La calificación soberana de México no es el mayor problema en este momento, porque la administración mantiene las finanzas públicas sanas que heredó de la administración anterior y apuntala su grado de inversión. “Es la situación de Pemex, una empresa prácticamente quebrada, la que urge apuntalar, pues si pierde el grado de inversión se le cerrará el mercado y el gobierno federal tendrá que salir a respaldarlo”, advirtió José Ignacio Armendáriz, socio y country head de Compass Group.
• Asumir la deuda de Pemex elevaría en 8 puntos del PIB la deuda pública, estimó. “Y claramente se trata del foco amarillo que tendrían que estar atendiendo en la administración, porque en el mercado se asume que el gobierno sacará la cara y le refinanciará”, consignó.
• Entrevistado por El Economista, dijo que, por ahora, la alternativa de que Pemex se financie directo en el mercado está acotada, porque ha perdido la confianza de los inversionistas, y esto se traduce claramente en la tasa de interés que piden para fondearlo, que está muy por arriba de lo que paga un bono del gobierno.
• Desde Nueva York, analistas de Eurasia Group advirtieron que para los inversionistas México se mantiene en perspectiva Negativa de corto y largo plazos desde fines de enero, ante la evidencia de que “el presidente del país no se retractará de su estrategia energética y que cualquier ayuda brindada a la compañía se realizará a expensas de las cuentas fiscales”.
Destacaron que el panorama es más pesimista al tomar en cuenta que el presidente continúa utilizando las consultas populares para avanzar su agenda, donde los resultados suelen favorecer sus propuestas.
Por su parte, el director de Estudios Económicos en Banamex, Sergio Luna, advirtió que como la perspectiva Negativa donde colocó Standard and Poor’s la nota soberana de México se anunció después del cierre de los mercados, la respuesta de los inversionistas se mantuvo contenida. Habrá que esperar a la apertura de este lunes.
Participación privada, limitada
• En notas emitidas a sus clientes, Eurasia Group explicó que la impresión sigue siendo que el gobierno mantendrá su estrategia de expandir el rol de la compañía para limitar la participación privada en el sector energético, aun cuando socave las finanzas de Pemex y las cuentas fiscales del país.
• Incluso consideraron que los inversionistas están decepcionados, pues originalmente el gobierno había insinuado que buscaría medidas más agresivas para cambiar el régimen fiscal de Pemex.
• Analistas de la consultoría Pantheon Macroeconomics comentaron que los resultados del comercio del petróleo conducirán a nuevas pérdidas “hiriendo la economía en su conjunto”, otro factor que debería tener en cuenta la administración.
Menor crecimiento, otro riesgo
Aquí en México, el director gerente de Investigación de Mercados Emergentes para Credit Suisse, Alonso Cervera, sostuvo que la perspectiva Negativa en la calificación crediticia significa que hay una probabilidad entre 30 y 50% de una revisión a la baja en la nota en un periodo de 18 a 24 meses.
Detalló que S&P estimó que la economía mexicana crecerá 1.8% en este año, y opinó que podrían utilizar este pronóstico como pretexto para bajar la nota crediticia de México si crece por debajo de 1.8 por ciento.
• Los analistas mencionaron que el riesgo de crecimiento de la economía tiene una presión adicional a la baja en la declinación de la producción petrolera, “el estancamiento persistente de la inversión pública y la debilidad del ambiente global, que mantendrá a las manufacturas suavizando su desempeño”. /EL ECONOMISTA-PUNTOporPUNTO