La calificadora Standard and Poor’s (S&P) estima que la economía mexicana registrará un contracción de 10.4% este año, y concuerda en pronóstico de Moody’s y Fitch, de una caída de doble dígito para el PIB.
- La nueva previsión para el PIB de México por parte de S&P es la menos profunda que la de la calificadora Fitch, que estima un desplome de 10.8% para 2020, pero es más aguda que el -10% que proyecta Moody’s.
En una nota donde actualizó las perspectivas de crecimiento para los soberanos que califica en América Latina, argumentó que el desplome proyectado para el PIB de México, incorpora un desempeño peor al esperado frente al choque de salud y económico que significó la pandemia de Covid-19.
Esto, ante el bajo y limitado estímulo que aplicaron las autoridades a la economía y que terminaron por afectar al consumo. “La buena noticia, sin embargo es que la sólida demanda del sector automotriz desde Estados Unidos ha sido determinante en la reapertura de las actividades”.
“México y Argentina podrían registrar niveles de producción prepandémica hasta fines del año 2023 e inicios del 2024. Ambas economías registrarán las mayores pérdidas en el ingreso entre todas las de la región”, destacaron.
- Al interior de una nota, titulada Los retos de crecimiento después de la pandemia para América Latina, comentaron que “la buena noticia (para México) es que la sólida demanda del sector automotriz desde Estados Unidos ha sido determinante en la reapertura de las actividades”.
- El pronóstico previo del PIB que tenía S&P para México estaba en -8.5% y fue divulgado en el mes de agosto. Una previsión que ha venido actualizando cada tres meses desde marzo.
Líder en profundidad de la caída
En el acercamiento a las expectativas de los soberanos que califica S&P, los economistas prevén que la contracción del PIB mexicano será la tercera más aguda de la región.
Esta caída solo será rebasada por el desplome de 13.5% que protagonizará Perú, quien por cierto tiene su nota en el mismo escalón que México y la de Argentina, que estiman en un desplome de 12.5 por ciento.
- En contraste, para el año entrante, México tendrá un rebote de 3.7% mientras Perú, conseguirá un brinco de 12.5 % y para Argentina anticipan un repunte de 4.8 por ciento.
De hecho, al comparar cada uno de los seis países de la región referenciados en la nota, resulta que México tendrá el segundo desempeño más pobre, o uno de los dos rebotes menos dinámicos, junto con Brasil a quien le anticipan un avance de 3.5 por ciento.
Debilidad previa, determinante
En el acercamiento a la situación de México, destacan que el rebote y posterior recuperación de la economía mexicana será una de las más débiles entre los emergentes en conjunto, no solo los de la región.
“La economía traía debilidades estructurales desde antes de la pandemia con una suave contracción en 2019 y una dinámica de inversión desfavorable”.
Además, resaltaron que la respuesta de política económica al choque por la pandemia ha sido “relativamente pequeño con un estímulo fiscal que apenas se aproxima al 1% del PIB y que ha estado dirigido a transferencias directas con un limitado apoyo a las pequeñas y medianas empresas”.
La calificación de México en S&P se encuentra en “BBB/perspectiva negativa” desde marzo, que es dos niveles arriba del Grado de Inversión, y uno de tres riesgos de sufrir un recorte en la nota.
Incertidumbre lastra el desempeño de mercados
En lo que va del año la pandemia de Covid-19 ha pasado factura a los mercados cambiario y bursátil nacionales. Según datos oficiales, el peso acumula una depreciación frente al dólar de 17 por ciento, mientras que la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) arrastra una pérdida de 14 por ciento, en medio de un panorama que luce incierto.
- De acuerdo con el Banco de México, el peso mexicano cerró 2019 en 18.88 unidades por dólar, mientras que al final de septiembre se ubicó en 22.10. Por otro lado, el S&P/BMV IPC, que aglutina a las 35 empresas más representativas del mercado ha caído de 43 mil 541 unidades a 37 mil 458 en los primeros tres trimestres del año.
- En lo que respecta sólo al tercer trimestre, el tipo de cambio consiguió una apreciación de 3.70 por ciento y la BMV una caída de 0.68 por ciento.
El desempeño de estos dos mercados, coincidieron especialistas, es consecuencia de una combinación de desplomes en los ingresos de las empresas e incertidumbre, pues por un lado el confinamiento social provocó el cierre de las economías, y por otro, la poca claridad de una cura contra el Covid-19 llena de incertidumbre el horizonte de decisión de los inversionistas.
La debilidad del mercado de valores mexicano es consecuencia directa de las afectaciones que han mostrado las empresas más grandes del país.
- Según la BMV, de las 35 emisoras que componen su principal índice, 24 arrastran disminuciones en el precio de sus acciones en lo que van del año, siendo los sectores de consumo, transporte, turismo entretenimiento y financiero los más golpeados.
La empresa más afectada al cierre de los primeros nueve meses del año es Gentera, con un desplome de 67 por ciento en el precio de sus acciones, seguida por Alsea, 57; BanBajío, 48; Televisa, 38; Carso, 32.7; Liverpool, 32.4; Femsa, 30.6; Banorte, 37.8 y Grupo Aeroportuario del Centro, 27.3 por ciento, sólo por mencionar algunas.
Janneth Quiroz, subdirectora de análisis económico de Monex, señaló que si bien en meses recientes se ha visto que los mercados presentan un mejor comportamiento, aún no alcanzan los niveles previos a la epidemia debido a que todavía existen muchas dudas sobre el futuro.
Aún desconocemos cuándo tendremos una vacuna disponible para la población mundial, si se requerirán nuevas medidas de confinamiento y cuáles serán los cambios estructurales generados por este acontecimiento. Además, existen otros factores que provocan volatilidad como las elecciones de Estados Unidos, apuntó la analista.
Respecto del tipo de cambio, Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base, enfatizó en que más allá de que éste se encuentre fuera de su nivel de equilibrio, que es de 19 pesos por dólar, lo que realmente afecta es la incertidumbre, pues su volatilidad impide que las empresas puedan hacer una buena planeación a largo plazo, lo que a final de cuentas afecta a la economía, pues la inversión está detenida.
Para Siller esa incertidumbre es en gran parte por la pandemia de Covid-19; sin embargo, también influyen las políticas del gobierno, las cuales provocaron que desde el año pasado la economía se comenzara a estancar.
Para ambas especialistas el panorama es incierto, pues hay factores que representan importantes riesgos: un segundo brote de la pandemia, las elecciones de EU, los precios del petróleo, que la economía de EU no se acelere, mayor proteccionismo comercial de ese país, o una baja en la calificación de México./Agencias-PUNTOporPUNTO