Las medidas anunciadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador para enfrentar la crisis económica que se genere por la epidemia del Covid-19 no son suficientes ni tampoco las adecuadas, pues en una situación de emergencia como la que vive el país se debería aumentar el gasto o recurrir a endeudamiento, indicaron expertos. Coinciden en que recortar más los recursos a la administración pública sólo abona a precarizar el empleo y a desincentivar las labores de los servidores públicos.
“La administración pública ya está debilitada”
Gabriel Farfán, consultor en finanzas públicas y director de Comunidad Mexicana de Gestión Pública
La administración pública ya está debilitada. El año pasado se redujeron de manera significativa los salarios y muchas de las prestaciones como los seguros de gastos médicos mayores y de separación individualizada.
Bajar sueldos y quitar aguinaldos no crean los incentivos correctos de los funcionarios para hacer mejor su trabajo y lo más grave es que la política del gobierno es deliberadamente a favor de la precaridad laboral del sector público.
- Precarizar el empleo es una cuestión muy grave para el crecimiento económico porque el empleo público en muchas ciudades del país es el único que soporta la actividad económica local. Entonces, bajar los sueldos es básicamente crear o quitar un incentivo económico. El aguinaldo sirve para reactivar el consumo, pagar deudas, y quitarlo implica quitar liquidez a las personas.
El gobierno va a perder efectividad y va a tener menores posibilidades para poder superar crisis.
“Anuncio en sentido contrario”
Rodolfo de la Torre, director especialista en desarrollo social con equidad del Centro de Estudios Espinosa Yglesias
Lo que se anunció va en sentido contrario a lo que se recomienda en situaciones de crisis. Se debe gastar más o recurrir al endeudamiento para poder apoyar a los sectores donde se están perdiendo ingresos, empleos y a empresas que están quebrando.
- Restar recursos a los que trabajan en la administración pública se va a traducir en reducir el poder adquisitivo para gastar e impulsar la demanda en la economía.
- Esos recursos que son pocos para las personas pueden significar parte importante de sus gastos del día a día, no van a contribuir para lo que realmente se necesita en el sector salud. No va a ayudar a cubrir los recortes que se han hecho en el sector salud en los últimos cinco años.
- Se requiere un endeudamiento de 3 o 4 puntos del PIB y reorientar gastos de proyectos de inversión.
“El sector público ya estaba flaquito”
Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Económica Presupuestaria (CIEP)
Veo a un presidente que no quiere entender, atrincherado por un grupo de personas que no sabe nada y un secretario de Hacienda jugando un rol patético.
Puede pensar que está generando los grandes ahorros, pero el sector público ya estaba muy flaquito, al que ya se le quitó músculo, tendón y hueso. Va a ser poco dinero el que se ahorre, pero el efecto psicológico va ser grande porque desmotiva a la gente y no se envía un buen mensaje a los mercados.
No se justifica el maltrato a los burócratas, la Ley Federal del Trabajo no permite eliminar aguinaldos. En una crisis como en la que estamos, lo menos que puedes hacer es recortar gasto, o al menos que lo redirecciones, pero no vemos eso. Donde sí debería haber recortes de gastos y despidos es en Pemex, la cual está prácticamente quebrada.
“Una gran decepción”
Federico Rubli, economista y miembro de MAAT Asesores
Fue una gran decepción lo que se presentó, no es un plan coherente para reactivar la economía y hacer frente a esta crisis. Presentan medidas de austeridad en el momento menos adecuado. No se trata de abandonar la disciplina fiscal, pero hay que voltear a ver lo que se está haciendo en otras partes del mundo que es precisamente inyectar recursos para apoyar a las pequeñas y medianas empresas.
- Lo que es reprobable es que los tres proyectos emblemáticos no se van a posponer.
- Insiste en mantener el sector petrolero como el motor de la economía; entonces, tenemos un presidente que no se da cuenta de la realidad que se vive en el mundo y que es totalmente obsoleto pensar que el sector petrolero va a ser un motor para sacarnos de esta crisis.
- Otra cosa grave es que no hay absolutamente nada para canalizar la infraestructura del sector.
“Consecuencias sin precedentes”
Carlos Ramírez, socio de la Consultoría Integralia
El gasto operativo del gobierno viene de bajada en los últimos dos años para hacer más barata la administración del gobierno, lo cual, es loable. Nadie está en contra de proteger a los más vulnerables en una crisis de esta magnitud. Sin embargo, realizarlo a costa de paralizar a la administración pública es un despropósito monumental.
Si de lo que está hablando el presidente es de que van a congelar el gasto público y el de la administración pública federal, materialmente supone paralizar al sector público. Y eso traerá una contracción del gasto del orden de los 600,000 millones de pesos. Si de verdad se deja de gastar, el gasto público se contraerá de manera inédita. Lo que ocurrirá es que se volverá el gobierno procíclico. Mientras va el ciclo a la baja, el gobierno ahonda el ciclo recortando gasto, cuando lo que se requiere es exactamente lo contrario.
“Poco presupuesto para enfrentar una crisis”
José Luis de la Cruz, director del IDIC
Las medidas anunciadas por el presidente para estimular la economía, básicamente conservan la estructura del presupuesto federal aprobado el año pasado, previo a la crisis del Covid-19. En estricto sentido, es difícil pensar que con ese mismo presupuesto se enfrentará la que será la peor recesión mundial en 100 años, por dos razones: la caída del precio del petróleo ya mermó los ingresos del gobierno, por tanto, México ya llegó a esta crisis sin recursos. La segunda razón es que el presidente considera que alcanzará a proteger a los más pobres con las mismas transferencias que presupuestó. Pero claramente mientras no se proteja la capacidad de las empresas para generar empleos, no habrá forma de proteger a los más vulnerables.
“Buscan salvaguardar las finanzas públicas”
Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base
El decreto presentado por el presidente Andrés Manuel López Obrador va más enfocado a salvaguardar las finanzas públicas del país, mas no al empleo de los mexicanos frente al impacto económico del Covid-19.
- La analista indicó que, contrario a lo que dicta la teoría económica en estos casos, el gobierno se está “apretando el cinturón” y aplicando una política de austeridad en vez de encaminarse a una política fiscal expansiva que ayude a conservar los empleos.
- Si nos vamos a lo que dice la teoría, lo que se debe hacer es una política fiscal expansiva en donde se genere un mayor gasto de gobierno enfocado en cuidar que no se pierdan tantos empleos. El decreto no se ve que sea enfocado a salvaguardar el empleo, sino a cuidar a las finanzas públicas.
Al salvar los empleos se ayudaría a las finanzas públicas del país porque se mantendría o aumentaría la recaudación de impuestos.
“Reacio a cambiar sus planes”
Carlos Petersen, analista senior de Latinoamérica de Eurasia Group
El presidente Andrés Manuel López Obrador se mantiene reacio a cambiar sus planes y lanzar un paquete de estímulo serio. Sigue enfocándose en sus proyectos prioritarios (Tren Maya, refinería Dos Bocas) y mantiene la austeridad fiscal.
El mandatario está convencido de que invertir en sus proyectos de infraestructura será suficiente para ayudar a la población, especialmente a aquellos en los niveles de ingresos bajos que claramente son su principal preocupación.
Reacción del gobierno, insuficiente: IP
Las medidas gubernamentales para enfrentar los efectos del Covid-19 en la economía mexicana son limitadas y con un presupuesto que no será capaz de cubrir las necesidades, ni mucho menos reactivar la actividad productiva, tras la cuarentena, lamentó el sector empresarial.
- Luego de que el presidente Andrés Manuel López anunciara 11 medidas para responder a la crisis, empresarios de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) informaron que desconocen la metodología que tendrá el apoyo a las empresas con créditos por 25,000 pesos, monto que además resulta insuficiente para pagar salarios e impuestos.
- El presidente de la Comisión de Estudios Económicos de la Concamin, José Luis de la Cruz, expresó que no se percibe que el gobierno haga una inyección de mayores recursos fiscales a la recuperación, y que mantendrá su postura de no endeudarse y en cambio, seguirá su apuesta a generar empleos con sus proyectos de infraestructura como el Tren Maya o el Aeropuerto de Santa Lucía, que no está dispuesto a posponer.s.
- En tanto, Juan Manuel Chaparro Romero, presidente de Fomento Industrial de la Canacintra, criticó que el Ejecutivo federal se mantenga reacio en atender la solicitud empresarial de proporcionar los suficientes apoyos fiscales y tributarios requeridos para que las empresas formales puedan tener un alivio en su liquidez operativa al menos temporalmente.
“Una economía débil, dentro de una pandemia, lo que necesita son apoyos fiscales extraordinarios del gobierno principalmente, sin ellos, la situación empeorará más y probablemente para junio del 2020, el porcentaje de las mipymes mexicanas existentes a nivel nacional con problemas de liquidez e incapacidad de pagar una nómina y sus impuestos rebase 70%”, advirtió.
Por su parte, Gustavo de Hoyos, presidente de la Coparmex, indicó que el plan anunciado “no reactiva la economía y sólo asfixia al sector público”.
Dijo que el gobierno federal tiene que redirigir el gasto público hacia la protección del empleo, por lo que el jefe del Ejecutivo debe hacer suya esta propuesta y pagar una proporción del salario de los trabajadores formales por tres meses con el Salario Solidario.
«Necesitamos salvar el empleo y los ingresos»: CEEY
Ante la crisis que se viene (que ya está aquí), y que puede ser la peor desde la Gran Depresión, la estrategia de México es «completamente distinta a lo que se hacía antes, en el periodo neoliberal». Esto lo ha repetido decenas de veces Andrés Manuel López Obrador, que ha optado por un plan a contracorriente del resto del mundo: sin políticas contracíclicas, sin una expansión del gasto, sin aumentar impuestos, sin grandes apoyos al sector privado formal.
- El tiempo dirá si esta opción funciona, pero la gran mayoría de los analistas, economistas y consultores ponen en duda esta heterodoxia económica y señalan que se necesitan recetas más clásicas que el gobierno no parece dispuesto a adoptar. Por ejemplo, Marcelo Delajara, director del Programa de Crecimiento Económico y Mercado Laboral del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), es partidario de ayudar a las empresas para salvar el empleo formal y aplicar políticas de estímulo fiscal.
¿Cómo prevé la evolución de la economía mexicana para lo que queda del año?
En los precriterios de Hacienda, tuvimos la oportunidad de ver cuáles son las perspectivas que el gobierno ve para la economía nacional. Es un documento que en general consideramos que es serio, es transparente, relativamente, y en él se ve que las perspectivas del gobierno son van desde repetir el crecimiento cero del año pasado hasta una caída de casi el 4%. Siempre suelen poner una estimación puntual, pero esta vez pusieron una banda, por lo que es la primera vez que yo veo que acepten que hay una incertidumbre real que alcanza a los pronósticos que puedan hacer.
Sin embargo, creo que las expectativas de la mayor parte de los analistas están en el rango más bajo, en una caída de por lo menos el 4%. Si ves la cantidad de personas que están solicitando la prestación de desempleo en Estados Unidos… Y lo que pasa en Estados Unidos nos pega directamente, porque es nuestro principal socio comercial, y los choques más grandes de los últimos tiempos los estamos tenido cuando a la economía de Estados Unidos le va mal. Estos datos muestran que las cosas van horriblemente mal.
Todo apunta a que este año vamos a tener una recesión bastante profunda en México, que puede llegar a ser tan grave como la del 95 o más, cuando el PIB cayó un 5%. La perspectiva es que no hay lugar a dudas de que nos va a ir bastante mal.
¿Qué acciones pueden ayudar a mitigar esta caída de la economía?
Hay algunas iniciativas que ya están en marcha, como esto de que los bancos van a permitir a empresas y personas físicas postergar durante cuatro meses los pagos de créditos. Esto, que se hace en coordinación con Banxico y con la autoridad haciendaria, puede ayudar a resolver bastante la angustia de las empresas por tener falta de liquidez y les permitiría usar esos recursos para mantener su planta de trabajadores.
Aquí en México no hay seguro de desempleo. Entonces, la gente que sea despedida automáticamente pierde su ingreso y a los pocos meses también pierde la seguridad social. Por eso, se requieren más acciones fiscales: por ejemplo, para las personas físicas, elevar el monto mínimo obligatorio para hacer la declaración, aumentar el rango de gastos que se pueden desgravar o aumentar el porcentaje de los gastos desgravables.
En el tema laboral, ¿qué se puede hacer para evitar una ola de desempleo?
- Se necesita salvar el empleo y los ingresos en el sector formal. Si no se hace nada y no se ayuda a las empresas, la estimación de crisis pasadas es de una elasticidad de 1.4 del PIB al empleo: es decir, si estamos pensando que el PIB va a caer 5%, entonces quiere decir que el empleo formal va a caer aproximadamente 7.2%, lo cual es una caída muy grande.
- Pero hay mucha gente que está en el sector informal, y el Estado no tiene actualmente ningún mecanismo de ayuda para ella. Las ayudas que el gobierno ha estado dando a gente que está en la informalidad son básicamente a personas que no están en el mercado laboral: los adultos mayores y los jóvenes. Para las personas que están en el sector informal y que se van a quedar sin trabajo, lo que están haciendo por ejemplo en Argentina o Brasil es crear una especie de renta universal por 115 dólares a lo largo de tres meses para todos aquellos que no tengan un trabajo formal. No estoy viendo que pase en México.
Del lado fiscal, ¿se necesita una política más expansiva?
Aparentemente, el gobierno no va a hacer nada más allá de reasignar el gasto, como se ve en los precriterios. Es verdad que, ahora, en vez de un superavit vamos a tener un déficit, pero no es porque se esté gastando más, es porque se está estimando una reducción importante en los ingresos del petróleo. Entonces, prácticamente tenemos el mismo presupuesto de gasto con la crisis que sin la crisis, y no parece que vaya a haber mayor gasto. Si la crisis se maneja sin un involucramiento fuerte del gobierno, creo que vamos a sufrir esto por un tiempo largo./Agencias-PUNTOporPUNTO