Las pensiones en México para 2024 significarán un gasto que alcance 6.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), cifra que significa una limitante para alcanzar un mayor crecimiento económico, señaló Enrique Díaz Infante, director del sector financiero del Centro de Estudio Espinosa Yglesias (CEEY).
- Explicó que el gasto en pensiones en 2017, por beneficio definido y por las de corte asistencial ocuparon 3.7 por ciento del PIB; para 2020, se destinaban 4.7 por ciento; en 2022, se erogaron 5.3 por ciento y se estima que para 2024 la cifra llegue a 6.4 por ciento del PIB.
- Díaz Infante señaló que ese gasto para finales de este sexenio superará los recursos destinados en 2019 a Salud, que fue de 2.5 por ciento del PIB, o el de Educación, que llegó a 3.1 puntos y 2.9 por ciento del gasto en Infraestructura, “cifras que a la fecha no han cambiado, porque se gasta más en pensiones”.
Destacó que “es un pasivo contingente que no se paga en una sola exhibición, pero un gasto tan alto en el presupuesto limita el espacio fiscal, por ello, urge una reforma fiscal, que si bien tiene un costo político que se paga en las urnas, es necesario para que las finanzas públicas sean viables”.
- Díaz señaló que la reforma debe elevar el nivel de ingresos en México y propuso subir la recaudación que hoy es de 17 por ciento respecto del PIB, esto a través de “gravar más, a los que más reciben”.
- Agregó que también deberá ser más eficiente la recaudación en estados, en predial, agua, tenencia o Impuestos Sobre la Renta (ISR); incentivar el empleo, para disminuir la informalidad que supera 50 por ciento de la población económicamente activa y tener una mayor fiscalización y vigilancia en los grandes contribuyentes.
El experto reconoció que en el quinto año de gobierno es difícil que esta administración opte por una Reforma Fiscal.
México, sexto lugar en cobertura de pensiones en AL
Gracias a la pensión no contributiva (Pensión del Bienestar para los Adultos Mayores, PBAM) México ocupó el sexto lugar, de 16 países evaluados, sobre personas de 65 años o más que reciben algún tipo de pensión, informó la Federación Internacional de Administradora de Pensiones (FIAP).
El reporte “Once propuestas para aumentar la cobertura previsional contributiva en América Latina”, reveló que en México 72% de la población de 65 años o más recibe una pensión contributiva o no contributiva con lo cual el país se posiciona por arriba del promedio regional de 59 por ciento.
Si no se toma en cuenta el dato de la pensión no contributiva, México se ubica por debajo del promedio regional con 40% de la población con 65 o más años que cuenta con pensión contributiva.
En este sentido, 32% de los mexicanos cuentan con una pensión contributiva (como IMSS, ISSSTE, CFE o Pemex). Mientras que 40% tiene acceso a la pensión no contributiva.
La PBAM, un programa insignia de la actual administración federal, contará 335,500 millones de pesos para este año, esto es 97,500 millones de pesos más que lo asignado para el 2022. El monto bimestral de la pensión será de 4,800 pesos.
- Cuatro de cada 10 cotiza: Paralelamente, el reporte explica que en América Latina y el Caribe, sólo cuatro de cada 10 trabajadores cotizan en algún sistema de seguridad social obligatorio lo cual es el resultado del grado de desarrollo económico y de la informalidad en el mercado laboral en la región.
Las personas en América Latina y el Caribe que cotizan contrasta con el nivel de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en donde siete de cada 10 trabajadores está en un esquema de pensión contributiva.
En este sentido, la baja cobertura de cotización que existe en la región genera un problema de desprotección durante la vida laboral activa y en la vejez, pues solo 40%, en promedio, de los adultos mayores de 65 años recibe una pensión contributiva.
Lo anterior es debido a la informalidad laboral y a que los sistemas de pensiones fueron concebidos para apoyarse en un mercado laboral asalariado formal, detalló la FIAP.
“En respuesta al bajo porcentaje de trabajadores que recibe una pensión contributiva y a la insuficiencia de los montos promedio de pensión otorgados por los sistemas contributivos como consecuencia de los bajos niveles de ahorro previsional y edades de pensión, las pensiones no contributivas han ganado terreno desde el 2000, pero su implementación trae desafíos de diseño y de sostenibilidad”, explica el documento.
La FIAP sugiere que para fortalecer las pensiones contributivas se deberían de implementar políticas públicas que promuevan el desarrollo económico sostenido; reducir la burocracia; o impulsar la infraestructura, entre otras acciones de políticas públicas.
- Desembolsar mucho dinero: De acuerdo con el periodista Calor Loret, la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador es una «bomba de tiempo económica» ya que los presupuestos de los programas sociales de apoyo a los adultos mayores y los presupuestos del sector salud para atender las enfermedades asociadas a la edad van a tener que aumentar.
«El gobierno va a tener que pagar muchísimo dinero para cubrir las pensiones de toda la gente que se va a retirar de Pemex, CFE y el sector público en general. Más los que se pensionen del sector privado».
«El gobierno ha tenido que duplicar el presupuesto destinado a las pensiones, y ya le representa el 15% de su dinero».
Señaló Loret en su columna, que «el gobierno no tiene dinero y no se ve de dónde lo pueda sacar: cada vez tiene menos ingresos por el petróleo y con bajo o nulo crecimiento económico recauda menos impuestos. Esto se vuelve un círculo vicioso porque deja de haber dinero para la inversión pública y esto frena aún más la economía: en esa misma década, la inversión pública ha caído más o menos a la mitad de lo que era».
Programas sociales ayudaron a la sobrevaluación del peso
La actual fortaleza del peso mexicano frente el dólar obedece a diversos factores, entre ellos la estrategia de proximidad e integración con Estados Unidos y Canadá, el hecho de que México haya salido de la parte más difícil de la pandemia sin endeudarse y el efecto de los programas sociales del actual gobierno, señaló Noemí Levy, profesora de la Facultad de Economía de la UNAM.
- En entrevista con La Jornada, la académica indicó que la “sobrevaluación” de la moneda nacional se explica en cierta medida por “la estrategia de consolidación y fortalecimiento de la región (de América del Norte) y la política de proximidad con Estados Unidos y Canadá”, además del nearshoring, es decir, la práctica empresarial de transferir parte de sus operaciones o producción a países cercanos.
“Si escuchamos a los tres presidentes (en la recién terminada Cumbre de Líderes de América del Norte), da la impresión de que hay una luna de miel en pleno apogeo, a pesar de que se están dirimiendo varios temas, como la política petrolera, y eso le da mucha certeza al gran capital”, indicó.
- Otro factor que incide en la actual valuación del peso es el hecho de que México es uno de los pocos países que salen sin deuda de la pandemia, y aunque le costó recobrar el crecimiento un año más que a otras naciones, lo pudo hacer. Además, “parece que sí funcionan los pagos que se les dan a los adultos mayores a través de programas sociales como un mecanismo para ampliar el mercado interno.
“En la parte económica, ninguna variable se salió (de control), pese a la pandemia, y eso combinado con un arraigo muy alto del presidente (Andrés Manuel López Obrador), le da certeza al gran capital. Además, sigue la reactivación del turismo y las remesas. En términos económicos le ha ido bien a este régimen, aunque hubiésemos esperado que hubiera más gasto.”
Consultada sobre los escenarios para el peso, Levy señaló que “una moneda tan sobrevaluada no es la mejor opción a largo plazo, pero en el contexto inflacionario, de guerra y de escasez que enfrentamos, es una vía para que la inflación no se descontrole”.
Luego de enfatizar que el nearshoring da a México “un poder de negociación más fuerte” ante Estados Unidos y Canadá, la investigadora llamó al gobierno del país a “generar mayor gasto público que dinamice los sectores productivos estratégicos”, además de apoyar más a las pequeñas y medianas empresas, y no basar sus expectativas únicamente en la inversión extranjera directa, que “no es la salida para el crecimiento”./Agencias-PUNTOporPUNTO