NACIONES en AMÉRICA LATINA padecen CRISIS ENERGÉTICA; hay APAGONES y alzas en el SERVICIO

La crisis energética es un común denominador en algunos países de América Latina, debido, por un lado, a la sequía que generó el fenómeno de El Niño, como es el caso en Costa Rica, pero también, por otro, los asuntos operacionales que están generando problemas, como en México.

Varios países de América Latina se enfrentan a una crisis energética que pareciera no tener solución a corto plazo. Continuos apagones, aumentos en las facturas de servicio, extensas sequías e incendios forestales que ponen en riesgo las reservas de agua para las hidroeléctricas, forman parte de un problema que cada vez más se generaliza en toda la región.

Uno de los más afectados por las fallas de energía es Ecuador, donde en agosto pasado el gobierno de Daniel Noboa declaró la emergencia del sector eléctrico debido a la sequía en el país, situación que según el Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), genera pérdidas económicas aproximadas de 96 millones de dólares al sector productivo por cada apagón de ocho horas.

  • En su momento, la administración de Noboa informó que la medida buscaba «salvaguardar la continuidad en la prestación del servicio público de energía eléctrica«, así como «ejecutar todas las acciones necesarias urgentes en el sector» que desde 2023 está en crisis y comenzaron los racionamientos eléctricos.
  • En enero de 2024, la Asamblea Nacional ecuatoriana aprobó la Ley Orgánica de Competitividad Energética, conocida como ‘Ley No Más Apagones’, un proyecto enviado por Noboa. Sin embargo, hasta ahora no ha dado soluciones y los apagones persisten desde abril pasado, incluyendo el nacional del 19 de junio.

Ahora Noboa aspira a que el parlamento apruebe como proyecto «económico urgente» la Ley Orgánica para Impulsar la Iniciativa Privada en la Transición a Energías Renovables, para tratar de aliviar los cortes de electricidad, que en algunas zonas duran hasta 12 horas diarias, y ante la falta de resultados de la ‘Ley No Más Apagones’.

La iniciativa de Noboa busca blindar al sector privado en la generación de energía, propuesta que para algunos sectores podría tratarse de una privatización. Además, la propuesta surge justo cuando Colombia decidió suspender la venta de energía a Ecuador debido a su propia crisis eléctrica.

Situación en Argentina

Para Argentina la situación también apunta a que la energía podría verse afectada, sobre todo por la entrada de la temporada de verano, que siempre genera un brusco aumento de la temperatura y una mayor demanda de electricidad, lo que podría obligar al gobierno a importar el fluido desde Brasil, Chile (que recientemente ha sufrido apagones) y Paraguay.

  • El momento pareciera repetir lo ocurrido en el verano de 2023, cuando Argentina sufrió una serie de apagones por la alta demanda energética. Además, en febrero pasado, se registraron bajones masivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires y la Casa Rosada admitió que el sistema energético ya estaba «al borde del colapso», por lo que responsabilizó de esto a las gestiones anteriores.

En julio de este año, la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) alertó que aunque se sumaran la energía local con las importaciones de electricidad, el país no podría abastecer el pico de demanda previsto para los primeros meses de 2025, debido a altas temperaturas, por lo que posiblemente «será necesario realizar cortes».

Pero además, los argentinos también deben lidiar con los enormes aumentos en las facturas de la luz y otros servicios, que se comenzaron a aplicar con el gobierno de Javier Milei, lo que ha provocado fuertes protestas debido a que la ciudadanía ha visto mermado su poder adquisitivo a causa de la inflación y las medidas económicas aplicadas por el Ejecutivo.

  • Los precios de la electricidad se elevaron en Argentina por disposiciones de la Secretaría de Energía desde inicios de 2024, cuando se aplicaron fuertes actualizaciones tarifarias en medio de los recortes del gobierno de Milei.

A todo esto, también se suma que la administración de Milei debe ahora resolver la situación del complejo nuclear argentino Atucha I, activo desde hace 50 años y cuya licencia para operar venció el pasado 29 de septiembre, y que aporta aproximadamente 2 % del fluido eléctrico del país.

Colombia por la «solidaridad tarifaria»

En contraste a la política de Argentina, en Colombia el gobierno de Gustavo Petro apuesta a la reducción de las tarifas, como un primer paso para dar acceso a todo el país, especialmente a «las comunidades más vulnerables», al suministro eléctrico en condiciones de igualdad.

Petro señaló como un primer paso de esa política energética, la reducción en 20,23 % de los precios en la electricidad para los departamentos de La Guajira, Atlántico y Magdalena, como parte de una medida preliminar de un proyecto de ley que permitirá la devolución de saldos y que beneficiará a los estratos sociales 1, 2 y 3.

«Desde la Superservicios estamos implementando los tres principios constitucionales para las tarifas: garantizar la compra de energía a precios justos, eliminar sobrecostos e intermediarios, y asegurar condiciones de igualdad y solidaridad tarifaria», indicó la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios de Colombia.

La institución estatal detalló que como parte de esta política también adoptaron «otras medidas técnicas para reducir las facturas de energía» y anunciaron que no se han olvidado «de los departamentos de Cesar, Bolívar, Sucre y Córdoba, donde próximamente se implementarán soluciones adicionales para seguir disminuyendo las tarifas».

El momento que vive Colombia con respecto al suministro eléctrico, también está afectado por la sequía. Por ello, el Ministerio de Minas y Energía ordenó esta semana la suspensión de la venta de electricidad a Ecuador, una medida transitoria para garantizar el suministro a la demanda nacional, motivada por el bajo nivel de los embalses que alimentan las centrales hidroeléctricas del país.

  • Para solventar esta situación, Petro ha llamado a lograr una interconexión internacional energética en el que la región pueda autoabastecerse y con ello evitar los efectos del cambio climático y el calentamiento global que impactan sobre el sector eléctrico, incluso en los países de Latinoamérica que son afectados por torrenciales lluvias e inundaciones que también causan estragos en el servicio eléctrico.

En noviembre de 2023 Petro le planteó al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, establecer una «verdadera integración energética entre los dos países, de doble vía», que tendría la posibilidad de ser ampliada hacia Brasil, Ecuador y Panamá.

Petro explicó que bajo este paraguas se podrían construir proyectos de energías limpias «en los que el norte de Colombia puede ser abundante para transmitir energía eléctrica hacia el occidente de Venezuela», que corresponde los estados Zulia y Táchira, ambos fronterizos.

  • Por su parte, Venezuela, que en los últimos años ha sufrido el impacto de las sequías así como una diversidad de ataques con fines políticos contra su Sistema Eléctrico Nacional que han generado fuertes apagones y que el Gobierno de Maduro ha resuelto de forma paulatina, exportaría a Colombia no sólo energía eléctrica sino también fósil. Esto, según Petro, permitiría atender «las deficiencias» en materias primas, combustible y gas en su país, además de sustentar la transición hacia las energías limpias.

Un ejemplo es que en diciembre de 2023, Venezuela y Brasil acordaron la reanudación de las importaciones de electricidad, que habían estado suspendidas durante más de 4 años. De esa manera, las autoridades venezolanas a través de la central hidroeléctrica Simón Bolívar, también conocida como ‘Guri’, suministran energía al estado brasileño de Roraima.

Entretanto, Brasil, que también ha registrado apagones y se enfrenta a la peor sequía de su historia reciente, logró en mayo pasado un «acuerdo histórico» con Paraguay con respecto a la tarifa y uso de la energía eléctrica que genera la central hidroeléctrica de Itaipú, conocida también como ‘Entidad Binacional Itaipú’, que beneficia a ambos países en materia de suministro.

Déficit de energía en países de Latinoamérica

La crisis energética es un común denominador en algunos países de América Latina, debido, por un lado, a la sequía que generó el fenómeno de El Niño, como es el caso en Costa Rica, pero también, por otro, los asuntos operacionales que están generando problemas, como en México.

Este jueves, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) anunció un plan de racionamiento de energía eléctrica, debido al bajo nivel de agua en los embalses de plantas hidroeléctricas del país, no visto desde 2007.

  • A la fuerte disminución de las lluvias en las cuencas donde están las hidroeléctricas, que aportan el 70 % de energía generada en la nación centroamericana, se sumó la inestabilidad de las corrientes de viento, que perjudicó a la producción de energía con fuentes eólicas, según las autoridades.

«La situación ahora, con la información que tenemos de los embalses, es crítica», afirmó en rueda de prensa Roberto Quirós, gerente de electricidad del ICE. «Este Niño ha sido el más complicado en la historia de Costa Rica», agregó.

El directivo también lamentó retrasos en la entrega de energía térmica contratada a empresas privadas para alimentar este año un sistema eléctrico que se nutre en un 95 % de fuentes renovables y que es de propiedad mayoritariamente pública.

El directivo detalló que los racionamientos empezarán el lunes, con base en programaciones que cada día actualizarán las firmas proveedoras por barrios y regiones. Los cortes serán de hasta tres horas pero no afectarán hospitales, industrias ni a clientes de alta tensión.

El presidente Rodrigo Chaves dijo el miércoles que reza cada día para que empiece la época lluviosa, que usualmente llega a finales de abril. Además, reveló que el gobierno negocia con países vecinos la compra de energía, en medio de una escasez generalizada en Centroamérica, México, Colombia y Ecuador.

  • Precisamente, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó en mayo que México enfrenta un déficit de generación de energía debido a la demora en la entrada de operaciones de algunas centrales de ciclo combinado.
  • En los últimos dos días se han registrado apagones en varios estados, que coincidieron con incrementos en la demanda de energía sobre los 1.000 megavatios por un aumento de las temperaturas en algunas regiones, reconoció el mandatario en su conferencia matutina.
  • López Obrador aseguró que las autoridades ya están trabajando para resolver la situación y regularizar el servicio. “Es un asunto transitorio, ya lo estamos atendiendo”, agregó.

Durante la noche del miércoles se reportaron apagones en cuatro de los 32 estados del país, mientras que el martes se registraron cortes en algunas zonas de la capital mexicana y en al menos ocho estados.

Desde un primer momento el mandatario desestimó los apagones y expresó el miércoles que en México “tenemos capacidad de generación de energía”.

Para atender las fallas en el servicio eléctrico López Obrador dijo que el gobierno buscaría ponerse de acuerdo con las empresas privadas, que generan la mitad de la electricidad del país, “para que se tengan las plantas (de generación) en buen estado”.

  • El gubernamental Centro Nacional de Control de Energía dijo en un comunicado que la tarde del martes se registró una demanda máxima de 49.887 megavatios que bajó poco después, pero que pasadas las 7 de la noche se incrementó nuevamente lo que obligó a declarar el estado operativo de emergencia e iniciar la interrupción rotativa del suministro de energía eléctrica para mantener la seguridad y confiabilidad del resto del sistema.
  • En mayo pasado, México ha batido varios récords de altas temperaturas que se prevé que seguirán subiendo. La Ciudad de México, donde vive aproximadamente una sexta parte de la población, alcanzó el martes una temperatura máxima de 33,4 grados centígrados.
  • Las fallas en la generación de energía eléctrica también han sido atribuidas a una menor producción de las presas hidroeléctricas por la sequía que golpea algunas regiones y las nubes que han limitado la actividad de las plantas de energía eólica.

Los apagones han dejado al descubierto la fragilidad de las políticas energéticas de la administración de López Obrador, que ha dado prioridad a la estatal Comisión Federal de Electricidad y limitado las oportunidades de los privados para generar energía.

Por otro lado, Ecuador anunció el domingo la suspensión de los racionamientos de energía eléctrica durante los próximos siete días, aunque continúa un estado de excepción en el país por calamidad pública debido al déficit de generación.

Sequía paraliza el suministro de energía hidroeléctrica

El sistema energético de Colombia está en una crisis severa debido a que se encuentra paralizado el suministro de energía hidroeléctrica a causas de las sequías registradas en el país. Ahora la mayor parte del abastecimiento de energía depende de la importación de gas natural, cuya capacidad también está llegando a sus límites.

  • El suministro eléctrico depende de dos terceras partes del sistema hidroeléctrico, pero las bajas precipitaciones en en Colombia han provocado que estas plantas generadoras de energía vean reducidos sus niveles de agua. Este efecto ha obligado que los pocos gasoductos colombianos deban a trabajar a marchas forzadas para solventar la demanda energética.

Ante la necesidad de abastecer a estas plantas de gas natural, para la generación de energía, las autoridades colombianas han tomado algunas medidas que han afectado a otros países. El Ministerio de Minas y Energía ordenó restringir las exportaciones de energía a Ecuador, con el fin de satisfacer la demanda interna de energía.

Otras de las medidas que implementó el gobierno colombiano es activar las plantas de energía térmica para tratar de cubrir la demanda eléctrica. Además los productores piden a las autoridades que otorguen más flexibilidad en los contratos para la extradición de gas natural.

  • Una de las plantas que está operando a máxima capacidad es el de la empresa Promigas S.A que informó que el gasoducto maneja alrededor de 450 millones de pies cúbicos de gas, el máximo de su capacidad.

La elevado consumo de gas puede ocasionar que en los próximos meses Colombia pueda encarar un déficit de gas natural del 12 por ciento de la demanda diaria que se promedia en el país. Se prevé que el déficit se pueda incrementar hasta un 30 por ciento en el 2026.

En varias regiones de Colombia se registran temperaturas que superan hasta los 40 grados centígrados. Entre las localidades con que registran temperaturas extremas están Natagaima, Prado, Guamo y Saldaña.

Ecuador realiza apagones preventivos

Ecuador, al igual que su país vecino, su sistema eléctrico está al borde del colapso, a tal grado que durante la semana las autoridades ecuatorianas realizaron cortes en el suministro eléctrico a lo largo del país.

Los apagones se programaron entre el lunes 23 de septiembre hasta el jueves 26 de septiembre entre las 22:00 horas y las 6:00 del día siguiente. “El horario de corte establecido ha sido escogido con la finalidad de generar el menor impacto posible en las actividades productivas y el desarrollo de jornadas laborales”, alertó el gobierno del país sudamericano.

  • La problemas energéticos de Ecuador son similares a los de Colombia, la mayoría de sus plantas hidroeléctricas presentan una reducción en sus caudales debido a las altas temperaturas en el país, que ha provocando la sequía más grande en los últimos 61 años.
  • Las medidas energéticas colombianas, en la reducción de las exportaciones de gas natural, también están afectando a Ecuador ya que es el principal comprador del país colombiano.

Recientemente el Comité Empresarial Ecuatoriano estimó que las pérdidas el sector empresarial provocadas por los cortes energéticos podrían ascender a los 100 millones de dólares.

Alta dependencia de hidroeléctricas

El más reciente evento de El Niño, que llegó a su fin a mediados de 2024, contribuyó con inundaciones, pérdidas de cosechas, olas de calor y sequías en todo el continente. En Centroamérica, otro de los efectos adversos fue el descenso en los niveles de los embalses para generación de energía hidroeléctrica, que de julio a diciembre de 2023 aportó 59,7% de la matriz, detalló el Ente Operador Regional (EOR).

  • En Honduras, la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) manifestó -el 6 de mayo- que el país se vería afectado en la primera quincena del mes por “la ola de calor más poderosa de todo el año”, que impactará directamente en el funcionamiento del Sistema Eléctrico Nacional.

El monopolio estatal explicó que el parque térmico enfrenta fallas constantes debido a las altas temperaturas, lo que provoca indisponibilidades temporales de hasta 150 MW de generación.

El recurso eólico también está viéndose afectado, generando solo 15 MW en lugar de su capacidad instalada de 230 MW y la disponibilidad del recurso hídrico alcanzó un mínimo histórico este mes, con sólo 490 MW disponibles en comparación con los 600 MW del año pasado, “resultado de la ola de calor”, informó la ENEE en un comunicado.

“En Honduras, producimos la mitad de nuestra energía con combustibles fósiles. En algún momento se había revertido; estábamos generando 60% con renovables allá por 2018, pero eso ha venido cambiando porque la instalación de nuevas plantas renovables ha sido prácticamente nula”, dijo Kevin Rodríguez, especialista en Energía y Economía de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ).

La demanda de energía eléctrica en el país crece un 5% cada año, es decir, entre 50 y 70 megavatios de nuevas instalaciones anuales, “pero no lo estamos haciendo y lo que ha sucedido es que, por un lado el déficit, con apagones, interrupciones de suministro y por el otro lado, dependemos fuertemente del combustible fósil y la tarifa se vuelve mucho más volátil”, agregó Rodríguez.

Un escenario que se repite en la región:

  • Costa Rica, que había logrado evitar los combustibles fósiles en la generación eléctrica, se vio forzado a recurrir a ellos. Las plantas térmicas pasaron de producir un 0,5% del total de energía en el primer trimestre de 2023 a 17,5% en el mismo lapso de 2024, según datos recopilados por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).

La empresa estatal anunció en febrero que alquilaría dos plantas térmicas por 82 millones de dólares para compensar los bajos niveles en sus embalses, los cuales no podían producir energía hidroeléctrica para satisfacer el total de la demanda eléctrica nacional.

A principios de año, Randall Zúñiga Madrigal, entonces subgerente de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL), dijo que, a causa de El Niño, los días serían más secos, “y por lo tanto, las plantas hidroeléctricas requieren mayor optimización, porque el agua nos va a hacer falta. El país se está enfrentando a diversificar más las fuentes de energía y para esto es importante construir más plantas de generación que sean solares y eólicas, plantas baratas y rápidas”.

La situación se agudizó a tal punto que el ICE anunció -el pasado 7 de mayo- racionamientos debido a la caída en los niveles de reserva energética del Sistema Eléctrico Nacional y el incumplimiento de los proveedores de las plantas térmicas.

Los cortes de energía hubiesen sido los primeros que enfrentaría el país desde abril de 2007, cuando surgió una crisis por falta de inversión en generación, transmisión y distribución eléctrica. Al final, los racionamientos no se dieron gracias a la llegada de las primeras lluvias de mayo.

Lo que sí quedó en evidencia es la alta dependencia a la hidroelectricidad, cuyo principal recurso es vulnerable a los embates tanto de la variabilidad climática como del cambio climático. A ello se suman debilidades en la planificación y gestión energética que causan que los países retrocedan en los avances logrados en cuanto a inversión y diversificación de energías renovables, obligándolos a recurrir a los combustibles fósiles.

En criterio de Sergio Capón, presidente de la Cámara de Industrias de Costa Rica, es preciso abrir el espacio para aumentar la oferta de energía renovable. “Hay que permitir toda la generación renovable posible, impulsar la generación distribuida y fortalecer el marco jurídico que impulse nuevas inversiones”, dijo.

Una problemática similar enfrentó Guatemala, donde el Ministerio de Energía declaró estado de emergencia energética vigente hasta el 30 de junio. La medida buscó garantizar el suministro de electricidad debido a la escasez de lluvia y el aumento de la demanda de energía.

Esta acción, según el gobierno, permitió al Administrador del Mercado Mayorista (AMM) “garantizar el abastecimiento local con los recursos disponibles, tanto térmicos como renovables, así como adoptar las medidas para asegurar el suministro de energía eléctrica».

  • En El Salvador, el invierno seco de junio del año pasado redujo la generación hidroeléctrica a 11% y elevó hasta 61,1% la participación de la generación térmica, la más alta de los últimos años, indicó la Unidad de Transacciones (UT), administrador del mercado eléctrico nacional.

Esta tendencia llevó a que el país desembolsará 110,3 millones de dólares por la adquisición de búnker en 2023, es decir, un 13% más que en 2022, reportó el Banco Central de Reserva (BCR).

Durante los primeros dos meses de 2024, el aporte hidroeléctrico —la tecnología de mayor capacidad instalada en El Salvador— siguió reduciendo su participación en el mercado al pasar del 15,5% en enero hasta un 9,3% en febrero, coincidiendo con los incrementos de las temperaturas y la ausencia de lluvias en el territorio.

A medios nacionales, Daniel Álvarez, director de Energía, Hidrocarburos y Minas, dijo que el país seguirá buscando aumentar las renovables en la matriz eléctrica y una muestra de ello es la inauguración -en octubre de 2023- de la Central Hidroeléctrica 3 de Febrero, conocida como El Chaparral, de 67 MW, un proyecto que había estado paralizado por 15 años. Dos meses después, en diciembre, el gobierno inauguró la planta solar Talnique.

  • Mientras que en Panamá, impactado en los últimos meses por la sequía en el Canal, de cara a optimizar los esfuerzos a través de planes temáticos de adaptación, su Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático proyecta -para 2050–2070- una reducción de las lluvias en zonas agrícolas y en aquellas donde están las mayores hidroeléctricas del país.
  • En Nicaragua, la Asamblea Nacional aprobó en febrero la Ley para la Certificación de Permisos y Autorizaciones Ambientales, con el fin de establecer más controles para trámites ambientales de nuevos proyectos para así proteger el ambiente, pero que desde el sector privado la perciben como una barrera para nuevas inversiones de energías renovables privadas.

Riesgos de volver a combustibles fósiles:

De acuerdo con Carolina Sánchez Naranjo, quien lidera el movimiento Costa Rica Libre de Perforación, el país enfrenta una coyuntura política compleja, con la situación climática como excusa para plantear, por primera vez, la exploración y explotación de hidrocarburos, por parte de la administración del presidente Rodrigo Chaves Robles.

Sánchez explicó que cualquiera de los países del istmo que pretenda convertirse “en un nuevo productor petrolero, pues serán años antes de que realmente pueda ver bonanza, si es que llega a ver, porque es meterse a un negocio que va de caída, que le quedan años”, esto en referencia a las previsiones de distintas organizaciones, incluyendo la Agencia Internacional de la Energía (AIE), sobre que la demanda de crudo tocará fondo hacia finales de la presente década.

Agregó que, en definitiva, depender del petróleo importado “es terrible”, pero pensar en petróleo propio es todavía peor, más cuando se está en una región con mucho sol, viento y que aún puede seguir usando el agua, “ojalá de una manera más sostenible”.

Con relación a que si las hidroeléctricas tienen una fecha de vencimiento, la especialista dijo que “van a seguir sosteniendo por muchos más años, lo que no veo ya tan factible son nuevos megaproyectos de hidroeléctricas, eso pareciera que ya no tiene sentido económico y las personas y los pueblos están levantando más la voz”.

Por ahora, más que apagar las hidroeléctricas, lo más sostenible para los países centroamericanos es usar lo que ya tienen y planificar para eventualmente desmantelarlas y restablecer los ecosistemas.

  • En la región, el EOR prevé -para el período de enero 2024 a diciembre 2025- la incorporación de 55 proyectos de generación eléctrica, los cuales totalizan 2.181,2 MW de nueva capacidad en los países de la región.

La mayoría serán proyectos de energías renovables, incluyendo 37 proyectos solares, 7 eólicos y 5 hidroeléctricas, totalizando 1,096 MW que representa el 50,25% de la capacidad prevista. Sin embargo, también se esperan dos proyectos de gas natural (Nicaragua y Panamá) y uno termoeléctrico basado en diésel (Panamá). /Agencias-PUNTOporPUNTO

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