PAÍSES de AL subsidiaron 57.000 MDD en Combustibles Fósiles; MÉXICO el que más ‘ayuda’ otorgó

El gobierno mexicano utilizó los excedentes generados por el precio del petróleo en el 2020 y el 2021 para fondear los subsidios a los combustibles.

Cualquier persona que haya atravesado la Ciudad de México, Bogotá, Santiago, Lima, o para el caso, casi cualquier ciudad de América Latina, habrá visto las enormes desigualdades que existen entre los barrios ricos y los barrios pobres. Estas diferencias van desde el tamaño y el lujo de las casas, el acceso a servicios básicos, la existencia de espacios verdes y de esparcimiento y la manera de transportarse hasta la seguridad en los alrededores.

  • Una forma de desigualdad mucho menos evidente y un tanto oscura: los Gobiernos subsidian la inequidad y la contaminación del planeta. En América Latina, entre 2020 y 2022, los subsidios a los combustibles fósiles —bien sabidos principales causantes del cambio— aumentaron de 35.000 a 57.000 millones de dólares. Es decir, nuestros Gobiernos están gastando grandes montos de fondos públicos para financiar el consumo o la producción de combustibles fósiles como la gasolina o el diésel.

Estos beneficios no están distribuidos equitativamente en la población. Los sectores con mayor poder adquisitivo son los que más consumen energía y, por ende, los que más se benefician de las ayudas al consumo de estos. Son los hogares que tienen carro (¡muchas veces más de uno!) quienes más gasolina necesitan y aquellos que más consumen productos, quienes más se benefician indirectamente de los subsidios al diésel para el transporte. Por lo tanto, estos son socialmente regresivos, con mayores beneficios para quienes tengan mayor poder adquisitivo.

  • Esto en números se ve así: en México, el país que más subsidia los combustibles fósiles en la región latinoamericana, la mitad más pobre de las familias recibe sólo el 20% de los beneficios de los subsidios a la gasolina, mientras que la mitad más rica recibe el restante 80%. En Sudamérica y Centroamérica, más del 43% de los beneficios de los subsidios a los combustibles fósiles fueron al 20% de la población con más ingresos, y sólo el 6% fue a los sectores más pobres de la región.

En teoría, los subsidios se implementan con el objetivo de apoyar a poblaciones marginalizadas, por ejemplo, para reducir la pobreza o como un mecanismo para promover el desarrollo económico, haciendo más accesible la energía para la movilización, el trabajo y los hogares. Sin embargo, cuando se subsidia el consumo de manera generalizada, el resultado es una distribución desigual e ineficiente de los beneficios.

Seamos claros: los subsidios a los combustibles fósiles son una política gubernamental que acelera el cambio climático, distribuye fondos públicos de manera desigual, desincentiva la búsqueda de alternativas económicas más eficientes a los combustibles fósiles, y genera efectos nocivos para la salud.

  • Se han visto varios intentos de eliminar o reducir los subsidios a los combustibles fósiles, la electricidad o el transporte público que han causado un fuerte rechazo por la población con consecuencias negativas para los procesos sociales y políticos en nuestra región. El caracazo en Venezuela de 1998, el estallido social chileno en 2019, los disturbios por el gasolinazo en México de 2017 o las protestas contra el tarifazo en Argentina de 2016, por mencionar algunos.

Es claro que la eliminación de los subsidios no es una política viable por sí sola. Aún si los sectores más ricos de la población son quienes más valor monetario adquieren de los subsidios generalizados a los combustibles fósiles, estos tienden a representar un apoyo significativo para los hogares con menores ingresos y las clases medias latinoamericanas.

El punto al que queremos llegar es que los Gobiernos busquen maneras más eficientes de lograr sus objetivos de desarrollo social y económico, tomando en cuenta también las externalidades de los problemas ambientales derivados del uso de estos combustibles. Esto puede promoverse con reformas a los esquemas de subsidios que tomen en consideración los acuerdos sociales y políticos de protección social e institucionalidad económica que la población siente que está atada a un sentido de justicia.

Es decir, los Gobiernos latinoamericanos (y del mundo), tienen hoy una inmensa oportunidad de reinvertir cantidades significativas de fondos públicos creando o fortaleciendo en paralelo programas de protección social y compensación para los hogares más vulnerables y los trabajadores y las empresas que se podrían ver afectadas negativamente por los cambios.

  • En Venezuela, se estima que en 2022, el Gobierno gastó cerca de 8.000 millones de dólares en subsidios para el consumo de productos derivados del petróleo. Esto podría equivaler a 34 dólares mensuales por persona si se distribuyen directamente a los 19,6 millones de personas en pobreza extrema en el país, cubriendo el 30% de la canasta básica de un hogar de cinco personas.

En un contexto de emergencia climática e inequidad social, resulta éticamente inaceptable subsidiar la contaminación y subsidiar innecesariamente a los sectores más ricos. Es más bien momento de repensar nuestro contrato social hacia una distribución justa de los recursos públicos. Una reforma bien ejecutada puede ser una oportunidad para afianzar la confianza entre el Estado y la población, si los gobiernos de la región pueden demostrar que la transición energética no sólo puede ser justa, sino que además ofrece muchos beneficios.

El aumento en los ingresos por hidrocarburos impulsó la recaudación tributaria en AL

Los ingresos tributarios como porcentaje del PIB aumentaron en los países de América Latina y el Caribe en 2022 con respecto al año anterior, debido en parte a un marcado incremento en los ingresos provenientes de la extracción de gas y petróleo.

Esta es una de las principales conclusiones del informe Estadísticas Tributarias en América Latina y el Caribe 2024, elaborado por la OCDE, y publicado este martes en el 36º Seminario Regional de Política Fiscal en Santiago de Chile.

  • El documento revela que el promedio de la recaudación tributaria como porcentaje del PIB en Latinoamérica aumentó en 0,3 puntos porcentuales en 2022, alcanzando un 21,5%. Esto estuvo ligeramente por debajo de su nivel anterior a la pandemia del Covid-19 (21,6% en 2019) y por debajo del promedio de los países de la OCDE (34% del PIB).
  • La recaudación tributaria como porcentaje del PIB aumentó en 20 países de la región entre 2021 y 2022 y disminuyó en seis países. Los mayores aumentos se observaron en Chile (un aumento de 1,7 puntos porcentuales respecto del año anterior), las Bahamas (1,6) y Ecuador (1,5).

La mayor disminución (de 6,3 puntos porcentuales) ocurrió en Guyana, que fue uno de los cuatro países del Caribe incluidos en el informe, donde el aumento en los ingresos fiscales fue superado por el crecimiento del PIB, lo que provocó una disminución en la recaudación tributaria como porcentaje del PIB.

El incremento de la recaudación tributaria en promedio como porcentaje del PIB promedio de la región en 2022 fue impulsado por los ingresos por el impuesto sobre sociedades, que aumentaron en 0,6 puntos porcentuales en promedio respecto al año anterior.

El aumento en el impuesto de sociedades fue particularmente fuerte entre los 10 principales productores de hidrocarburos incluidos en el informe, que se beneficiaron de las mayores ganancias derivadas de un aumento en los precios del petróleo y el gas en 2021 y la primera mitad de 2022.

Los hidrocarburos

Los ingresos tributarios y no tributarios relacionados con los hidrocarburos en los principales productores de petróleo y gas aumentaron a 4,4% del PIB en promedio en 2022 desde 2,6% del PIB en 2021, antes de disminuir a un estimado de 3,9% del PIB en 2023 a medida que los precios del petróleo y el gas tendían a la baja.

  • Por su parte, los ingresos procedentes del sector de la minería aumentaron a 0,75% del PIB en 2022 antes de disminuir a un estimado de 0,5% del PIB en 2023.
  • La recaudación de otros tipos de impuestos se mantuvo sin cambios o disminuyó como porcentaje del PIB en promedio en toda América Latina en 2022. Los ingresos provenientes de impuestos sobre bienes y servicios disminuyeron en 0.3 puntos porcentuales en promedio, debido a una caída en los ingresos procedentes de impuestos selectivos que ascendieron a 0.4 puntos porcentuales, causada en parte por las medidas tributarias para mitigar el impacto de los altos precios de la energía.

En 2022, los impuestos sobre bienes y servicios generaron casi la mitad de los ingresos tributarios totales de la región, frente a menos de un tercio en la OCDE (31,9% en 2021, el último año disponible). Los ingresos procedentes del impuesto de sociedades y del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) representaron un 18,8% y 9,2% respectivamente de los ingresos tributarios totales, frente a un 10,2% y 23,7% en la OCDE (cifras de 2021).

Ecuador quitará los subsidios a la gasolina y elevará su precio

El ministro de Economía y Finanzas de Ecuador, Juan Carlos Vega, confirmó este miércoles que el Gobierno ya está “muy cerca” de concretar su plan de quita de subsidios a algunos tipos de gasolina, lo que elevaría su precio. El proyecto lleva varias semanas de trabajo y alcanzará a los surtidores de Extra y Eco País, ambas de 85 octanos y las de mayor consumo a nivel nacional, cuyo precio está congelado en USD 2.47 por galón.

  • De entrar en vigencia la nueva medida, estas dos naftas perderán el subsidio del Estado, por lo que su precio se incrementaría 25 centavos hasta los USD 2.72 por galón, con un techo de alza del 5% y un piso mínimo del 10% sobre ese valor. No obstante, para evitar que taxis y camiones se vean afectados y “suban su costo de operación” o que “suban las tarifas que le cobran al usuario final, de escasos recursos”, se otorgará una “compensación” a cerca de 85.000 vehículos.
  • El Gobierno considera de suma importancia conseguir la quita de asistencia a estos productos ya que en 2023 le significaron al Estado un total de USD 644 millones, es decir, casi “el equivalente del bono de desarrollo humano -694 millones de dólares-, y casi el doble de lo que se gasta en programas contra la desnutrición -342 millones de dólares- y pensiones para adultos mayores -345 millones de dólares-”.

Asimismo, desde el gabinete de Daniel Noboa explicaron que gran parte de esas subvenciones -exactamente el 53 por ciento, USD 300 millones- acaban en el 20% de la población más adinerada.

“Estas medidas atacan a las personas de más recursos que sí pueden pagar una gasolina un poco más alta, para el beneficio de los más necesitados, de los que requieren más oportunidades de estudio, empleo, medicamentos, servicios de salud y nutrición”, indicó Vega.

  • Es por ello que no se planteó la quita de subsidios al diésel que, por más que ronda los USD 1.500 millones anuales y es la asistencia mas cara, “los impactos son bastante más equitativos y realmente una parte importante va al segmento de ingresos medios y bajos de la población, y tiene efectos en la competitividad del país a efectos de movilización de carga”, sumó el Ministro.

No obstante, varios sectores sociales se han mostrado en contra de la iniciativa. Organizaciones indígenas, sindicatos, gremios y referentes del Frente Popular de Izquierda llamaron a movilizaciones en Quito para protestar. “Sube la gasolina, sube todo”, sostuvo Nelson Erazo, presidente del FP.

El plan forma parte de la reformas que el Ejecutivo de Noboa emprendió desde su asunción para hacer frente al déficit fiscal de 2023, como la suba del IVA al 15% y el reciente programa crediticio acordado con el Fondo Monetario Internacional por USD 4.000 millones, en un plazo de 48 meses.

De todas formas, esta no es la primera vez que se intentan realizar cambios en la gasolina aunque no sin generar el enojo del pueblo. En 2018, el ex presidente Lenin Moreno liberó el precio del tipo super y su sucesor, Guillermo Lasso, intentó hacer lo mismo con la nafta extra, ante lo que la mayor organización indígena, la CONAIE, se sublevó.

El país de Sudamérica con la gasolina más cara en 2024

El precio del combustible es fundamental para la economía mundial, ya que influye directamente en los costos de transporte de bienes y personas. Un incremento en el precio del combustible eleva los gastos de transporte, lo que a su vez encarece los productos y servicios, impactando tanto a los consumidores como a las empresas.

Global Petrol Prices, encargado de rastrear de forma constante los precios de la gasolina tanto por galón como por litro, ha difundido una lista renovada hasta junio de 2024, la cual muestra los costos del combustible en los países sudamericanos asociados.

  • Uruguay ocupa el puesto 14 en el ranking mundial de Global Petrol Prices por tener el precio más alto de gasolina en Latinoamérica. El costo por litro es de US$1.978, equivalente a US$7.486 por galón.

Los impuestos sobre la gasolina o nafta son el principal motivo de esta situación bajo el gobierno del presidente Luis Lacalle Pou. En cuanto al petróleo, su costo es el mismo para todos los países, incluidos aquellos que importan combustible.

«En Uruguay, el combustible tiene una carga tributaria sustancialmente mayor que en otros países», comentó el economista uruguayo Agustín Iturralde a AFP. Además, destacó que otra razón de los altos precios es el aumento global de la energía. «La energía está subiendo en el mundo despiadadamente y esa es la explicación de por qué subió ahora. (…) Es una tendencia mundial», concluyó.

Sin embargo, este problema no apareció durante el mandato de Lacalle Pou. El país sudamericano lideró el ranking de los precios más altos por litro del combustible de América Latina desde 2001, según Cepal.

¿Qué país tiene la gasolina más barata de Sudamérica?

Venezuela con US$ 0.035, siendo la gasolina más barata de Latinoamérica y del mundo, principalmente debido a sus vastas reservas de petróleo, que permiten producir grandes cantidades de gasolina a un costo relativamente bajo. El gobierno ha mantenido históricamente una política de subsidios altos y control de precios para asegurar que el costo de la gasolina sea insignificante para los ciudadanos. Esta estrategia busca mantener el apoyo popular y evitar el descontento social.

  • Los costos de producción internos son bajos debido a la infraestructura existente, aunque la falta de inversión y el deterioro han afectado la capacidad de producción. La hiperinflación y la devaluación de la moneda venezolana también contribuyen a mantener los precios bajos en términos nominales.

La invasión rusa de Ucrania, ha provocado un aumento en los precios internacionales del petróleo y otras materias primas, el costo de la gasolina se ha convertido en un tema de debate global. Dado que los impuestos representan una parte significativa del precio de venta al público para cargar combustible, los países que aplican menores impuestos a la gasolina continúan presentando los precios más bajos. Siendo un ejemplo de este Venezuela.

Los 5 países con mayor reserva de petróleo

  • Venezuela: 303.200 millones de barriles.
  • Arabia Saudita: 267.200 millones de barriles.
  • Irán: 208.600 millones de barriles.
  • Irak: 145.000 millones de barriles.
  • Emiratos Árabes Unidos: 113.000 millones de barriles.

¿Cuál es el mayor productor de petróleo en América Latina?

Brasil se ha consolidado como el principal productor de petróleo en América Latina tras alcanzar una producción de 3,77 millones de barriles diarios en la primera parte de 2024. Esta cifra lo coloca en la séptima posición a nivel mundial y supera a Venezuela y otros países de la región. México sigue el ranking latinoamericano, con una producción significativa, pero aún por debajo de la brasileña. Argentina, Colombia y Ecuador completan la lista de los principales productores de Sudamérica.

México, de los países que más recursos da al subsidio de combustibles fósiles

México es uno de los 25 países que destinan una mayor proporción del PIB al subsidio de combustibles fósiles, advirtieron economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI).

  • El organismo estima que el gobierno mexicano ha destinado el equivalente al 7.6% de su PIB en tratar de aliviar la carga del precio a los consumidores de estos combustibles, unos 98,000 millones de dólares.
  • En un documento de trabajo, cuyos autores son Simon Black y Antug A. Liu, analizaron la situación en 170 países, donde encontraron que los subsidios totales a combustibles fósiles ascendieron en 2022 a 7 billones de dólares, lo que equivale a 7.1% del PIB mundial.

En el documento, titulado Datos de subsidios a combustibles fósiles, actualización 2023, sugirieron eliminar estas subvenciones e imponer gravámenes correctivos para reducir emisiones globales de dióxido de carbono, pues estos subsidios están fondeando a quienes más tienen.

Detallaron que por regiones, Asia oriental y el Pacífico representa casi la mitad del subsidio global, y visto por países, Irán se mantiene como el de mayor subsidios de combustibles, al erogar el equivalente a 27.2% de su PIB. Cuando el comparativo se hace en función del gasto erogado en dólares, queda China como el líder absoluto, pues destina 2.2 billones de dólares.

“Estos ingresos podrían usarse para reducir impuestos como los laborales, ayudar a la sostenibilidad de la deuda o financiar inversiones productivas”, señalaron.

Todos pierden

En el análisis subrayaron que los estímulos fiscales a gasolinas, diesel y carbono suelen ser regresivos, pues benefician a la proporción de habitantes que más recursos tiene. La mayoría de las personas que conducen automóviles se encuentran en los niveles de altos ingresos, por tanto no se está asistiendo a la gente de escasos recursos.

Los autores subrayaron que el episodio reciente de aumento en los precios internacionales de petróleo evidencia la relevancia de hacer una rápida transición hacia energías limpias.

  • Algunos gobiernos trataron de suavizar el impacto del alza de precios de combustibles para limitar su impacto en la inflación, lo que generó pérdidas en la recaudación y se convirtió en un subsidio regresivo.
  • El gobierno mexicano utilizó los excedentes generados por el precio del petróleo en el 2020 y el 2021 para fondear los subsidios a los combustibles. Según la Secretaría de Hacienda, este subsidio tuvo un costo de 397,300 millones de pesos durante el 2022, que equivalen a 1.4% del PIB.

Como el precio del combustible está gravado por el IEPS, se presentó una caída en la recaudación de este impuesto.

Ajuste fiscal

Una reforma como la propuesta por los expertos del FMI tendrá que venir acompañada de la eliminación progresiva de vehículos de gasolina y diesel, por lo que también será necesaria una sólida asistencia a los hogares para socavar los incentivos de conservar aparatos que utilizan energías fósiles.

Una vía para lograrlo es adoptar transferencias sujetas a verificación de recursos o reembolsos globales en las facturas de energía limpia.

  • Esto permitirá abordar el cambio climático reducir las muertes por contaminación del aire así como acotar la dependencia de fuentes de energía no segura y limitar el riesgo de nuevas presiones al alza en la inflación.
  • Sugirieron, entonces, desarrollar una estrategia de ajuste fiscal para eliminar los subsidios explícitos a los combustibles e imponer impuestos correctivos que incentiven la reducción de emisiones contaminantes.

Estimaron que de presentarse una reforma mundial en los precios de combustibles generaría beneficios netos equivalentes a 3.6% del PIB.

Según el análisis, al reformar los subsidios a los combustibles hasta el punto de reducir el CO2 en aproximadamente 25% aumentaría el bienes neto del medio ambiente y eliminaría distorsiones de precios”./Agencias-PUNTOporPUNTO

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