En este contexto, cobra aún mayor relevancia la reforma educativa orientada a continuar elevando el nivel formativo de nuestra gente, a fin de que seamos cada vez más competitivos y al mismo tiempo generar más empleo con mejores salarios.
Con la aprobación de esta Ley, aseguró, damos un nuevo paso en el ensamblaje de las reformas estructurales que nos permita alcanzar el crecimiento necesario para superar la medianía, en la que nos habíamos estancado en los últimos años.
Este nuevo y mejor rumbo encabezado por el Gobierno de la República, requiere de la participación de todos y permitirá maximizar la capacidad de nuestra gente.
Asimismo, aseguró el PRI, dentro de este nuevo andamiaje de las reformas estructurales también hay objetivos claros para desarrollar a las regiones según sus circunstancias, ya que se requieren políticas de mayores alcances, transversales y audaces.
Ahora, más que nunca, el país requiere de un mayor dinamismo que involucre a todos los sectores, desde el Senado de la República, el PRI seguirá impulsando las reformas que con eficacia respondan al bienestar de los mexicanos.
En este periodo ya se aprobó la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, la de impulso a la productividad y competitividad, entre otras, y haremos cuanto esté a nuestro alcance para sacar adelante la reforma constitucional en materia de seguridad y justicia, –enviada por el Ejecutivo federal—y el Sistema Nacional Anticorrupción.