Guerrero, Oaxaca, Chihuahua, Tamaulipas, Guerrero, Sonora y Tlaxcala, siete de los 10 estados que a partir del lunes operan en color amarillo del semáforo epidemiológico, albergan a 22 ciudades que no han logrado doblar la curva o que han tenido incrementos de casos de Covid-19 en las últimas semanas, por lo que reanudarán actividades económicas y sociales no esenciales en un contexto de riesgo.
Datos de la Dirección General de Epidemiología y del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave), en ese conjunto de poblaciones hay tres capitales: Chilpancingo, Chihuahua y Oaxaca.
- En el caso de la capital de Guerrero, con sus 284 mil 330 habitantes, lleva tres semanas con un incremento de contagios, pues pasó de una tasa de 66 casos por cada 100 mil personas en la semana 31, a 74 en la semana 32 y a 84 en la semana 33, que es la última que se toma en cuenta para efectos de comparación. Chilpancingo tuvo un pico de contagios a principios de julio (133 casos por cada 100 mil personas) y desde entonces permanece en una meseta.
Otros municipios guerrerenses que no han logrado un descenso claro y sostenido de contagios son Ometepec y Tixtla, por lo que las autoridades sanitarias aconsejan no bajar la guardia en la aplicación de medidas de higiene durante la reapertura de actividades económicas y sociales.
- La ciudad de Oaxaca, con 258 mil 636 habitantes, también tuvo un pico en la primera semana de julio, con 135 casos por cada 100 mil habitantes, y desde entonces ha tenido un descenso discontinuo; de hecho, en la última semana que toma el cuenta el Sinave tuvo un incremento de casos de Covid-19.
Otros municipios de Oaxaca que han tenido dificultades para reducir de manera clara y sostenida la transmisión del coronavirus y que, por el contrario, los contagios se han elevado en las últimas semanas son Santa Cruz Xoxocotlán, Huajuapan de León, Santa Lucía del Camino, Villa de Zaachila y Santa María Atzompa.
En pleno ascenso
Al norte del país, la capital que pasa a semáforo amarillo, pero que no ha logrado aplanar la curva de contagios es Chihuahua. Con 949 mil 395 habitantes, la urbe está en el punto máximo de transmisión del nuevo coronavirus, ya que en la semana 33, la más reciente, registró 21 casos por cada 100 mil habitantes, mayor cantidad en lo que va de la pandemia.
- Nuevo Casa Grandes (67 mil 320 habitantes) e Hidalgo del Parral (117 mil 624 pobladores) están en la misma situación, que sus respectivos puntos máximos los alcanzaron apenas en la última semana contabilizada por el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica.
En Tamaulipas, otro de los estados que este lunes pasará a semáforo amarillo, las principales ciudades (Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo, Victoria, Tampico, Altamira y Madero) presentan una sostenida tendencia a la baja en contagios de coronavirus, por lo que la apertura de actividades económicas implica menos riesgo. No obstante, municipios menos poblados como El Mante, San Fernando, Miguel Alemán, Soto la Marina, Camargo, Padilla y Antiguo Morelos han reportado incrementos en las semanas 32 y 33, las más recientes en el Sistema de Vigilancia.
En Sonora, el único municipio que está en estas condiciones es Bácum; en Campeche está Hecelchakén; y en Tlaxcala, Apizaco.
Un estado, diferentes realidades
El director general de Promoción de la Salud, Ricardo Cortés Alcalá advirtió que el hecho de que un estado transite al color amarillo no significa que todos los municipios de esa entidad puedan reabrir sus actividades económicas y sociales a la misma velocidad y en los mismos términos, pues cada demarcación vive su propia realidad epidémica.
“Es muy importante atender a las indicaciones en sus estados y municipios, que un estado esté aquí pintado de amarillo o de naranja no significa automáticamente que todo el estado tiene el mismo nivel de riesgo”, dijo el funcionario el viernes pasado, al presentar los nuevos criterios del semáforo epidemiológico.
Registran caso de reinfección, podría ser una infección crónica
El director de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Víctor Hugo Borja Aburto, señaló que es posible que el caso reportado como “reinfección” a coronavirus (COVID-19) se trate de una infección crónica de positividad prolongada.
- Esto, luego de que el doctor Constantino López-Macías revelara que en México se registró un caso de reinfección de SARS-CoV-2 en una médico residente. Sin embargo, en esta segunda ocasión no presentó síntomas.
- Detalló que para que se pueda confirmar que el paciente se volvió a enfermar de coronavirus, como el caso registrado por primera vez en Hong Kong, es necesario verificar ciertos rubros.
Apuntó que para determinar que el paciente volvió a enfermarse de COVID-19, es importante verificar que la primera prueba, del tipo PCR, dio positivo.
Posteriormente demostrar que tuvo una recuperación y una prueba de PCR con diagnóstico negativo a COVID-19.
Finalmente, comprobar que tuvo otra infección y aplicarse una tercera prueba de PCR, cuyo resultado debería ser positivo.
“Los virus deben ser distintos. Que no sea el mismo virus que de la primera infección, porque esto, más que una reinfección demostraría una infección crónica, si el virus es el mismo en el segundo caso, entonces lo que se debe hacer es secuenciar el virus tanto del primer episodio como del segundo episodio”, dijo Borja Aburto.
Señaló que tras enfermarse, lo habitual es que haya una respuesta inmune, desarrollada tras la infección, que nos proteja contra una nueva infección.
“Es decir, si nos volvemos a exponer, (es posible) que no se replique el virus en nuestro organismo”, dijo.
- Por lo que es normal que el cuerpo desarrolle la inmunidad para tener una respuesta inmediata que lo proteja, por lo que más que una reincidencia, es posible que el segundo caso de contagio de la médico del IMSS sea una “infección pero no enfermedad”.
- “Nos puede proteger la inmunidad que desarrollamos para una enfermedad, es decir, puede haber protección contra la infección y después puede haber infección, pero no enfermedad”, explicó. “En muchas de las vacunas también es lo que buscamos que nos protejan contra la infección, contra el desarrollo de la enfermedad o que si desarrollamos la enfermedad esta sea más leve”.
Borja Aburto, detalló que hasta ahora no ha habido ningún caso en México sobre un segundo episodio de enfermedad grave y que un factor a destacar en este caso es que no ha presentado síntomas graves la médico residente.
Recordó que la paciente tuvo un episodio tras haber estado expuesta con un paciente el 28 de marzo.
- Para el 31 de marzo comenzó a presentar síntomas, aunque no se realizó la prueba de PCR, no obstante fue enviada a casa por 10 días y se trató ambulatoriamente.
- El 10 de abril, al regresar a sus actividades se sometió a una prueba serológica, la cual indicó que tenía anticuerpos.
- Para el 20 de mayo, la residente volvió a exponerse por segunda vez al virus fuera del trabajo.
Finalmente el 10 de junio se realizó una segunda prueba de PCR y volvió a dar positivo a COVID-19.
No obstante, el especialista señaló que continuarán investigando el caso para determinar cuál es la situación con la médico residente./Agencias-PUNTOporPUNTO