MIGRACIÓN, SEGURIDAD y T-MEC entre los temas de la CUMBRE de LÍDERES de AMÉRICA del NORTE

El Gobierno de López Obrador sabe que tendrá que discutir sobre migración y seguridad, pero buscará poner sobre la mesa una mayor integración económica, concesiones para la emigración regular y superar viejas diferencias sobre el escenario político en el continente.

Andrés Manuel López Obrador, Joe Biden y Justin Trudeau se vuelven a ver las caras. El presidente de Estados Unidos y el primer ministro de Canadá viajan a México para el arranque de la Cumbre de Líderes de América del Norte este lunes. El encuentro supone la primera visita al país latinoamericano de un inquilino de la Casa Blanca desde 2014 y la primera vez que Biden visita un país latinoamericano durante su mandato.

  • Los tres mandatarios cruzan sus caminos cuando el debate sobre la crisis migratoria está al rojo vivo y cuatro días después de la detención del narcotraficante Ovidio Guzmán, el hijo de El Chapo, que prendió fuego y sembró el caos en Culiacán, la capital del Estado de Sinaloa. Se hablará mucho sobre migración y la guerra contra el narcotráfico en la décima edición de la reunión, aunque la agenda es amplia y se expande a temas como el medioambiente, los desafíos económicos de la región, cooperación en salud e inclusión de grupos vulnerables.

Biden aterrizará este domingo en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles tras hacer un recorrido en la frontera con México por primera vez durante su presidencia, el epicentro de las críticas de los republicanos a su Administración y el limbo para decenas de miles de inmigrantes que han esperado durante meses, incluso años, a que Estados Unidos vuelva a abrir sus puertas tras la pandemia.

  • El mandatario será recibido por su homólogo mexicano y encabezará una delegación que incluye a Antony Blinken, secretario de Estado; Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad; Gina Raimondo, secretaria de Comercio; Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional; Chris Dodd, asesor especial presidencial para las Américas; Ken Salazar, embajador estadounidense en México; David Cohen, representante de EE UU en Canadá, y Juan González, director sénior de Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional.
  • Está previsto que Trudeau llegue alrededor de las 14.40 (hora local) del lunes. Tras el aterrizaje del mandatario canadiense, Biden será recibido en el Palacio Nacional, la sede del Gobierno mexicano, para un encuentro a puerta cerrada programado a las cuatro y media de la tarde.

Treinta minutos después, la cumbre inicia con una reunión bilateral entre Washington y México. Biden lleva al encuentro de los tres líderes norteamericanos un portafolio en el que se incluyen asuntos como el cambio climático, las cadenas globales de suministro y la inmigración. Será una conversación entre ambos Gobiernos de una hora y media de duración.

La lucha contra el tráfico de fentanilo, una droga que se ha cobrado la vida de más de 70.000 estadounidenses en 2022, será una de las prioridades para Biden. Cada día fallece una media de casi 200 personas por sobredosis de esta droga fabricada en México con precursores procedentes de todo el mundo ―y muy especialmente de China― y trasladada a Estados Unidos.

El Gobierno de López Obrador sabe que tendrá que discutir sobre migración y seguridad, pero buscará poner sobre la mesa una mayor integración económica, concesiones para la emigración regular y superar viejas diferencias sobre el escenario político en el continente. La reunión bilateral llega apenas días después de que la Casa Blanca anunciara un acuerdo con México para aumentar el control de su frontera sur a cambio de ofrecer nuevas vías de inmigración legal para ciudadanos de Haití, Cuba y Nicaragua.

  • La decisión de Biden de engarzar su visita a la frontera con el viaje a México no es menor. “Sé muy bien que la migración está elevando la tensión en las comunidades fronterizas”, comentaba el presidente desde la Casa Blanca el jueves. El acuerdo anunciado esta semana amplía el programa existente desde el año pasado que permite que personas radicadas en Estados Unidos patrocinen a ciudadanos venezolanos para que entren en el país si se demuestra que cuentan con los medios o el apoyo local necesario para subsistir.

Ese programa, que ha permitido reducir en un 94% los cruces irregulares de venezolanos en territorio de la primera potencia, se extenderá también a nacionales de Haití, Cuba y Nicaragua. Hasta 30.000 ciudadanos de esos países cada mes podrán recibir autorización para entrar y trabajar durante dos años.

Pero “si la petición es denegada o intentan cruzar ilegalmente, serán devueltos a México y no serán elegibles para este programa en el futuro”, ha asegurado Biden. México ha aceptado el retorno de hasta 30.000 personas al mes de estos cuatro países.

Pero no todo quedará en el plano simbólico. Según ha explicado en una rueda de prensa en la Casa Blanca el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, en las conversaciones de los líderes se priorizará la lucha contra el suministro de fentanilo y la crisis de opioides.

  • México, subrayó Kirby, ha dado algunos “pasos significativos” en el combate contra esta lacra. Aludió, en concreto, a la captura esta semana de Ovidio Guzmán, detenido el jueves en una operación resultante de seis meses de trabajo y en la que participaron efectivos del Ejército, la Guardia Nacional y otras entidades de seguridad mexicanas.
  • La caída del hijo de El Chapo, que purga cadena perpetua en una cárcel estadounidense, ha catapultado el tema de la seguridad en territorio mexicano, aunque las autoridades han insistido en que Washington no colaboró directamente en el arresto. “No es un logro insignificante de las autoridades mexicanas”, subrayó Kirby. “Tenemos que seguir colaborando con ellos de manera sincronizada”, agregó.

Con todo, Washington espera más resultados en el combate con el crimen y trabajar en nuevas estrategias de salud pública para la prevención, reducción del daño, tratamiento y recuperación. En un juego de palos y zanahorias, la Casa Blanca promete avances en cuanto a movilidad laboral y una alianza económica mayor en la región para competir como un solo bloque comercial.

La cooperación económica atraviesa el tema del cambio climático, con esfuerzos para reducir los gases de efecto invernadero, el futuro de minerales como el litio y la expansión de cadenas de suministro regionales para semiconductores. El tema medioambiental es uno de los que más críticas ha provocado contra la Administración de López Obrador.

Trudeau se incorporará al programa y habrá un saludo protocolario pensado para las seis y media de la tarde. La reunión bilateral entre Estados Unidos y Canadá está prevista para el martes por la mañana. Pasado el mediodía se celebrará la cumbre trilateral. Hacia las tres y media de la tarde habrá un mensaje a medios de los tres mandatarios.

  • Se espera una declaración conjunta sobre la cumbre y el cierre de varios acuerdos entre los tres países en seis rubros: diversidad; equidad e inclusión; medioambiente y cambio climático; competitividad con el resto del mundo; migración y desarrollo; salud, y seguridad. También se perfilan anuncios en temas bilaterales.
  • Biden volará de regreso a EE UU esa misma tarde. Trudeau y López Obrador se verán otra vez el miércoles por la mañana. La maratón diplomática se cierra con la firma de un memorándum de entendimiento para reconocer el legado de los pueblos originarios, una de las mayores coincidencias entre ambos Gobiernos.

“Vamos a fortalecernos como región”, dijo López Obrador en la última edición de la cumbre, en noviembre de 2021, en Washington. Ante un mundo que ha cambiado de forma sustancial desde entonces, los tres miembros de un matrimonio geográfico tendrán tres días, en una agenda cuidada al milímetro, para ponerse al corriente.

Pide a AMLO ofrecer certeza a las inversiones durante Cumbre

A unas horas de comenzar la X Cumbre de Líderes de América del Norte, el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador aprovechar la reunión con su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, para generar confianza sobre las inversiones extranjeras para generar más fuentes de empleo en nuestro país.

  • El dirigente partidista dijo que la cumbre, que se llevará a cabo del 9 al 11 de enero en Palacio Nacional, es una oportunidad más para que el presidente López Obrador reflexione que la política interior de nuestro país tiene implicaciones a nivel internacional. “Esperamos que el Presidente no desaproveche los encuentros como lo hizo en ocasiones anteriores”, dijo.

Cortés Mendoza recordó que durante esta cumbre habrá negociaciones con Estados Unidos y Canadá, los socios comerciales más importantes para México. “Tenemos el acuerdo comercial más importante para nuestro país, pero lamentablemente las malas decisiones del presidente López Obrador tienen abiertos paneles de controversia en materia energética”, afirmó.

Este es uno de los gobiernos y sexenios donde nuestra política exterior ha caído en los niveles más bajos, por lo que el presidente debe corregir sus posiciones setenteras y sus malas decisiones, porque han provocado a México problemas que sin duda se verán reflejados en esta Cumbre como la incertidumbre en las inversiones en materia energética y toda la política medioambiental de este gobierno que va en retroceso, como la construcción de la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya”, dijo.

  • El panista planteó que el desafío más importante en la cumbre será que el gobierno de México ofrezca seguridad y respeto al Estado de derecho, “para que de esta manera se generen empleos, se garanticen a las empresas que quieran invertir en México que las reglas establecidas previamente serán cumplidas y que no tendrán problemas con el crimen organizado”.
  • Cortés consideró que el presidente López Obrador debe ofrecer a sus contrapartes garantías de una estrategia de seguridad que cumpla con estándares internacionales, ya que la cooperación en esa materia es esencial para lograr la detención de los líderes del narcotráfico, principalmente en México y Estados Unidos.

“Hacemos un reconocimiento a las Fuerzas Armadas, quienes por segunda ocasión detuvieron a Ovidio Guzmán. Sin embargo, esperamos que al concluir la visita de Biden, AMLO no decida liberarlo por segunda ocasión”, indicó el líder panista.

Marko Cortés se pronunció en favor de que López Obrador haga valer el respeto mutuo entre naciones, y deje de intervenir en las crisis políticas de otros países como Bolivia y Perú.

Las claves para entender la cumbre de líderes

Sin embargo, son tres los ejes torales que tienen mayor relevancia y que seguramente llevará mayor tiempo a los tres líderes de América del Norte para discutir y dejar listas medidas que satisfagan las necesidades de cada nación.

  • Seguridad: Ante la reciente captura de Ovidio Guzmán López, alias “El Ratón”, se especulaba que la seguridad durante la visita de Joe Biden y Justin Trudeau se reforzaría; sin embargo, el secretario de Relaciones Exteriores señaló que no habría algún operativo especial para el caso. El tema de la seguridad es uno de los más importantes que mantiene interesados con mayor fuerza a México y Estados Unidos, por el tema del narcotráfico en la frontera, ante ello, en octubre de 2021, las dos naciones firmaron el Entendimiento Bicentenario para abordar el tema desde distintas perspectivas.
  • Migración: En los últimos días, el gobierno de Estados Unidos anunció que México colaboraría para recibir a migrantes, tema de vital importancia para ambas naciones. López Obrador indicó que enfatizará en el tema al proponer a Joe Biden extienda un programa de visados humanitarios para los connacionales tal y como lo hizo con los migrantes de Cuba, Nicaragua, Haití y Venezuela.
  • Economía: Con el Tratado de Libre Comercio (TMEC) en desarrollo, Estados Unidos, Canadá y México buscan fortalecer sus economías con el acuerdo comercial ante las medidas realizadas por el presidente mexicano al dar prioridad a las empresas nacionales que a las extranjeras como sucede en el área de los energéticos, situación que mantiene al tanto a las dos naciones norteamericanas.

Diez preguntas para entender el ambiente crispado de la cumbre

Aunque oficialmente se presume de un cónclave “entre iguales”, lo cierto es que las diferencias ideológicas y estratégicas -sobre todo de México- no podían estar más opuestas a las que tienen sus gobiernos-socios de Estados Unidos y Canadá.

Diez preguntas bastan para entender el ambiente crispado en el que se desarrollará esta cumbre de tres días en la Ciudad de México.

  1. ¿Cómo puede México decirse parte de un bloque económico que promueve la libertad de empresa, cuando en los últimos cuatro años del gobierno de la Cuarta Transformación la promoción económica mexicana gira en torno a proyectos estatales, prioridades y privilegios a empresas del Estado y las grandes obras asignadas sin transparencia al Ejército, que come de la mano del presidente en turno?
  2. ¿Cómo pueden sentarse a dialogar “entre iguales” dos mandatarios que promueven la democracia global, mientras que el tercero -el mexicano- es ferviente defensor de los regímenes opresores y anti democráticos como los de Cuba, Rusia, Venezuela, Nicaragua, y Bolivia?… ¿Y si de Estados Unidos se trata, su elección política es Donald Trump?
  3. ¿Cómo pueden llegar a un acuerdo “entre iguales” tres naciones que durante años pactaron un tratado comercial muy benéfico para todos, cuando el gobierno de una de esas naciones -México- desconoce unilateralmente los acuerdos firmados en materia de energía y está por abrir serios diferendos en el terreno alimentario?… ¿Qué hacer con los 30 mil millones de dólares de inversiones extranjeras en el sector energético mexicano que hoy están bajo cuestionamiento?
  4. ¿Cómo sentarse “entre iguales” para buscar un medio ambiente mejor para la región de América del Norte, cuando una de las tres naciones -México- desdeña los esfuerzos para combatir el cambio climático y hace del carbón y de la limitación de energías limpias su bandera nacionalista?
  5. ¿Cómo pueden sentarse a la mesa “entre iguales” tres naciones que tienen distintos enfoques en sus políticas migratorias, en donde una de las tres -Estados Unidos- exige que México asuma en exclusividad y en su territorio las deportaciones de ciertas naciones, en particular la de aquellas cuyos migrantes le son incómodos a los norteamericanos?
  6. ¿Cómo pueden sentarse a buscar una salida al creciente tráfico de drogas, cuando el gobierno de una de las naciones -México- renunció a luchar contra los poderosos cárteles que la producen y distribuyen, mientras que otra de las naciones -Estados Unidos- solo reparte culpas desde su posición de consumidor número uno de esas drogas, cuyos jefes del mercado norteamericano no son ni perseguidos ni sancionados con la severidad que un delito así lo demanda?
  7. ¿Cómo sentarse a debatir el grave problema de la inseguridad que ya traspasa las fronteras, cuando el gobierno de una de esas naciones -México- decidió aplicar una política de “Abrazos, No Balazos”, dejando grandes extensiones de su territorio a merced del crimen organizado y renunciando a la obligada defensa del Estado de Derecho en favor de todos sus ciudadanos?
  8. ¿Cómo pretender acuerdos “entre iguales”, mientras que una de esas tres naciones -Estados Unidos- desdeña y elude ponerle un alto al tráfico de armas que empodera a los cárteles mexicanos?… ¿Pesa más la National Rifle Association que las miles de vidas que fallecen por el tráfico de esas armas?
  9. ¿Cómo convocarse en torno a una mesa “entre iguales” cuando una de las tres naciones -México- registra el más alto índice de asesinatos a periodistas en el planeta, inhibiendo la libertad de expresión que es el pilar esencial en el que se sustentan las democracias de sus socios comerciales?
  10. ¿Cómo sentarse a dialogar “entre iguales”, cuando los trabajadores de una de las tres naciones -México- ganan un salario 10 veces menor al de sus homólogos norteamericanos y canadienses, pagando por alimentos y bienes básicos como gasolinas, diésel y gas, las mismas tarifas que sus pares? Un trabajador norteamericano o uno canadiense compra una McDonaldʼs con media hora de trabajo. Un mexicano, con medio día.

Si Biden y Trudeau vienen a pasar tres días de turismo diplomático para tomarse la foto y presumirse integrados, “entre iguales” con su homólogo López Obrador, estarán muy equivocados. El futuro desastroso los alcanzará.

Si por el contrario, vienen a buscar cómo nivelar el piso político, económico, migratorio, laboral, de seguridad y de medio ambiente, la tarea es titánica.

México es el alumno atrasado, pero sus pares tendrían que estar exigiendo mucho y aportando más./Agencias-PUNTOporPUNTO

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