Ernesto Zapata
Este domingo, la periodista Yohali Reséndiz y varias personas que la acompañaban fueron sacadas de la Catedral Metropolitana por guaruras al servicio del arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera.
El pecado de la periodista y de sus acompañantes fue exhibir una lona con la fotografía de Angela, la niña que hace aproximadamente un año fue encontrada muerta dentro de una maleta y que fue enterrada el pasado viernes sin haber sido reclamada por sus familiares.
En el transcurso de la semana, el cardenal había pedido a Yohali, a través de uno de sus voceros, que dejara de convocar a marchas a favor de Angela y que “le bajara” a sus rede sociales, pues no quería tumultos en la misa del pasado domingo, en la que supuestamente el prelado nombraría a Angela.
Ante la negativa de las autoridades de la Ciudad de México para entregarle los restos de Angela para darle una sepultura digna,Yohali Reséndiz intentó programar una misa en su memoria en la Catedral Metropolitana.
En principio, la periodista pensó en que la misa se realizar el sábado 30 de abril, para que coincidiera con la celebración del Día del Niño.
Uno de los voceros de la Arquidiócesis le dijo que hacer una misa especialmente para Angela era imposible, pero que el cardenal podría mencionar a la pequeña dentro de una misa general de medio día.
Yohali aceptó y acudió el pasado domingo 24 de abril para reunirse muy brevemente con el cardenal.
El cardenal, según lo narra la propia Yohali en su blog periodismoatodaprueba.blogspot.mx, entró acompañado de tres personas, las cuales fueron colocadas en una fila para que le besaran la mano.
Yohali saludó al cardenal sin besarle la mano y el vocero que facilitó el encuentro dijo: «Cardenal, ella es la reportera que ha estado muy pendiente de la niña encontrada en una mochila en la colonia Juárez».
El cardenal, según lo narrado por Yohali, no tenía idea de quién era Ángela, ni conocía su historia. Mientras el vocero explicaba, el cardenal miraba a su alrededor.
Entonces Yohali sacó su ipad y le mostró la foto de la niña de la maleta: «Cardenal, ella es Ángela», ante lo cual el prelado tuvo una reacción que a la reportera le hizo recordar las escenas de películas cuando un vampiro ve una cruz.
El cardenal miró al vocero y le dijo secamente: «Pero la misa no solo es para ella, eh, sí, la mencionaré, pero no este domingo, sino el próximo eh”. El cardenal se olvidó del asunto y se dirigió a otros hombres con sotana que estaban en la sacristía.
El vocero, identificado por Yohali solo como “Carlos”, siempre amable y dispuesto, ofreció a la periodista que el domingo siguiente (1 de mayo) llevara una fotografía de Angela para ponerla en el atrio de la Catedral.
Pasaron algunos días y de pronto Yohali recibió una llamada de Carlos.
–Hola, te llamo porque hace unos minutos me marcó el Cardenal para pedirme que por favor te diga que dejes de convocar a la marcha.
–¿Cual marcha? Yo no estoy convocando a ninguna marcha.
—Yo te recomendaría que le bajaras ya a tus redes, el cardenal no quiere una misa multitudinaria, además los domingos a las 12 siempre hay gente, no hace falta la convocatoria.
–¿Sí sabes lo que me están pidiendo? Es muy grave esto, no te parece? Estoy invitando a una misa para una pequeña que fue agredida sexualmente, asesinada y olvidada, y no dejaré de hacerlo. Nada de lo que he escrito agravia a nadie, es público. Y dile al cardenal que lo seguiré haciendo.
En los siguientes días Yohali convocó a la misa del domingo 1 de mayo de las 12 del día en memoria de Angela a través de sus cuentas de redes sociales.
Llegó el día de la misa y la periodista arribó a la Catedral con 150 globos de color blanco. El personal de seguridad le indicó que no podía pasar con los globos, por lo que los dejó encargados afuera.
Ya adentro, ella y otra persona desplegaron la lona con la fotografía de Angela, pero de inmediato fueron rodeados por elementos de seguridad.
Con gran prepotencia, los guaruras de Norberto Rivera les indicaron que guardaran la lona y se salieran o se las quitarían. Yohali argumentó que tenía autorización para llevar esa fotografía pero los guaruras la ignoraron y la amenazaron con llamar a la Policía Federal.
Uno de los guaruras de Norberto de plano pisó la lona en donde aparecía la foto de Angela.
Adentro, la misa de medio día transcurrió y el cardenal Norberto Rivera apenas si mencionó a Angela, y eso porque Yohali se lo exigió.
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