La fiesta infantil que organizó un jugador del equipo de fútbol profesional con temática de narco provocó que organizaciones civiles se volcaran en hacer un llamado para frenar este tipo de situaciones que, advierten, tienen repercusiones graves en los menores de edad en México, no solamente en el aspecto social, sino también en como observan su entorno y la normalización de la violencia a causa de grupos armados.
- La directora de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), Tania Ramírez Hernández, aseguró que es necesario abordar este problema en dos sentidos diferentes, primero las afectaciones que tendrá la niñez respecto a la violencia armada que se vive en México desde hace varios años y por otro, la ‘naturalización’ o normalización de estas violencias.
“Hay un efecto inmediato en cuestiones de sensibilidades y el espacio simbólico-social en una etapa de desarrollo como es la niñez; es terrible que en determinados contextos se tienda a trivializar o normalizar esta violencia armada, por ejemplo, como sucedió con el jugador del equipo del Cruz Azul que hizo esta fiesta desde el desconocimiento; pues es muy grave que se juegue con la narcocultura que también le está costando vidas a los menores de edad”, aseveró la directiva.
- Ramírez Hernández detalló que existen diversas dinámicas de la sociedad que han tratado de normalizar la violencia, lo que consideró es grave, como por ejemplo los videojuegos de guerra que suman a la narcocultura en el país y que también tiene un efecto negativo, debido a que son mensajes que se brindan a un sector de la población que es vulnerable y propenso a seguir o imitar conductas.
También puso como ejemplo los juguetes bélicos que se regalan en fechas como los Reyes Magos, “tenemos tan normalizado que hay soldados de juguete, pues desde ahí se está enseñando al uso de armas, mientras que en fiestas infantiles se denota falta de sensibilidad y una vulneración para lo demás niños, por ello desde Redim debemos tener cuidado con estos contenidos y fotografías”.
Narcocultura pega a menores de edad
Sobre este tema, Juan Martín Pérez, Coordinador de Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe, preciso que la “narco cultura” es una expresión que, a lo largo de la última década, se ha traducido en series y narco corridos no solo en México, también en América Latina, pero que ha impactado principalmente en cómo observan el mundo los menores de edad.
“En el caso del México, el Estado mexicano no ha logrado comunicar los impactos negativos de los grupos criminales y de la narco cultura. Para los niños esto tiene grandes afectaciones, porque con una fiesta infantil con temática criminal, les enseñamos desde el espacio familiar y comunitario que esto es normal, que es un juego, que es divertido, que se tiene que reproducir”
- Juan Martín Pérez, agregó, que la narco cultura que se promueve en la República mexicana es transversal a distintos segmentos económicos. “Segmentos muy pobres, incluso en las comunidades donde viven controlados por grupos criminales, donde puede no haber más opciones, sino la de tomar las armas para sobrevivir en este entorno”.
- En contraste, dijo, se encuentra el otro extremo esta el sector económico alto, con el jugador profesional “Cata” Domínguez, que realiza apología del delito, por lo que tiene responsabilidad legal que podría ser investigada por las autoridades competentes.
“El jugador de futbol es además un referente de salud y deporte para la sociedad mexicana, en especial para la niñez y la juventud, estos son valores contrarios a los grupos criminales, que no pueden usarse para temáticas infantiles”.
El impacto del crimen organizado en las juventudes mexicanas
A grandes rasgos, la narcocultura conjunta diversos elementos como vestimentas ostentosas, uso de armas de alto calibre y de violencia excesiva, así como un lenguaje agresivo y machista y una vida con dinero y lujos, entre otras.
Tal como explica la profesora e investigadora de Ciencias Sociales Graciela Baca Zapata, los personajes caracterizados de esta forma suelen aparecer en narraciones donde se ensalza su ascenso al poder dentro de grupos delictivos. También hay discursos televisivos o mediáticos donde, por el contrario, se muestra su lado “más humano”. No obstante, esta otra vía sigue reforzando la idea de que son personas dignas de admiración y respeto.
- Estas imágenes se reproducen una y otra vez en corridos, series televisivas y hasta en la llamada “narcoliteratura”. Como consecuencia de la difusión de este tipo de representaciones, cada vez son más los niños y jóvenes que aspiran a formar parte de grupos delictivos. De acuerdo con Graciela Baca, estas aspiraciones se relacionan con la idea de que el crimen organizado es un medio fácil para adquirir bienes materiales, pero también reconocimiento.
Aquí, la idea de reconocimiento va inevitablemente ligada con la violencia y la capacidad de ésta de mantener sometidos a grupos rivales, pero también a las autoridades y a la sociedad en general. Por otro lado, este poder también atraviesa los cuerpos femeninos.
Son muchas las narrativas en las que líderes delictivos aparecen rodeados de mujeres hipersexualizadas. También sobran las representaciones en las que estas mujeres ejercen roles de subordinación respecto a los varones e incluso son violentadas por ellos.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2006 (el año en el que el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa declaró la guerra contra el narcotráfico), la cantidad de homicidios dolosos fue de 11 mil 806. Para 2022, la cifra registrada hasta el mes de noviembre fue de 24 mil 100 muertes violentas.
- Este aumento en la violencia se ve reflejado también en gráficas del Inegi. Pero dicha violencia no se vive de la misma forma entre hombres y mujeres. Para las mujeres, la instalación de grupos delictivos en diferentes partes de la República lleva implícito el riesgo latente de ser víctimas de violencia sexual, así como de ser captada y utilizada en redes de trata y comercio sexual.
- Por otra parte, cuando las mujeres se integran a estos grupos criminales, suelen desempeñar roles de transportadoras de mercancía. Esto aumenta las probabilidades de que sean detenidas y privadas de su libertad.
A estas violencias se agregan otras consecuencias como el desplazamiento forzado o la posibilidad de tener que asumir el rol de madres autónomas tras la desaparición o muerte de sus parejas hombres a manos del crimen organizado. En el territorio nacional hay grupos de mujeres buscadoras que intentan localizar a sus familiares precisamente por este tipo de actos.
Pese a ello, en México, la normalización de la violencia sigue ganando terreno. Esto no cederá a menos que las representaciones erradas del crimen organizado dejen de reproducirse. Pero, como muestran los ejemplos citados arriba, parece que esto aún está lejos de suceder.
En México mueren más niños por armas de fuego que en Siria
Que un niño o una niña mueran por un ataque de arma de fuego no es extraño en México. El pasado viernes 6 de agosto la Red por los Derechos de la Infancia (Redim) señaló en su Balance Anual 2022 que en nuestro país fallecen más menores de edad por este motivo en comparación con Siria, un país que vive en medio de una guerra civil desde el 2011.
“En los primeros nueve meses de 2022 se registraron más homicidios por arma de fuego en contra de niñas, niños y adolescentes (754), que la cantidad total de homicidios intencionales registrados en todo un año en un país como Siria”, expresó la Redim, un colectivo de más de 60 asociaciones civiles especializadas en infancia.
- El 6 de junio de 2022 cinco estudiantes de 17 años fueron asesinados en Salamanca, Guanajuato, luego de ser agredidos por un grupo del crimen organizado. Los jóvenes eran alumnos del Telebachillerato comunitario 788, de acuerdo con reporteros locales que reportaron los hechos.
- Después, el 5 de octubre de 2022, presuntos integrantes del grupo delictivo Familia Michoacana atacaron la Presidencia Municipal de San Miguel Totolapan, Estado de México, con un saldo de 20 personas fallecidas, entre las que se encontraba un menor de edad.
“México suma una larga lista de actos de violencia desmedida contra las infancias y adolescencias que evidencia una grave crisis de derechos humanos, violencia y violencia armada en todo el territorio”, indicó la Redim al recordar estos casos.
Los asesinatos de niñas y niños por armas de fuego son parte de un contexto generalizado de violencia que sufre este sector. Entre el 2019 y 2022 se registraron 9 mil 615 homicidios de personas menores de 17 años —en promedio seis casos diarios—, según estadísticas que la Redim tomó del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
- La violencia armada no solo se ha visto en México cuando niñas, niños o adolescentes son agredidos, sino que en 2022 también se dieron a conocer casos de menores de edad que presuntamente poseían armamento o autoridades se los enseñaban a utilizar.
- La escena de un hombre vestido con uniforme de policía negro, con chaleco antibalas, pelo a rapa y botas, estaba parado frente a una niña con falta de estudiante de secundaria y camisa escolar estirando los brazos mientras sostenía una pistola en el una cancha deportiva en su escuela a plena luz del día.
Esto ocurrió el 7 de julio de 2022 en Purísima del Rincón, Guanajuato, cuando policías municipales enseñaron a estudiantes de secundaria a utilizar armas en una visita al plantel.
- La “clase de pistola” se llevó a cabo en la Secundaria Técnica 54 Mariano Matamoros y causó polémica porque Guanajuato es uno de los estados con mayor número de masacres con armas de fuego en el país. Ahí operan grupos criminales como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL).
Sobre este tema la Redim señaló: “El impacto que la violencia armada está provocando en la sociedad, puede normalizar o justificar la militarización en México, lo que ha llegado a naturalizar el uso y adiestramiento con armas a niños, niñas y adolescentes, tal como se observó durante la intervención de policías municipales en una secundaria técnica en Purísima del Rincón, Guanajuato”.
Además de la violencia armada, el informe de la red lanzó otros datos relevantes en torno a la seguridad de niñas, niños y adolescentes. El documento señaló que durante el 2022 se reportó la desaparición, en promedio, de 16 menores de edad cada día, aunque no reporta cuántos de estos han sido localizados. También el año pasado hubo un incremento en cuatro delitos que afectan a este sector de la población: la extorsión, el homicidio, las lesiones y la trata de personas.
Factores de riesgo de trivializar el narco
- Una identificación con el valor de “los antihéroes”, gente que hace daño pero terminan oponiéndose al poder.
- Reconocer que no lo vivimos igual la ‘narco cultura’ en las ciudades que en las comunidades más pobres.
- Madres y padres de familia comienzan a normalizarlo porque lo ven en series y lo escuchan en las canciones. Forma parte de la industria comercial del entretenimiento que genera miles de millones de dólares./Agencias-PUNTOporPUNTO