El Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte que los países que enfrentan amplias desigualdades regionales, como México, deberían aplicar políticas fiscales focalizadas que se concentren en los hogares de las regiones rezagadas. Este tipo de políticas podría definirse a partir de identificar determinantes clave en la región, como son el desempleo por sector y la movilidad.
Al interior de un documento de trabajo, donde identifica a México como uno de los cinco países con mayor desigualdad en sus regiones domésticas, entre los miembros de la OCDE, y dos emergentes no miembros que son Brasil e India, advierte que las políticas redistributivas tradicionales se han vuelto menos efectivas para abordar la desigualdad regional, pues no suelen ser muy progresivas o efectivas en la redistribución.
- Al interior del documento de trabajo “La gran división: Inequidad regional y política fiscal”, los expertos del organismo proponen incluir en el diseño, desarrollo, ejecución, monitoreo y financiamiento de las políticas focalizadas a los tres niveles de gobierno.
- En el análisis, desarrollado por William Gbohoui, W. Raphael Lam y Víctor Lledo, sugieren hacer un mapeo regional para identificar las consideraciones especiales para decidir las estrategias fiscales, a partir de conocer si se trata de una masa más densa de individuos con menos movilidad, composición por género, edad, salud y nivel medio de estudio de la población.
La propuesta de los expertos del fondo es complementar las políticas fiscales focalizadas con los programas existentes para mitigar la desigualdad.
Desigualdad regional, lastre macro
En el análisis del FMI, resaltan que las regiones rezagadas tienen alrededor de 70% de posibilidades de crecer más lentamente en ingresos y empleo que si no se atienden; pueden terminar por arrastrar la economía nacional. Indican que el creciente populismo provocó un cambio hacia una política más introspectiva sobre la desigualdad regional.
- De acuerdo con el análisis, tras la Gran Recesión del 2009 también se ampliaron las disparidades de ingreso regional entre las economías avanzadas miembros de la OCDE, como Irlanda, Alemania y Estados Unidos. Este aumento en la disparidad está asociado con la disminución de la movilidad laboral regional.
- El experto destaca que un determinante en la estrategia para tratar de resolver la desigualdad es el espacio fiscal y las plataformas para crear mayores ingresos.
- Un reporte adicional del FMI sobre el costo político de las reformas establece que, más allá de la oportunidad política, del bono democrático que tienen los gobiernos entrantes para impulsar reformas de amplio calado, “resulta pertinente que las reformas se implementen cuando las condiciones económicas sean favorables”. Es decir “los gobiernos deberían reparar el techo cuando brilla el sol”.
Caso méxico
El análisis no se centra en un país en particular. Sin embargo, el representante en México del Banco Mundial, Pablo Saavedra, explicó a El Economista que, a nivel federal, son pocos los países con tantas disparidades como las de México. Incluso en Brasil tiene menos disparidad, observó.
Para ilustrarlo, explica que el ingreso per cápita de Monterrey se parece más al de Polonia, mientras el del sureste es mucho más parecido al que tienen en Mongolia. La experiencia internacional muestra que, al paso del tiempo, se presenta cierta convergencia entre regiones, refiere. Pero no parece ser el caso de México sin una intervención en una política dirigida.
- El experto del BM explica que la persistente desigualdad regional de México puede tener su antecedente en la forma de integración de la economía local sobre las cadenas de valor, en el desarrollo de la infraestructura y en el sistema de ecualización de transferencias.
- En el comparativo realizado por el FMI entre los 37 países OCDE y dos de los emergentes más desarrollados, Brasil e India, México se encuentra entre los cinco países con mayores asimetrías en el ingreso entre regiones.
Entre los países comparados que destacan por la mayor disparidad del ingreso entre regiones el líder es Brasil, seguido por Irlanda; mientras India, Alemania y México ocupan los sitios tres, cuatro y cinco más desiguales de la revisión./EL ECONOMISTA-PUNTOporPUNTO