Gustavo Sánchez B
Desde Tixtla, Guerrero, Omar no tiene duda: detrás de la nota firmada por Carlos Marín (Van ‘Ardillos’ por presuntos ‘Rojos’ en Ayotzinapa) hay un intento más del gobierno por relacionar a los normalistas de Ayotzinapa con el crimen organizado.
Aunque acepta que es su voz la que se escucha en una llamada telefónica intervenida, asegura que la conversación con uno de sus compañeros de la Normal fue sacada de contexto.
Para el normalista, identificado públicamente como Omar García, la nota forma “parte de la cadena de acusaciones que han venido orquestando desde los primeros meses del movimiento, mucho más ahora con el estreno de su peliculita esa de La Noche de Iguala,incluso después del informe de los expertos nosotros vimos una campaña de descalificación hacia los mismos”.
En la nota publicada en el diario Milenio, se señala que “dos grupos de la organización delictiva Los Ardillos intentaron hace 20 días irrumpir en la Normal de Ayotzinapa con el propósito de levantar a cuatro estudiantes… a quienes identifican como miembros de la banda de Los Rojos“.
Un día después de la noticia publicada en el periódico de circulación nacional, Omar toma una llamada telefónica de Aristegui Noticias, responde a las acusaciones y advierte que la entrevista está siendo grabada también por quienes tienen intervenido su celular.
-La llamada ¿efectivamente sucedió?
-Sucedió en parte, ahora las tecnologías son capaces de alterar y de modificar, de editar…
-¿Está editada?
-Está totalmente descontextualizada, por lo tanto nosotros creemos en primer lugar que es una violación a la ley, a la privacidad de las personas, hacer ese tipo de cosas.
El mismo Carlos Marín defendió a Lorenzo Córdova (presidente del INE) cuando éste fue interceptado en sus llamadas, ¿no? Ahora él mismo lo está haciendo y forma parte de este juego. Entonces creemos que está descontextualizada (la llamada), hay afirmaciones que no son…
Columna de Marín sobre la intervención de llamadas telefónicas
-¿Quieres decir que está editada la llamada?
-Sí, en parte…
-¿Pero sí hacen mención a la entrada de Los Ardillos?
-No, mira, nosotros mencionamos a Los Ardillos porque es del conocimiento de la población de Tixtla que esos tipos llegaron a principios de octubre, como el 2 de octubre, a Tixtla, a arrebatarles la plaza a los contrarios, por lo tanto la mención de Los Ardillos estaba a la orden del día, tanto nuestra como de la población aquí. Nosotros teníamos miedo de que fuera parte de una estrategia gubernamental y dado que los compañeros salen de noche, o salen durante el día en las actividades en Tixtla, fueran a decir que somos Rojos, acuérdate que al haber un grupo de Los Ardillos aquí, dado que la vinculación de nosotros con Los Rojos ha sido desde el principio, es un tema por el cual tenemos temor de que nos vincularan con ellos.
-¿Quiénes son Los Ardillos?
-Nosotros igual no tenemos mucha información, quienes llegaron se presentaron así y lanzaron comunicados por ahí a la población y otras cosas, pues solamente eso… Entonces la discusión entre los compañeros, en llamadas telefónicas, mensajes y demás fue el de:oigan, tengan cuidado, ya no salgan de noche, nos van a confundir con Rojos, dicen que andan los Ardillos… Esas palabras siempre abundaron en nuestras conversaciones.
-¿De ti editaron mucho o poco en la llamada?
-Mira, la población tiene que entender que nosotros también nos hacemos nuestros propios planteamientos, creo que yo he sido claro en todas las entrevistas que he dado, en las conversaciones al público, de que no sólo se trata de ver hacia afuera sino también de ver hacia adentro, de manera permanente. Nosotros también nos hacemos nuestras propias preguntas, tenemos nuestras propias dudas, revisamos nuestra estructura, nuestros compañeros estudiantes… para ver si en dado caso algún compañero estuviera vinculado, nosotros lo hacemos con el propósito de no esconder nada, es un proceso interno de vigilancia interna que nosotros hacemos…
-Y en esa vigilancia interna, ¿es posible que alguno esté involucrado con el crimen organizado?
-Las probabilidades son como en cualquier otra escuela, o sea aquí también los chavos toman, aquí también unos llegan a ingerir algún otro tipo de cosas, igual que en cualquier otra institución, no voy a decir nombres, pero, carajo, de eso a que estemos vinculados conLos Rojos o que haya habido un trato para desaparecer a nuestros compañeros o un acuerdo, pues eso está muy lejos.
-En la llamada identifican a algunos compañeros…
-Está descontextualizado, (los mencionados) porque cometieron una indisciplina, mira, yo soy del Comité de Orden y Disciplina, soy el presidente, se supone que soy el que vigila, el que aplica la sanción si algún compañero incurre en faltas a los reglamentos internos, yo hablo todo el tiempo de eso, ahí están nuestros grupos internos de Whatsapp… que tal anda borracho, o que El Botas no fue a una actividad, o no asistió a la marcha o cosas así, entonces de ahí van sacando los nombres, igual que cuando sacaron el nombre de El Cochiloco (uno de los desaparecidos), de los demás compañeros… de nuestras declaraciones.
-Siendo presidente del Comité de Orden y Disciplina, ¿no has encontrado una situación mayor?
-No, mira, es que nosotros somos muy estrictos, la población tiene que tener conocimiento de antecedentes: en 2011 por ejemplo se expulsó a 2 chavos que andaban distribuyendo acá, droga, se les expulsó y en respuesta vinieron las personas armadas a amenazar al comité estudiantil, a los de Orden y Disciplina. Aún así, fueron expulsados… eran de segundo año, eran parte del menudeo, fueron a agredir a los comité pero ni madres, no pudieron, se les expulsó porque nosotros no permitimos ese tipo de cosas.
-¿Ellos pertenecían a algún grupo local?
-La verdad no sabría, no tengo conocimiento de cómo funcionan esos grupos…
Sobre sus distintos apellidos, Omar dice que en la Normal “acostumbramos eso… no nos cubrimos la cara pero tratamos de tener una especie de protección, pero a nivel legal, en las audiencias, mi nombre está tal cual y ellos lo saben”.
A la postre de la conversación, sentencia: “Nosotros no somos Rojos”. Pero antes dice que incluso si lo llegaran a detener, “me voy a reír”.
-¿…Por qué (la risa)?
-Porque hemos dicho muchas cosas que no les han gustado, porque hemos puesto en la mirada de los mexicanos y de los extranjeros la situación que se vive en México, entonces como dijeran los zapatistas: aunque perdamos ya ganamos. Y aunque nos pase algo, hemos dicho muchísimas cosas que muchos no han tenido la oportunidad de decir. Nos congratulamos de haberle dado unas pedradas por lo menos a este sistema.
Omar indica que desde la noche de Iguala los normalistas han sido vinculados a Los Rojos, y ahora “si le pasa algo a alguien (de la Normal) van a decir que son Rojos, se trata de crear una condición adecuada que les permita actuar. No es que vayan por 4, yo les digo que vienen por todos, porque en la lógica de ellos, todos los de Ayotzinapa somos Rojos y así le pase lo que le pase a cualquiera, van a decir que somos Rojos, de ahí no nos van a sacar, por eso no debemos de caer tanto en su juego… desde la lógica del sistema todos somos delincuentes y ellos son los santitos”.
El lunes, el normalista publicó en su cuenta de Facebook el mensaje titulado “Rojos otra vez”:
«La mujer del tiempo anuncia un huracán»
Cuando finalmente la autoridad federal se hizo cargo de la investigación del caso Iguala, allá por el 10 de octubre de 2014, los familiares y estudiantes entregamos cuanto pudimos de información disponible. Fotografías y datos personales de nuestros compañeros desaparecidos. De igual manera enfilamos a declarar ante el MP local y federal.
También entregamos algo muy importante, como lo hicimos con el gobierno estatal, los números telefónicos de nuestros compañeros desaparecidos, pues conocemos lo que se puede lograr a través de la telefonía móvil desde hace años. La reforma a las telecomunicaciones del año 2014 puede ilustrarnos al respecto. La geolocalización y la retención de datos permiten al Estado «hacer maravillas».
Una de ellas es la que bajo la firma de Carlos Marín, director del periódico Milenio, pone de manifiesto hoy en dicho diario.
Antes de este día Omar no existía para este individuo, ahora al tiempo que «reconoce» en mí, al vocero de los estudiantes también trata de vincularnos con los rojos, otra vez.
¿Quién es Carlos Marín? O mejor dicho, ¿quién le filtra a él estas informaciones? O bueno, ya sin rodeos, ¿para quién trabaja? Recordemos que cuando se filtraron llamadas de Lorenzo Córdova donde discriminaba a nuestros hermanos indígenas enseguida Carlos Marín salió a defenderlo
Entonces, Milenio, ¿es Milenio o Prilenio?
Muchos y muchas ya se saben la respuesta.
¿Por qué? Nos preguntamos. ¿Por qué en lugar de ubicar en las primeras 48 horas a nuestros compañeros a través de los teléfonos celulares se dedican a espiarnos a nosotros?
¿Por qué se le niega al GIEI información en este campo?
Hace cinco meses, al referirse a las escuchas ilegales al presidente del INE, Marín afirmaba que «la perversidad de husmear sus llamadas telefónicas es un recurso más de los empeñados en sabotear la jornada del 7 de junio».
Queda claro que ahora con una mayor perversidad, es él y quienes les allegaron una llamada sacada de todo contexto, quienes intentan sabotear un movimiento que no logran entender, porque no cabe en la lógica electoral y política que los mantiene
«Búscate un enemigo y cúlpalo de todo» decía Goebbels. Hay varios discípulos suyos aquí en el país. Pero mientras ellos busquen «quien la pague y no quien lo hizo», nosotros seguiremos firmes en nuestro palacio de papel.
El enemigo es grande y poderoso, desde que inició el movimiento lo sabemos. A pesar de eso, pronto daremos una posición como escuela, por ahora anunciar que de Rojos no nos han sacado, que esto es una campaña de desprestigio total y despiadada desde una posición de fuerza y medios de comunicación.
Compañeros estén atentos.
¡PORQUE VIVOS SE LOS LLEVARON!
¡VIVOS LOS QUEREMOS!
Omar García Velásquez