Proceso
En medio de las protestas de mexicanos residentes en Canadá, el presidente Enrique Peña Nieto evitó hablar del caso Nochixtlán, donde nueve personas murieron tras el desalojo realizado por policías federales y estatales el pasado domingo 19, y advirtió que el gobierno federal “no caerá en ninguna provocación” de los disidentes del magisterio, quienes exigen la derogación de la reforma educativa en México.
En Ottawa, en su segundo día de actividades, Peña aseguró que el gobierno federal “no caerá en ninguna provocación” que realice el magisterio disidente y que mantiene su actitud de tender puentes de diálogo, entendimiento y búsqueda de soluciones ante cualquier conflicto.
La declaración del mandatario se dio después de que se le preguntó qué hará su gobierno frente a actitudes de algunos grupos que ayer retuvieron a dos policías federales de la Gendarmería y los humillaron públicamente en la ciudad de Oaxaca.
“Hoy estamos en la ruta de seguir trabajando, colaborando para buscar soluciones, ésta será la tarea incansable que el gobierno de la República lleve a cabo para distender el ánimo”, aseguró en conferencia de prensa.
Más tarde amplió su respuesta y pidió a los maestros recuperar su vocación social y ver el desarrollo en sus comunidades sin afectar la vida interna de éstas, “y que sea a través de la vía institucional, de los cauces que nuestro marco legal da, por la que puedan estar enarbolando eventualmente sus luchas, sus causas y las propuestas que tienen.”