RITA MAGAÑA TORRES
El coordinador del PRD en el Senado, Miguel Barbosa, exhortó a los diputados federales para que con responsabilidad y apertura analicen, debatan y voten la reforma política del Distrito Federal, a fin de que a más tardar el 31 de enero de 2017 la ciudad de México tenga su propia Constitución.
Consideró que antes de aprobar el Paquete Económico debe avalarse la reforma política del DF por parte de la Cámara de los Diputados, posteriormente ser ratificada por los congresos de los estados y proceder a promulgarla.
“Y a partir de su promulgación, contar con el tiempo necesario para que a más tardar el 31 de enero de 2017 una Asamblea Constituyente apruebe la primera Constitución de la ciudad de México”, agregó.
Destacó que la aprobación de la reforma por parte del Senado de la República marca un hecho destacado en el desarrollo de la capital y ahora corresponde a los diputados su revisión responsable y meticulosa.
“Se sabe que este es un tema complejo en el cual pueden presentarse diversos puntos de vista, pero que es obligación de las dos Cámaras del Congreso de la Unión culminar el proceso legislativo”, indicó.
Barbosa pidió que se expongan los consensos, que se delimiten los posibles disensos y que se vote en consecuencia, pero que no se actúe por cálculos políticos o por manejo de los tiempos.
Recordó que el 28 de abril de este año, el Senado aprobó una serie de cambios legales que convierten al Distrito Federal en la ciudad capital, denominada Ciudad de México, y le permite una autonomía de gestión, un Congreso local y 16 alcaldes.
De acuerdo a los cambios aprobados, añadió, se estableció que la elección para la conformación de la Asamblea Constituyente se realizará el primer domingo de junio de 2016, para instalarse el 15 de septiembre.
Mencionó que la Asamblea Constituyente se dedicará a redactar la Constitución de la Ciudad de México, tendrá 100 integrantes, 60 de ellos serán elegidos por el principio de representación proporcional; habrá 14 senadores, 14 diputados federales, seis designaciones del Presidente de la República y seis más del Jefe de Gobierno.
Comentó que a partir de los cambios que ya avaló el Senado, al Distrito Federal se le permite autonomía de gestión, con un trato diferenciado con otros estados del país, pues la Federación mantendrá la responsabilidad del financiamiento a la educación y a los servicios de salud.
Además, elimina la figura jurídica de las delegaciones políticas y crea las demarcaciones territoriales de la ciudad de México, que serán encabezadas por un alcalde.
La reforma precisa que sólo el Jefe de Gobierno tendrá el derecho de proponer la Constitución y los legisladores harán los cambios que consideren pertinentes. La nueva Carta Magna para la capital del país deberá ser avalada por al menos dos terceras partes de los integrantes de la Asamblea Constituyente.
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