AGENCIAS
Periodistas que fueron agredidos el pasado fin de semana por encapuchados en un acto privado en el estado de Guerrero, en el sur de México, presentaron una denuncia ante la Procuraduría estatal, informó hoy la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Los comunicadores denunciaron ante la Procuraduría General de Justicia de Guerrero ataque a la libertad de expresión, probable privación ilegal de la libertad, extorsión y amenazas.
El pasado sábado, durante una entrega de reconocimientos, unos 130 integrantes del Club de Periodistas de Guerrero fueron atacados por hombres encapuchados que se hicieron pasar por integrantes del sindicato Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg).
Los periodistas aseguran que el grupo de encapuchados ingresó de forma violenta al recinto donde se llevaba a cabo el evento y les despojó de teléfonos móviles, cámaras, computadoras, tabletas y otras pertenencias.
Además, los obligaron a «firmar documentos en los que se tergiversó la realidad de los hechos».
El presidente del Club de Periodistas de Guerrero, Miguel Ángel Mata, denunció que los agresores los trataron de forma humillante y les obligaron a ofrecer una disculpa pública «por realizar un festejo, cuando Guerrero está de luto».
La CNDH informó que inició una queja de oficio por el caso e hizo un llamado a las autoridades de Guerrero a investigar con «prontitud y diligencia hasta lograr la detención de los probables responsables y su presentación ante la autoridad correspondiente».
De igual forma, pidió al Gobierno estatal y a la procuraduría local medidas cautelares de protección en favor de los agraviados.
Desde la desaparición de 43 estudiantes en la ciudad de Iguala (Guerrero) el 26 de septiembre tras una ola de ataques policiales que dejó seis muertos, integrantes de la Ceteg han realizado numerosas manifestaciones para reclamar el esclarecimiento del caso.
Algunas de estas protestas han concluido con actos violentos, principalmente contra sedes políticas y oficinas de Gobierno de Guerrero.
Según el testimonio de tres de los 80 detenidos por el caso, los 43 jóvenes fueron detenidos por policías y entregados a integrantes del cártel Guerreros Unidos, quienes presuntamente los asesinaron e incineraron en un basurero del municipio de Cocula, vecino a Iguala.
El 7 de diciembre pasado la fiscalía confirmó que uno de los restos óseos hallados en Cocula y analizados en un laboratorio de Austria corresponden a Alexander Mora, uno de los alumnos desaparecidos.
Los familiares de las víctimas, que no creen en la principal línea de investigación, piden a la fiscalía general que trabaje en otras hipótesis e incorpore versiones que implican a las fuerzas federales en los hechos.