BBC
Tres muertos, más de 200 heridos, 54 días de paro indefinido y una denuncia de soborno: ese es el saldo del último conflicto minero de Perú que llevó al presidente Ollanta Humala a desplegar al ejército en los alrededores de la mina en la región sureña de Arequipa.
En el centro de la polémica está un millonario proyecto de Southern Perú Copper Company (SPCC), principal subsidiaria del Grupo México, para construir la mina de cobre «Tía María».
Los residentes del valle del Tambo, en la provincia de Islay, la mayoría agricultores y ganaderos, consideran que el proyecto arruinará el medio ambiente y dañará la agricultura en el área.
Pero Southern Perú Copper Company asegura que cumplirá con los más altos estándares medioambientales.
En todo caso, la compañía anunció este viernes una «pausa» en el desarrollo de su millonario proyecto despejar dudas de los opositores al plan en un plazo de 60 días.
«Hemos escuchado al (…) Presidente y en el espíritu de recobrar el clima de convivencia pacífica que el país requiere, le solicitamos el tiempo y las facilidades necesarias para poder socializar el proyecto y despejar todas las dudas existentes en los próximos 60 días», dijo el presidente de Southern Copper, Oscar González.
Qué está en juego
La subsidiaria del Grupo México prevé invertir mil 400 millones de dólares en el proyecto minero Tía María, que tendrá una proyección estimada de 120 mil toneladas métricas anuales de cátodos de cobre desde el inicio de operaciones.
Sin embargo, la compañía mexicana no lo ha tenido fácil desde el principio. En 2011, cuando se anunció el proyecto durante el gobierno de Alan García, Tía María ya originó protestas que dejaron tres muertos y más de 40 heridos.
Estuvo paralizado dos años, hasta que la empresa presentó un nuevo estudio de impacto ambiental con el que consiguió que el gobierno de Humala le diera permisos de construcción este año.
Los grupos locales piden ahora que se suspenda porque aseguran que el desarrollo minero contaminará sus campos de cultivo y el agua del río de la zona, el Tambo.
La compañía alega que usará agua de mar desalinizada y un portavoz de Southern Copper llegó a acusar a la población de «terrorismo antiminero».
Éste es un extracto de BBC Mundo. Para leer el texto completo da clic AQUI