Yohali Reséndiz
Peritos de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México le pidieron a Raúl –nombre ficticio– que con la ayuda de dos muñecos anatómicos mostrara lo que el maestro César le hacía.
El pequeño de tres años de edad empezó a golpear al muñeco de mayor tamaño, mencionando que era el maestro César, que era «malo», y que el muñeco más chico era él. De pronto, el muñeco grande, manipulado por Raúl, le tocó los genitales al muñeco chico, que estaba de pie.
–¿Por qué es malo César? –le preguntaron al menor.
–Porque me toca mi pene y mis pompas.
Lo anterior forma parte de un expediente de la Fiscalía para la Atencion de Delitos sexuales de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, abierto en contra de César Hinojosa Jaramillo, profesor de música del Colegio Tepeyac Mexicano, quien está acusado de abuso sexual en agravo del pequeño Raúl.
«Mi maestro de música se llama César, me quita la ropa porque hago cosas malas, me la quita en la escuela del Tepeyac, me quita la ropa de arriba y abajo y los zapatos, me toca el pene y las pompas, me pega en el pene con la mano», dijo el menor.
Meses atrás, la madre de Raúl había notado cosas extrañas en el comportamiento del pequeño. «Algo no estaba bien, mi hijo se orinaba y se hacía popó en clase y en casa. Le aterraba la sola idea de ir al baño o de ir a la escuela, estaba irritable, lloraba muchisimo a la hora de entrar al colegio, era un drama» dice a periodismosatodaprueba.
Si bien los comportamientos como esconderse detrás de su mamá, apatía con lo que estuviera relacionado con el Colegio Tepeyac Mexicano, miedo a la oscuridad, ser agresivo (aventar cosas, gritar o golpear), pesadillas y negarse a dormir solo (cuando desde los tres meses lo hacía), y no querer tener contacto físico con nadie (amistades o familia) además de lo anterior, durante el periodo vacacional de diciembre (19 dic-06 ene) no desaparecieron, sino disminuyeron y el 7 de enero las alarmas se encendieron:
– «El maestro de música me molesta» dijo con su vocecita
-Al escuchar a su hijo, el corazón de ella, se detuvo por una millonésima de instante.
– ¿cómo que te molesta?
«Mi hijo explica que esto sucedía en el ‘salón de música y baños de niños grandes’ (los días martes de cada semana) que el maestro les decía que jugarían a dormirse y que cerraran sus ojos, además manifiesta de forma clara y precisa la forma (apretones) y lugar donde el maestro le tocaba, diciendo también que el maestro le tocaba su cara y se la apretaba a la altura de boca y cachetes…»
El día jueves 14 de enero de 2016, el pequeño enfermó de gripa y no acudió a la escuela, aquella mañana fue reveladora ya que por la noche su hijo abrió «el secreto» y de manera detallada le contó a su mamá lo que el maestro César Hinojosa, (contratado, según el Colegio Tepeyac Mexicano en 2015) le hacia a él y a otros niños y niñas de su salón .
«Al escucharlo, mi esposo y yo decidimos que no iría más al Colegio Tepeyac Mexicano, ubicado en Talara 187 col. Tepeyac Insurgentes y al día siguiente, hablé con algunas mamás, con una vía telefónica y con la otra en mi domicilio. Ellas, al conocer lo que le ocurrió a mi hijo, interrogaron a sus hijos y hubo niños que aseguraron fueron tocados por el maestro, además de un testimonio de un pequeño testigo de los tocamientos a mi hijo y de otros compañeros.
Fue hasta el lunes 18 de enero que nos presentamos mi esposo y yo junto con otros dos matrimonios en el colegio donde sucedieron los hechos (Colegio Tepeyac Mexicano) y expusimos el caso ante la autoridad educativa. Al solicitar reunión con la directora general, Sandra Serrano Marmolejo, la directora de preescolar, Adriana Rojas, dijo que se encontraba indispuesta, se negó a abordar el tema y se negó a comentar cualquier cosa por lo delicado del tema. Insistimos y bajo presión hecha por mí y diciendo que si no nos escuchaban iríamos a otra instancia, fue como la directora general nos atendió con la condición de que solo uno pasara a platicar»
La madre del pequeño cruzó la puerta que le cambió la vida, los pasos eran pesados, no había viento, el tiempo se había detenido, aquel patio que conecta hasta la casa de las religiosas fue eterno y con la voz entrecortada y al mismo tiempo firme dijo: «Siento la responsabilidad de avisar a los demás papas y lo haré». «Tomaremos las medidas necesarias inmediatas, lo correremos (despedir), pero le pido prudencia y discresión. Aún no le avise a los padres de familia» respondió para salir del paso, acorralada y débil la directora consiente que, de hacer caso omiso, podía perderlo todo. El caso Matatena era reciente y no estaría en una situación tan dolorosa, así que….lo despidió.
LA SEP SE LAVA LAS MANOS
Un oficio de la Administración Federal de Servicios Educativos en el Distrito Federal Secretaría de Educación Pública, Oficio No. DGOSE/ CSEP/217/8858/2016 en poder de esta reportera con fecha 13 de Mayo de 2016 firmado por la Coordinadora Sectorial de Educación Preescolar, Lic. Guadalupe Jaramillo Flores señala:
«como parte del seguimiento a los hechos manifestados….dejaron recomendaciones precisas en materia de salvaguarda de la integridad física, psicológica y emocional de los niños preescolares…reforzar las medidas preventivas y correctivas de hechos similares»
Y ! listo! eso fue todo por parte de las autoridades «educativas»….un oficio muy bonito con con hoja membretada y sellito de la Secretaría de Educación Pública.
Esta reportera llamó al Colegio Tepeyac Mexicano para solicitar una entrevista sobre el caso, conocer su versión, escuchar un poco de indignación por lo ocurrido, pero es más fácil, evadir las responsabilidades en lugar de enfrentar y al enterarse del motivo de mi llamada y después de preguntarme nombre y motivo de la llamada, la respuesta fue un «permítame»…..música, música…música y más música para que al final cortaran. Y al marcar de nuevo, se excusaran de que la Directora no podía atenderme.
El colegio brindo apoyo psicológico para el menor y a sus padres con la psicóloga del colegio, Lic. Itzél Lazcano, dentro de sus instalaciones, la cuál por cierto, corroboró la agresión al menor pero propuso de nuevo reincorporarlo a la institución ya sin la maestra del grupo ni el maestro señalado como agresor. Luego como todo, minimizaron el caso y la visita del menor con Lazcano se fue aplazando hasta ser nula. «Es un niño normal y ya se desenvuelve como cualquier niño de su edad, dijo una insensible psicóloga»
Eso, no era cierto. El menor ya había sido lastimado y su familia, también.
A pesar de eso, días después el menor regresó a clases por recomendación de la psicóloga del Colegio Tepeyac Mexicano y a los síntomas anteriores del menor provocados por el presunto abuso también se sumaron las múltiples quejas de Karla Erika, su nueva maestra.
«Mi hijo todo el tiempo estaba presionado, «está difícil”, “yo no puedo”, “no me sale”…decía»
Aquellos días, fueron los más revueltos, tristes, sin salida, todo giraba en torno siempre a lo que aquel hombre, disfrazado de maestro le hizo a uno o varios menores.
«Mi hijo me dijo cuando él tocaba le decía al maestro ¡“déjame, déjame!!! El Maestro jugaba con él y le hacía cosquillas en el pene, pompas, brazos, pecho y piernas. Al mismo tiempo que lo empujaba…. Y que el maestro no le hacía caso».
Las lágrimas de su hijo se convirtieron en un medio de comunicación, cada vez que el menor era llevado al Colegio se aferraba a su madre diciendo: «no, ahí no, hay fantasmas, mami», ninguna madre resiste tanto dolor y el 4 de febrero, ella y su esposo, dieron de baja a su hijo, veinte días después fue oficial para el Colegio.
El 27 de mayo de 2016, el perito en psicología de la PGJCDMX emitió un dictamen –en poder de esta reportera– que señala: «El menor sí presenta alteraciones, tales como miedo, agresividad, violencia, retraimiento social, vergüenza, ansiedad, problemas de control de esfínteres, problemas de sueño y alimentación, alteraciones a las identificadas en menores que han sido agredidos sexualmente».
Actualmente el pequeño Raúl acude a terapia y ante cada acción que él cree equivocada, ofrece disculpas y se siente culpable cuando no lo es.
Sus padres decidieron presentar una denuncia penal el pasado 17 de abril.
El profesor César Hinojosa Jaramillo fue citado a declarar el pasado 6 de julio ante la Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales de la PGJCDMX. Ante el agente del Ministerio Público asignado al caso, el presunto responsable dijo: «La escuela es muy grande, hay mucha gente, imposible que yo haga algo así, además Katia Vanesa Vargas Méndez, Maestra titular, esta siempre en mis clases»
Lo anterior es parte de su primera y única declaración, que contrasta con lo expresado por la víctima y con los testimonios de otros pequeños.
Apenas el pasado 21 de septiembre el profesor César Hinojosa fue consignado ante un juzgado, pero permanece libre.