Desde 2013, los recortes presupuestales han impedido concluir el Proyecto de Calidad de Combustibles Fase Diesel para las refinerías Madero, Minatitlán, Salamanca, Salina Cruz y Tula, a través del cual se buscaba ofrecer combustible limpio de ese tipo en todo el país a partir de 2017, revela una versión desclasificada parcial del proyecto, obtenida por esta casa editorial.
La ejecución del plan inició en 2014 y requería una inversión de 48 mil 660 millones de pesos, pero el monto luego se incrementó a 77 mil 327 millones.
Sin embargo, en 2016, el Consejo de Administración de Pemex determinó “la suspensión de los contratos” firmados con empresas privadas involucradas en el proyecto, cuyos costos siguen siendo todavía evaluados.
- Bajo el actual gobierno, Pemex solicitó a la Comisión Reguladora de Energía (CRE) una ampliación al 1 de enero de 2025 para cumplir con el plazo que establece la Norma Oficial Mexicana sobre la calidad de los combustibles, “derivado de ajustes presupuestales”, de modo que los contratos permanecen suspendidos.
- Desde hace nueve años han pesado más los recortes presupuestales a Pemex que la calidad del medio ambiente y la salud de millones de mexicanos, debido al poco interés en sacar del mercado el diesel con alto contenido de azufre.
- Uno de cada cuatro litros que las gasolinerías del país vendieron en 2021 era de diesel, señalan cifras de la petrolera.
- Desde 2013, los constantes recortes presupuestales a Pemex han impedido concluir el Proyecto de Calidad de Combustibles Fase Diesel para las Refinerías Madero, Minatitlán, Salamanca, Salina Cruz y Tula, mediante el cual se buscaba ofrecer diesel limpio en todo el país a partir de 2017, así lo revela una versión desclasificada parcial del proyecto, con fecha de junio pasado obtenida por EL UNIVERSAL.
El proyecto se diseñó para garantizar la producción de diesel UBA (Ultra Bajo Azufre), con lo que se cumpliría con las especificaciones de las normas oficiales y, en consecuencia, se lograrían los objetivos de mejoramiento de la calidad del aire en todo el país, reducir las erogaciones por las importaciones del combustible, posicionar a Pemex como una empresa socialmente responsable, a través de la producción de combustibles UBA con estándares internacionales.
- La Unidad de Inversión de la Secretaría de Hacienda autorizó el proyecto en 2013 con una inversión de 48 mil 660 millones de pesos “y se planeaba terminar en 2017, con la finalidad de empezar a ofertar al mercado mexicano diesel limpio, de bajo contenido de azufre”, lo que no ocurrió.
- En 2014 inició la ejecución del proyecto, el cual se desarrolló en dos fases: la primera concluyó en 2016, aunque el monto de inversión subió a 77 mil 327 millones de pesos, pero se planeaba la terminación mecánica en 2018 y el cierre administrativo en 2019.
Sin embargo, en 2016, según la versión desclasificada del proyecto, se firmaron acuerdos emitidos por el Consejo de Administración de Pemex, mediante los cuales, derivado de la implementación del ajuste al presupuesto de la compañía y sus empresas productivas subsidiarias, se autorizó llevar a cabo “la suspensión de los contratos” firmados con empresas privadas involucradas en el proyecto.
En ese año, el máximo órgano de gobierno de Pemex estaba encabezado por Pedro Joaquín Coldwell, entonces secretario de Energía, y consejeros como Miguel Messmacher, subsecretario de Ingresos de Hacienda, y el director de la petrolera, José Antonio González Anaya.
- Entre 2017 y 2019, derivado de acuerdos emitidos por el Consejo de Administración de Pemex, “se siguieron teniendo ajustes presupuestales a la baja y como consecuencia contratos suspendidos”, muestra el documento obtenido por este diario.
- Desde 2019, la presidencia del consejo la encabeza Rocío Nahle, secretaria de Energía, apoyada por otros consejeros como Manuel Bartlett Díaz, director de CFE, y Octavio Romero Oropeza, principal encargado de Pemex.
Se pensaba que era probable producir diesel limpio para diciembre de 2020, pero Pemex solicitó a la Comisión Reguladora de Energía una ampliación al 1 de enero de 2025 para cumplir con la norma sobre la calidad de combustibles, “derivado de ajustes presupuestales”.
A raíz de que se impide concluir el proyecto de calidad de los combustibles de 2013, ha sido necesario suspender contratos con empresas especializadas involucradas, así como almacenar, preservar y proporcionar mantenimiento en diversos talleres a los equipos y materiales que ya se habían adquirido en México y otros países.
Los costos están siendo evaluados porque “los contratistas y proveedores han manifestado, en múltiples ocasiones y en distintos momentos dentro del periodo de suspensión de los contratos, la situación crítica económica y financiera por la que atraviesan, debido al extenso tiempo de la suspensión total temporal, seña lando que lo más crítico es la procuración de equipos y materiales que se encuentran con órdenes de compra colocadas y con avances significativos de ingeniería, adquisición de materiales y fabricación, como es el caso de los equipos principales”, muestra la versión del proyecto.
Insuficiente oferta
El Sistema Nacional de Refinación, integrado por las refinerías que opera Pemex, produce diesel UBA, pero los volúmenes resultan insuficientes para cubrir la demanda nacional.
De cada litro de diesel ofertado por Pemex en 2021, cuatro corresponden a diesel sucio; es decir que tiene un contenido de azufre de 500 partes por millón máximo (ppm), mientras seis son de calidad UBA de 15 ppm.
Cifras de Pemex muestran que, entre 2014 y 2021, la producción de este tipo de combustible se redujo 31%.
- El año pasado, la producción de Pemex se ubicó en 118 mil barriles diarios, mientras la demanda llegó a 178 mil barriles por día; es decir, el país tuvo un déficit de 60 mil barriles diarios, por lo que se vio obligado a comprar el combustible en el extranjero.
- Desde 2008, hace 17 años, se identificó que la entonces filial Pemex Refinación carecía de infraestructura suficiente para reducir el contenido de azufre de las gasolinas y diesel, por lo que se solicitó al Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) un estudio para definir el alcance que tendría la modernización de la infraestructura existente y la integración de nuevas unidades en el Sistema Nacional de Refinación, así como la estimación del tiempo y los recursos necesarios para su implantación a través del proyecto de calidad de los combustibles.
En ese entonces, la Norma Oficial Mexicana NOM-086-SEMARNAT-SENER-SCFI-20085 dio “especificaciones de los combustibles fósiles para la protección ambiental”, misma que se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 30 de enero de 2006, y más tárde pasó a NOM-016-CRE-2016-, y estableció las especificaciones que deben de cumplir los combustibles líquidos.
En particular, se refiere a la reducción de los compuestos de azufre a 30 ppm en la gasolina y 15 ppm, en el caso del diesel, niveles que permitirían incluir en los vehículos nuevas tecnologías en motores de combustión y de sistemas de control de emisiones de máxima eficiencia.
En la Memoria Documental NOM-106-CRE-2016, que la administración pasada entregó al presidente Andrés Manuel López Obrador como parte del cambio de gobierno, se señaló que “uno de los principales problemas que se pretendían disminuir con la norma fueron los riesgos a la salud, asociados a la emisión de partículas contaminantes producto de la combustión de petrolíferos, que provocan serias afectaciones a los sistemas respiratorios y cardiovasculares, a saber: enfermedades respiratorias, ataques al corazón, derrames cerebrales, asma, cáncer, bajo peso en los niños al nacer, mortalidad infantil, etcétera, cuyo origen está relacionado con la contaminación del aire”.
- De igual manera, añadió el documento, “la calidad de los petrolíferos seguirá siendo estudiada por instituciones públicas como el IMP, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, u otros centros de investigación científica o académica tanto públicos como privados”.
En materia ambiental, argumentó que la NOM-016 “facilita la importación de petrolíferos con especificaciones similares a las de México, haciéndose evidente la consideración de que, a más tardar el 31 de diciembre de 2018, todo el diesel automotriz que se utilice en el territorio nacional sea de ultra bajo azufre, lo que contribuirá a contrarrestar el impacto ambiental con el uso de dicha molécula”.
El uso de este combustible, particularmente en el transporte público federal de carga y pasaje y en automóviles convertidos a diesel, ha sido un debate en el mundo por los altos niveles de contaminantes, por lo que en muchos países se decidió la introducción del llamado diesel UBA desde hace más de una década.
Tendencia internacional
El Instituto Mexicano para la Competitividad señala que la tendencia internacional es hacia la reducción en el contenido de azufre en diesel y gasolinas.
En Estados Unidos, la transición de concentraciones de contaminantes a valores inferiores se implementó en forma gradual, como en el caso del azufre, según la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones.
El estándar de bajo azufre propuesto en la NOM-016 es equivalente al estándar mínimo actual en la Unión Americana (Tier 2), pero no corresponde con los estándares más estrictos a escala internacional.
Se espera que el próximo año se adopte un nuevo estándar de 10 ppm en la nación vecina, por lo que la actual norma mexicana se volvería “obsoleta” en poco tiempo, en comparación con las prácticas de nuestro principal socio comercial.
“Los contratistas y proveedores han manifestado, en múltiples ocasiones, la situación crítica económica por la que atraviesan.
CFE utilizar en su generación el combustóleo de PeMex
Expertos de alto nivel en la relación entre el medio ambiente y el uso de energía alertaron sobre uno de los temas de mayor profundidad de la discusión acerca del sector energético nacional: la iniciativa de reforma eléctrica parece motivada por la necesidad de que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) utilice en su generación el combustóleo de Petróleos Mexicanos (Pemex) lo cual es nocivo para la salud de la población, para la competitividad del país, para las finanzas nacionales y para el crecimiento de la estatal eléctrica nacional.
- En el Foro 18 del Parlamento Abierto de la reforma energética en la Cámara de diputados, este lunes se abordó el tema Medio Ambiente, Agenda 2030 y Cambio Climático, en San Lázaro, donde José Luis Luege Tamargo, presidente de Ciudad Posible, cuestionó no sólo la iniciativa para modificar la Constitución sino toda la política energética de la presente administración encaminada a incrementar la refinación, cuando hoy en día ya el 31% de lo que aportan las refinerías es combustóleo y el año pasado la elaboración de este combustible se incrementó en 50 por ciento.
El experto recordó que luego de la última restricción al contenido de azufre para navegación hace dos años en aguas internacionales y las cada vez mayores restricciones de empresas por quemar fósiles para sus procesos o en su generación eléctrica, Pemex no encuentra salida a los más de 240,000 barriles por día de combustóleo que produjo por lo menos el año pasado, lo que enciende las alertas luego de que el gobierno pretende incrementar la refinación y llegar a más de 2 millones de barriles diarios en el proceso de crudo al inaugurar la refinería de Dos Bocas, Tabasco.
“En teoría todo el combustóleo va a ser usado para generación de energía eléctrica y con esto la más afectada va a ser la CFE, que en los próximos años estará obligada a la utilización de combustóleo, sin tener oportunidad de crecer su matriz renovable”, aseguró el experto.
Cuestionan responsabilidad social de privados
Sin embargo, Dacsina Peto, subdirectora de Investigación en la Dirección de Inteligencia Energética de CFEnergía, recordó que la CFE genera únicamente el 3% de su energía con combustóleo y más de 50% de su energía proviene de fuentes limpias. En tanto, los privados en el país generan por lo menos 70% de su energía con ciclos combinados a gas, que aunque es el combustible de la transición, es un fósil, por lo que no considera que pugnen por una matriz de energía limpia sino por no dejarle a la CFE liderar la transición energética, puesto que ello les costará el acaparamiento de la generación energética con el que hoy cuentan.
- “Las necesidades energéticas del mundo apuntan hacia un uso de energía fósil por lo menos durante los próximos 30 años, con lo que el mundo avanza hacia un mix de energía bajo en carbono, pero las grandes empresas del mundo no lo hacen, pero le exigen a la CFE que lo haga”, dijo, “estas empresas que en el país monopolizan el sector eléctrico, también en el mundo se asientan en los mejores territorios, igual que las empresas petroleras”.
En lo relativo a la responsabilidad social de estas firmas, Dacsina Peto aseguró que de los 24 proyectos eólicos construidos hasta hoy, el 67% son sociedades de autoabasto en el Istmo de Tehuantepec que es uno de los tres lugares más ricos en este recurso en el mundo, con un viento a 10 metros por segundo de velocidad donde estos privados han tomando 25% del espacio disponible en dos décadas. Además, 21 proyectos eoloeléctricos no tuvieron consulta libre e informada, por lo que el argumento de generar bienestar para las comunidades a donde llegan no se ha cumplido en términos de la ley. Asimismo, explicó que uno de los usuarios de esta energía como socio es Grupo México, la minera que más demandas por contaminación al agua ha tenido cuyos daños se calculan en afectaciones al consumo de agua de 20,000 personas en el país.
Por tanto, dijo que CFE tiene capacidad para liderar la transición energética de la mano de privados con los ahorros que han llegado al fideicomiso maestro luego de la renegociación de gasoductos, pero también está en posibilidades de apalancar créditos, como lo hacen las empresas privadas.
Justicia social, indispensable
Pero Ninel Escobar Montecinos, subdirectora e Cambio Climático y Enrgia del World Wildlife Fund (WWF), aplaudió que la transición energética sea ordenada en la Constitución, pero aseguró que la a descarbonización de la economía nacional es imposible sin la descarbonización del sector energético, que aporta 64% de los gases de efecto invernadero en el país y del cual 37.2% corresponde a la generación eléctrica.
- Por tanto, alertó que la iniciativa no cuenta con una estimación de las externalidades sociales y ambientales y tiene insuficiente atención hacia las salvaguardas ambientales y sociales ligadas a los proyectos energéticos de todo tipo.
“El criterio de justicia es indispensable para que esta transición sea justa, es importante integrar este concepto de justicia en la concepción de transición energética, reconociendo de manera explícita las inequidades económicas, sociales y ambientales de cada región y las urgencias, como en la región carbonífera de Coahuila, en Petacalco, Guerrero o Tula, Hidalgo, espacios con alta dependencia a la quema de combustibles fósiles, falta de oportunidades y la consecuente contaminación y daños a la salud, sin acceso a cuidados, de la población”, aseguró.
A su vez, José Bernardo Rosas, director general de Desarrollo e Innovación Tecnológica de la Ciudad de México, explicó que hoy se genera el 30.12% de energía limpia en contraste con el 23.9% del 2018, por lo que se ha avanzado fuertemente en las metas de transición, pero se requiere una hoja de ruta y no será tarea sencilla, tanto si se aprueba o no la reforma a la Constitución.
“La cuestión es quién toma el liderazgo y vigila que se cumpla”, dijo Rosas.
- Finalmente, Alberto de la Fuente, presidente del Consejo Ejecutivo de Empresas Globales, que representa a 57 de las grandes empresas energéticas tanto de hidrocarburos como eléctricas y emplean a 8 millones y directivo de Shell México, pidió encontrar los puntos en común entre las necesidades de la industria y del gobierno.
“Va a ser difícil que la CFE alcance sola la meta de generación de energía limpia, las subastas añadieron 2,000 megawatts adicionales cada una y si revisamos los planes del gobierno, el gobierno podrá instalar sólo 1,000 megawatts en este sexenio”, explicó./Agencias-PUNTOporPUNTO