AGENCIAS
Partiendo de que México es un país que se ha acostumbrado a ver cabezas cercenadas y cadáveres calcinados en la prensa pero aún se escandaliza al ver desnudos, un grupo de jóvenes se dio a la tarea de llevar al cuerpo humano la indignación por la desaparición de 43 estudiantes y otras atrocidades.
«Cuatro meses de impunidad», «Fue el Ejército» o «Ya me cansé», frases que se han hecho emblema de las manifestaciones que rechazan la desaparición de los jóvenes, fueron trasladadas a cuerpos desnudos en escenarios cotidianos como el Metro de la capital mexicana.
La campaña «Poner el cuerpo. Sacar la voz», que encabeza el fotógrafo mexicano Édgar Olguín, busca hacer del cuerpo desnudo un cartel humano en el que la sociedad exprese su inconformidad.
«Lo que quisimos fue yuxtaponer esta onda del cuerpo humano desnudo en un espacio público como un grito básicamente», contó Olguín a Efe.
El proyecto surgió en octubre de 2014 y lo hicieron público el pasado 26 de enero, cuando se conmemoraron cuatro meses de la desaparición en el municipio de Iguala de los 43 estudiantes de la escuela del magisterio de Ayotzinapa a manos de autoridades corruptas y el cártel Guerreros Unidos.
Los modelos que pusieron su cuerpo para fotografiarse desnudos con las leyendas de la indignación son actores de teatro y cine.
«Fue invitar a los cuates, contarles la propuesta; a algunos les interesó, a otros no, hubo quien dijo ‘Yo quiero poner el cuerpo, y justo por allí es que nace el nombre del proyecto», indicó Olguín.
A la hora de realizar las fotografías en espacios públicos el problema no fue con la autoridad sino con la sociedad, «a la que espanta el cuerpo desnudo», contó el fotógrafo.
«Hicimos la producción de cada locación para que el desnudo y el registro fotográfico no durara tanto. Hubo gente en favor y en contra, gente que nos decía que estaba prohibido hacer eso y gente que aplaudía lo que estábamos haciendo», indicó.
Aunque el caso Ayotzinapa fue el que acaparó la atención, la iniciativa también busca protestar sobre otras masacres y muertes que se han dado en el país con la participación de agentes estatales, como los casos de Atenco, Tlatlaya y Acteal.
«Feminicidios, desapariciones, narco Estado, Welcome to Mexico (bienvenidos a México)», se lee en uno de los mensajes que se pintó en su espalda uno de los modelos desnudos y que pueden verse en el blog http://ponerelcuerpo.tumblr.com/.
La investigación de la fiscalía mexicana sobre los 43 desaparecidos indica que los jóvenes fueron detenidos por policías locales y entregados a miembros del cártel de Guerreros Unidos tras una serie de ataques a tiros en los que murieron seis personas.
Integrantes de Guerreros Unidos detenidos afirmaron a la fiscalía que los 43 estudiantes fueron asesinados e incinerados en un basurero del municipio vecino de Cocula al creer que se trataba de miembros del cártel rival Los Rojos.
Los familiares de los alumnos rechazan esta versión y exigen a las autoridades la presentación con vida de sus seres queridos.
Una representación de los familiares viajó hace dos semanas a Ginebra para denunciar al Gobierno mexicano por este caso ante el Comité de la ONU sobre Desapariciones Forzadas.
Este viernes el Comité divulgó sus conclusiones sobre el reciente examen hecho a México en la materia, en las que indicó que «la información recibida ilustra un contexto de desapariciones generalizadas en gran parte de México, muchas de las cuales podrían calificarse como desapariciones forzadas».