Reducidos a su mínima expresión histórica, PRI, PAN y PRD encaran un reto mayor: sobrevivir frente a la nueva hegemonía encabezada por el movimiento de Andrés Manuel López Obrador.
- Los tres partidos obtuvieron, el pasado 1 de julio, su peor resultado en elecciones presidenciales desde 1994. Y, en conjunto, PRI, PAN y PRD perdieron casi 21 millones de votos respecto a 2012.
- Sus bancadas en el Senado quedarán reducidas a 23 panistas, 13 priistas y 8 perredistas, frente a 69 senadores de los partidos que impulsaron a AMLO (Morena, PT y PES).
- En la Cámara de Diputados, habrá 83 panistas, 45 priistas y 21 perredistas, frente a 310 diputados de la coalición que lidera Morena.
- En gubernaturas, el PRI perdió dos de las 14 que tenía (Jalisco y Yucatán) y dejará de gobernar a casi 10 millones de mexicanos.
- El PAN conservó 11 de las 12 entidades que gobernaba, perdiendo Veracruz. Pero ganó Yucatán. Aunque mantiene 12 estados, dejará de gobernar a seis millones de ciudadanos.
- El PRD fue el más afectado: perdió tres de cuatro entidades (Morelos, Ciudad de México y Tabasco), y dejará de gobernar a más de 13 millones de habitantes.
Además, los tres partidos que dominaron el escenario político en los últimos 30 años disminuyeron sus posiciones en Congresos estatales, y en presidencias municipales.
- De los 27 Congresos que se renovaron, Morena obtuvo la mayoría en 20, por lo que los gobernadores del PRI, PAN y PRD enfrentarán una nueva oposición en las legislaturas locales.
- Y de las 24 entidades donde se renovaron ayuntamientos, en 13 la capital fue ganada por el movimiento de AMLO, entre ellas, ciudades donde PRI, PAN o PRD seguirán gobernando a nivel estatal: Toluca, La Paz, Morelia, Chilpancingo, Oaxaca, Puebla, Chetumal, Culiacán, Hermosillo y Zacatecas.
- Los partidos perderán posiciones, influencia y también dinero, pues su financiamiento público del próximo año se calculará con base en los porcentajes obtenidos en la reciente elección de diputados federales: el PAN bajó de 22.7 a 17.9 por ciento; el PRI, de 31.6 a 16.5 por ciento, y el PRD descendió de 11.7 a 5.2 por ciento.
- Si estos porcentajes hubiesen aplicado en 2018, el PRI hubiera recibido 640 millones de pesos para sus actividades ordinarias, en lugar de los mil 94 millones que le fueron entregados; es decir, 454 millones de pesos menos.
- El PAN habría recibido 682 millones de pesos, en lugar de 827 millones; 145.4 millones de pesos menos.
- Y el PRD habría bajado de 496 millones a 301 millones; con una pérdida de 194.4 millones de pesos.
- En cambio, Morena subió su porcentaje de votación del 9 por ciento en 2015, al 37.2 por ciento en 2018.
- Con esa votación, el partido de AMLO hubiese recibido más de mil 263 millones de pesos en este año; esto es, 848 millones más de los 414 millones que le correspondieron.
La conformación de un nuevo sistema político está en marcha a partir de la jornada electoral del 1 de julio. Los partidos derrotados se preparan para conformar sus bancadas en las Cámaras del Congreso, que en septiembre darán inicio a la LXIV Legislatura.
Mientras se reacomodan, de cara al arranque del sexenio de Andrés Manuel López Obrador el 1 de diciembre, emergen las tensiones internas y afloran los reproches por la derrota.
En 2019, el PRI cumplirá 90 años, el PAN 80 y el PRD 30. «Celebrarán» sus aniversarios redondos en plena agonía del tripartidismo mexicano./CON INFORMACIÓN DE REVISTA FORMA Y FONDO- REFORMA