigida por Emilia Calleja Alor, de enero a septiembre de 2024 tuvo pérdidas por 85 mil 786 millones de pesos. Para Ramírez, considerando la reforma energética que busca fortalecer a la CFE, el panorama es positivo en términos generales, aunque hay desafíos por afrontar.
CFE recibe subsidio
Con todo y el arranque de la estrategia nacional eléctrica del nuevo gobierno y las afirmaciones de que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) fue rescatada el sexenio anterior, el actual régimen le otorgó 84 mil 800 millones de pesos en subsidios para cubrir sus pérdidas operativas para 2025.
- De acuerdo con cifras del Presupuesto de Egresos de la Federación, la CFE dispondrá el siguiente año de 4% más recursos para ese concepto en comparación con lo aprobado para 2024, y al mismo tiempo convierte la cifra en la mayor reportada desde 2017.
Estos recursos los aporta la Federación sobre todo para subsidiar las tarifas eléctricas domésticas, y que no se vea reflejado el aumento de costos de operación de la empresa en los recibos de luz.
El gobierno pasado y el actual se han comprometido a que las tarifas de electricidad no aumenten más allá de la inflación. Han cumplido la promesa, pero a costa de más recursos públicos invertidos y sin que la CFE reporte ganancias.
- De hecho, la empresa informó que de enero a septiembre de este año erogó 73 mil 423 millones de pesos en subsidios, un alza de 6.5% contra el mismo lapso de 2023.
- Sin embargo, la empresa ha reportado en ese periodo pérdidas por 85 mil 800 millones de pesos, reflejo de su exposición y dependencia al gas natural, recurso fósil para generar electricidad en plantas de ciclo combinado.
La empresa importa la totalidad de ese insumo y depende de los precios internacionales y de las variaciones del tipo de cambio, factor que este año no le ha favorecido por la depreciación del peso frente al dólar observada desde junio.
Situación complicada
De no haberse tomado las acciones de rescate emprendidas por la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, la CFE estaría generando 20% de la energía de este país. Por ese rescate, hoy podemos plantear un programa serio y ambicioso de transición energética”, dijo la empresa en un comunicado la semana pasada.
- Según los reportes financieros de la CFE, en el sexenio anterior, contando de enero de 2019 a septiembre de 2024, tuvo pérdidas por 117 mil 500 millones de pesos, no ha alcanzado sus objetivos de energías limpias, ha dependido cada vez más del gas natural de EU, aún no otorga el servicio de electricidad a más de 700 mil personas en el país y cada año hay más apagones.
Casiopea Ramírez, socia gerente en Fresh Energy Consulting, explicó que la razón principal del aumento en recursos para subsidios es que CFE no recupera sus costos de producción de electricidad.
“Mientras CFE mantenga altos sus costos de producción, con cuota mayoritaria de participación en la generación de energía a base de plantas más caras y no se le permita recuperar costos, las pérdidas van a seguir”, dijo.
- Para Carlos Flores, experto en temas de energía, el problema es multifactorial, pues CFE tiene una matriz de generación mal mantenida y tendiendo a la obsolescencia, así como un recurso humano mayor al necesario y con onerosas prestaciones.
- También tiene costos financieros crecientes porque cada vez se endeuda a tasas más altas para así lograr atraer a inversionistas, y enfrenta el impacto negativo provocado por la devaluación del peso, pues tiene tanto deuda como compras de insumos en dólares.
“Por alguna extraña razón, tanto López Obrador como Claudia Sheinbaum parecen creer que, si CFE vende más, entonces ganará más. No son los ingresos los que tendrían que aumentar en la empresa, sino las utilidades, y esas sólo crecerán cuando logre ser eficiente y competitiva. Lastimosamente, ninguna de las reformas parece tener esos dos objetivos”, dijo Flores.
Costos crecientes
Víctor Ramírez, socio de la consultora P21Energía, explicó que además de ese subsidio identificado en el presupuesto, la CFE da más recursos a su filial de suministro, que es la que lleva la luz a usuarios a través de sus filiales de transmisión y distribución, en una operación sin fundamento y disfrazada.
“Aun con esto, transmisión y distribución tienen ganancias; depende del año, y van por ahí de 10 mil millones de pesos. ¿Qué es lo que sucede? La generación tiene pérdidas por sus costos tan altos, y ahí es donde se pierde todo”, señaló.
Ante ello, la nueva administración espera concretar la reforma energética con las leyes secundarias y eliminar las filiales, lo que puede volver más opaca la operación, el flujo de información operativa y financiera, y motivar el uso de subsidios y recursos públicos para continuar con el fortalecimiento de la empresa, mientras avanza a paso lento en su mejora estructural y sus metas de transición a fuentes limpias./Agencias-PUNTOporPUNTO