El 28 de mayo fue la última vez que Mariana Sandoval preparó un pastel en un su antiguo local en la alcaldía Azcapotzalco. Su sueño de tener un negocio propio comenzó en septiembre de 2017 y poco menos de tres años después, se desvaneció.
“La idea fue de mi esposo, él me ayudó con todo lo administrativo para poder abrir”, recuerda en una entrevista telefónica. “Batallábamos bastante, pero en general estábamos contentos, era algo propio y nos dejaba buen dinero algunos meses”.
Sandoval esperaba que este año las cosas marcharan mejor. Había contratado a una ayudante para preparar más variedad de postres y tenía contemplado, en unos meses, vender sus productos a través de una plataforma digital y no depender de los clientes habituales o alguno que otro que se aproximaba a su tienda en esa colonia al norte de la Ciudad de México.
Era un negocio duro, sobre todo porque tenía que competir con cadenas comerciales de mayor tamaño y supermercados con precios más bajos, pero en ninguna de sus previsiones más pesimistas tenía imaginado bajar para siempre las cortinas de su local, hasta que llegó la pandemia de COVID-19.
La decisión la tomó junto con su esposo, a quien le rebajaron temporalmente el sueldo en la empresa donde labora como contador. Sandoval escuchó muy tarde acerca de algunos apoyos para su negocio, aunque en realidad de poco le habrían servido.
- Luego de casi tres meses de confinamiento por la pandemia de COVID-19, la economía mexicana se encuentra sumida en la peor crisis económica desde al menos la Revolución Mexicana, con el promedio de los principales analistas e instituciones financieras en el país anticipando una caída de al menos 9.2 por ciento en el crecimiento del PIB este año. Y entre los mayores afectados por esta situación están las empresas y negocios, de los cuales, hasta el cierre de mayo, 10 mil habían desaparecido de los registros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
- De acuerdo con datos del organismo, en abril se dieron de baja 6 mil 689 empresas de esos registros, mientras que en mayo otras 3 mil 295 hicieron lo mismo. Los datos de junio serán dados a conocer en los siguientes días por el organismo, pero se anticipa que la pérdida de empresas y negocios continuará.
- Los cierres obligados para combatir la pandemia, que ha cobrado más de 30 mil 700 vidas en México y colocan al país como el quinto con más defunciones a nivel global, llevaron a miles a una situación sin precedentes: una caída brutal en sus ingresos sin apoyos suficientes del gobierno para poder mantener sus operaciones.
“La pandemia vino a exacerbar la debilidad previa por la recesión que se vivía en la economía mexicana”, señaló José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC). “Fue un golpe durísimo, sobre todo para los más pequeños y medianos, porque en un espacio muy reducido de tiempo tuvieron que enfrentar una economía con freno y una pandemia que las empujó finalmente al abismo”.
Diez mil empresas y negocios desaparecidos en solo dos meses, con una perspectiva negativa hacia adelante, es un dato inédito, que ni siquiera se observó en la crisis financiera de 2008-2009. Aunque la cifra de empresas afectadas es elevada, ni siquiera representa la totalidad de la afectación real a las empresas y negocios del país, pues el IMSS registra únicamente aquellas unidades económicas que se encuentran en la formalidad.
En un país como México, en donde poco más de 5 de cada 10 personas laboran en la informalidad, el impacto resulta mucho mayor.
“Nosotros estimamos que como efecto de la pandemia se podrían perder hasta 250 mil empresas y negocios”, abundó de la Cruz, cuya previsión coincide con la elaborada por BBVA. “La crisis es indiscutible, su profundidad es evidente, solamente queda poder prever con más certeza su duración”.
- Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) al cierre de mayo revelan, en buena medida, el tamaño del impacto de la pandemia en la desaparición negocios, incluyendo al sector informal. Según su Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE) 2020, en abril de este año había 2.3 millones de empleadores en México, mientras que al cierre de mayo la cifra arrojaba 2 millones. Es decir, en un solo mes alrededor de 300 mil personas habrían dejado de proporcionar empleo a millones de trabajadores en todo el país. En mayo del año pasado, los empleadores sumaban 2.6 millones.
Con esa marea de empresas y negocios, formales e informales, cerrando sus puertas, y muchos más suspendiendo temporalmente sus actividades, más de 12.5 millones de personas perdieron su trabajo solo en abril. En mayo, de las 19.4 millones de personas disponibles para trabajar ese mes, 9.5 millones no lo hicieron debido a la suspensión de sus labores sin recibir pago.
Según Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México (Banxico), si los 12.5 millones se hubieran quedado en la Población Económicamente Activa (PEA), es decir, activos buscando trabajar, la tasa de desempleo de abril hubiera sido aproximadamente de 24.7 por ciento. “Así de grave”, escribió en Twitter.
“Esperábamos que para finales de abril el gobierno anunciara algún tipo de apoyo, de cualquier índole, pero no pasó”, dijo Roberto Alid, quien tenía una fábrica de productos textiles en el Estado de México. “Tuvimos que cerrar definitivamente unas semanas más tarde, no pudimos pagar nómina, teníamos créditos pendientes, las ventas se desplomaron y veníamos de un mal año”.
Alid pide no mencionar el nombre de su empresa porque aún tiene abiertos algunos litigios y teme que su publicación afecte el desenlace de esos procesos legales. Sin embargo, revela que al cierre de febrero tenía una nómina de 75 personas, con otras 25 contratadas de manera externa a través de un outsourcing y con empleos temporales.
“La empresa la heredé, tengo otros negocios, pero esta era importante para mí”, mencionó. “La pandemia no vino a cambiar las empresas, vino a devorárselas”.
Aunque los más vulnerables ante cualquier revés económico, sobre todo uno tan profundo como el causado por la pandemia de COVID-19, son siempre las pequeñas y medianas empresas (Pymes) y los micronegocios, también las más grandes han padecido. Algunas han recurrido a recortes salariales temporales, cancelación de plazas y de algunos beneficios adicionales a los que otorga la ley. En otros casos, han tenido que recurrir a reestructuras financieras importantes para mantenerse a flote. Incluso Aeroméxico acudió la semana pasada a la protección de los tribunales de Estados Unidos para poder reestructurarse y evitar un colapso mayor.
- Según el IDIC, alrededor de 500 empresas medianas y grandes cerrarán sus puertas una vez que comience el recuento final de daños de la pandemia.
- Pero los efectos durarán mucho más. Miles de personas que invirtieron buena parte de su patrimonio y ahorros para cumplir el sueño de ser dueños de un negocio o emprendimiento, incluso en un entorno económico desfavorable, se quedan con las manos vacías.
Arturo Macías, un abogado de la Ciudad de México, cerró las puertas de su despacho a principios de julio por la falta de ingresos y dejó sin empleo de la noche a la mañana a otras 4 personas que laboraban con él.
“Es irónico”, asegura. “De haber aguantado un poco más, quizá no habría ido bien con todas las demandas laborales que va a haber por aquellos trabajadores a los que ilegalmente les recortaron el sueldo, los corrieron sin una liquidación justa o los trataron mal”.
El abogado añadió que la entrada en vigor del Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC), que sustituyó el 1 de julio al TLCAN, generará una serie de inconformidades legales y juicios por las modificaciones planteadas en el acuerdo comercial en materia laboral.
Macías tratará de aprovechar esas oportunidades como litigante independiente, aunque incluso para ellas también deberá esperar, pues los tribunales no abrirán sus puertas sino hasta mediados de agosto.
Al igual que todas las personas entrevistadas para este artículo, Macías lamentó que el gobierno no haya ‘metido las manos’ para apoyar a todas las empresas y negocios del país.
“Nosotros no éramos grandes, no debíamos impuestos ni nada por estilo”, dijo. “Pagaron justos por pecadores”.
- Pese al tamaño del impacto de la pandemia en la economía, México es uno de los países de América Latina y el mundo que menos recursos ha destinado al apoyo del sector privado. De acuerdo con un análisis de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), México ha destinado apoyos y créditos para las empresas y negocios equivalentes a 3.8 por ciento del PIB. En contraste, Chile ha destinado 11.4 por ciento, Colombia 8 por ciento, Perú 7.6 por ciento, Uruguay 5.3 por ciento y Costa Rica 4.3 por ciento.
- En materia de apoyos a trabajadores independientes o freelance, México ha destinado solo 0.4 por ciento del PIB, la mitad que el promedio en América Latina y por debajo de Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Costa Rica.
En total, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha anunciado 9 medidas de apoyo empresarial para enfrentar los efectos de la pandemia. Solo Venezuela, Bolivia, El Salvador, Nicaragua, Granada, Haití y Jamaica están por debajo de México en ese rubro, de acuerdo con una compilación realizada por la CEPAL.
Con este escenario, el organismo internacional aseveró que, en los próximos seis meses, hasta 500 mil empresas y negocios formales en el país corren el riesgo de desaparecer, sobre todo en los sectores del comercio al mayoreo, al menudeo, el turismo, la manufactura, automotriz, autopartes, construcción, servicios e industrias culturales. El daño sería mayor, al considerar la informalidad.
- Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, mencionó en la presentación del reporte que en toda América Latina se estima que 2.7 millones de empresas formales, una de cada cinco, están en vilo, 2.6 millones de ellas microempresas. El cierre de esas unidades económicas implica eliminar 8.5 millones de empleos formales.
Mauricio Mendoza espera que la CEPAL esté muy equivocada, especialmente porque su futuro depende de una recuperación más o menos rápida, de que el gobierno le permita reabrir su gimnasio o, en un mundo ideal, que le otorguen apoyos para continuar con su labor.
“Vamos con lo que tenemos, hemos aguantado con clases en línea, algunas asesorías nutricionales, pero nada más”, aseguró Mendoza, quien abrió su negocio el año pasado con un socio en Naucalpan, Estado de México “Si no funciona esto, tendría que pensar en otras opciones”.
Mientras los clientes regresan, él ha dispuesto una serie de medidas para combatir los contagios de COVID-19 en un sitio que podría ser ideal para su transmisión: horarios escalonados, cupo limitado, vestidores cerrados, aseo constante e intenso.
“Definitivamente no me gustaría ser uno más de los que entran en la lista de los negocios que quiebran”, afirmó. “Pero tampoco veo muchas señales positivas hasta ahora”.
500 mil empresas bajarán cortinas de forma definitiva en México
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estimó que producto de las afectaciones económicas por el coronavirus SARS-CoV-2 en México, alrededor de 500 mil empresas formales cerrarán de forma definitiva.
- “Los sectores más afectados serán el minorista y mayorista, turismo y la industria manufacturera; además de la industria cultural, que es un tema de enorme importancia”, señaló en conferencia Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva del organismo.
Sostuvo que la producción industrial retrocedió 29.6 por ciento respecto a abril del año pasado; la manufacturera -35 por ciento. Dijo que la industria automotriz ha sido de las más afectadas, con una producción de vehículos ligeros 93 por ciento menor respecto al mismo mes de 2019.
“Hay que apoyar a empresas que generan empleos de calidad y en sectores estratégicos. Aeroméxico es una de las empresas que está pidiendo esos apoyos, hay sectores que van a ser muy afectados en el país”, afirmó. Añadió que el turismo doméstico será clave para la recuperación y que será probable que haya una reactivación pronta.
- Alicia Bárcena celebró las medidas del gobierno federal en torno al otorgamiento de Créditos a la Palabra; Sembrando Vida; entre otros que expuso, son importantes y se deben considerar. Indicó que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) dará certidumbre en un mercado de 490 millones de personas que representa alrededor de 18 por ciento del PIB global y que con ello el país se posicionará bien respecto a los cuatro bloques comerciales del futuro.
“Además el T-MEC que proveer certeza puede ser una buena base para transformar el proyecto de desarrollo de México; puede ser un paso muy importante para México y eso puede reflejarse en este periodo o en cuanto se dé la reactivación”, expuso. Para América Latina, el organismo estima el cierre de más de 2.7 millones de empresas y la pérdida de unos 8.5 millones de puestos de trabajo. Del total, cerca de 2.6 millones, corresponderían a microempresas, el sector más vulnerable de la cadena productiva de la región.
Hasta 24 meses tardará comercio en recuperarse
La reactivación del comercio organizado “no esencial” en la ciudad de México arrancó en medio de un impulso generalizado de compras, sobre todo en los centros comerciales, pero la recuperación de la actividad del sector tardará de 18 a 24 meses y lograr niveles similares a los registrados en el 2019, aseveró José Manuel López Campos, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur).
Anticipó que ante la falta de liquidez derivada del cierre de establecimientos y la ausencia de ingresos llevará a que cerca de 800,000 micro, pequeñas y medianas empresas del sector comercio, servicios y turismo en México ya no reabran sus negocios de manera indefinida.
“La pandemia del Covid-19 no ha terminado y que tampoco ha empezado la recuperación económica, lo que está iniciando es la reapertura de muchos establecimientos comerciales que permanecieron cerrados en estos tres meses, lo cual presenta escenario que representará un largo camino”, afirmó el dirigente empresarial.
- Desde que se cerró el pasado 20 de marzo a la fecha, no hubo apoyos gubernamentales para que sobrevivieran las mipymes, y a pesar de que la banca comercial hizo esfuerzos por prorrogar los pagos, “no ha habido nuevos créditos, que en la etapa de activación van a ser indispensables. Para que el periodo de recuperación se pueda acortar, se requiere de financiamiento porque las empresas que logran sobrevivir van a requerir de recursos no únicamente para sus inventarios, sino para saldar sus pasivos que contrajeron el tiempo de cierre y de equipamiento para la nueva realidad”, refirió el presidente de la Concanaco.
En entrevista, López Campos recordó que el turismo se reactivó hace pocos días con la apertura de algunos destinos, como Cancún, la Riviera Nayarita y Los Cabos, entre otros, con la aplicación de estrictas medidas de higiene y la homologación de protocolos sanitarios a nivel mundial, a fin de proteger tanto a los prestadores de servicios como a los visitantes y así generar su confianza.
Con la pandemia, el turismo fue el sector más afectado, que requiere enfrentar esta circunstancia en unión y con la suma de todos los actores que son parte fundamental de esta actividad, una de las que más divisas genera para México, aseveró el empresario.
- “Al reanudarse la actividad turística, la expectativa es que la primera en detonar será el turismo doméstico, el más importante porque representa 82.5% de la derrama económica que genera esa actividad en total, que representa 142,000 millones de dólares, contra los 24,563 millones que aporta el internacional, además de que significa el 85% de la ocupación hotelera, con 102 millones de turistas hospedados al año”, expresó el dirigente. No obstante, el sector comercio enfrentará una situación más crítica, porque impactará al comercio informal, que será el más golpeado.
“El mayor reto será la innovación, la tecnología, y el uso de sistemas digitales después del confinamiento, y ese será uno de los tantos cambios que tendrá México y el mundo, y van a cambiar los hábitos de los consumidores y preferencias de los clientes y tiene que cambiar de acuerdo con los protocolos sanitarios de prevención, la manera de cómo se realizarán las actividades en el sector terciario”, acotó.
El presidente de la Concanaco comentó que se tendrá que convivir con el virus y el sector debe reiniciar actividades bajo un aforo limitado de personas y filas que continuarán, pero, desafortunadamente, “no porque hayan aumentado los clientes, ni que hayan aumentado las ventas por la pandemia”.
De acuerdo con los datos más recientes publicados por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), en abril pasado, al inicio de la cuarentena por el Covid-19, las ventas minoristas se desplomaron 23.8 por ciento. Las ventas de ropa y productos textiles decrecieron 73%, las de productos de papelería 62%, las de enseres domésticos 32.5% y las de vehículos ligeros y sus refacciones 32.9, por ciento. Solo las ventas en línea y por catálogo reportaron una mejora, con una significativa alza de 53.5 por ciento./Agencias-PUNTOporPUNTO