Redacción
La periodista del diario Milenio, Karen Cota, renunció públicamente a este medio en respuesta a la censura que su trabajo de investigación recibió, el cual tardó cinco meses en desarrollar junto al equipo de la sección digital, Milenio DataLab, de donde también era coordinadora.
La reportera denunció lo ocurrido en un artículo que publicó a través de la plataforma digital Medium, para que quede registro de esa arbitraria práctica periodística ejercida en el diario mexicano.
El pasado lunes 7 de marzo se publicó en Milenio DataLab el reportaje titulado El (falso) éxito de la Cruzada contra el Hambre, del cual, afirmó Karen Cota, estuvo enterado y autorizó su publicación el director editorial del diario, Carlos Marín.
La periodista relató que el día 8 de marzo se llevó a cabo una reunión en la cual estuvieron presentes Rosario Robles, ex secretaria de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), y funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), así como Cota y un compañero de su equipo de investigación, y en donde estos últimos defendieron con argumentos sólidos el trabajo realizado.
Tras ese episodio, Marín puso a otra reportera a escribir una nota que atribuyeron a Sedesol, pero con argumentos que dio Sedatu y con encuestas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), para publicarla en primera plana como especie de “replica”.
Sin embargo, Cota afirmó que tal “replica” no era otra cosa que el “desmentido” de su polémico reportaje, el cual demuestra que el programa Cruzada Nacional contra el Hambre se hizo sin estudios sólidos que la avalen y sin tomar en cuenta las necesidades de los involucrados.
Carlos Marín también hizo eliminar la investigación de Cota del portal electrónico de Milenio, así como de la portada de la sección DataLab, además también se borraron los tuits y post de la red social Facebook, que hablaban del tema.
No obstante, dijo Cota, algunos directivos del diario persuadieron a Marín para que volviera a publicar la investigación, y así lo hizo, pero al título de la misma le eliminó la palabra “falso”, detalle que enseguida noto el público de Milenio y algunos periodistas, y que de inmediato divulgaron en diversos medios de internet.
Ante lo sucedido, Karen Cota, y después de trabajar por un año y ocho meses en Milenio, decidió renunciar, porque, expresó, que quien tenía la obligación de defender su trabajo no lo hizo, y además pretendía que aceptaran trabajar “bajo condiciones de censura y nula libertad de expresión”.
La periodista agradeció las muestras de apoyo que recibió tras su renuncia, y pidió a la población valorar la labor periodística, pues este, dijo, es “un indispensable para un país sin corrupción, libre y fortalecido”.