Lejos de llegar a la autosuficiencia energética, el país cada vez depende de más importaciones, así como de mayores costos que se generan que en cualquier otra parte de la historia; así lo demuestran las cifras de la balanza comercial de mercancías.
- Según la información oficial que revela el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el país desembolsó en 2022 una cantidad de 74 mil 114 millones 449 mil dólares por el pago de importaciones petroleras, una cifra inédita para un lapso de enero a diciembre.
Las causas de esta cifra van desde la guerra entre Ucrania y Rusia que dispararon los precios internacionales de los combustibles el año pasado, y las estrategias de los cárteles petroleros para controlar y mantener precios más altos, a lo que se suma la demanda, porque sin demanda las cotizaciones no se elevarían aún con cualquier táctica de mercado.
Como ejemplo de que se paga más en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, en el último año de la gestión del expresidente Enrique Peña Nieto, las importaciones ascendieron 53 mil 761 millones 599 mil dólares, un 40 % menos en ese 2018.
- Podría considerarse que el pago por los combustibles aumentó por los fenómenos descritos (guerra y control de producción); sin embargo, el propio presidente López Obrador ha informado de la reconfiguración de las refinerías existentes en México y que producen más, pero no se refleja en los precios y mucho menos en los bolsillos de los consumidores que pagan hoy en día la gasolina más cara de toda la vida en México.
De acuerdo con los datos de presidencia, cuando llegó la Cuarta Transformación, Pemex tenía una capacidad productiva en sus refinerías de 38 %, y que hoy, después de cuatro años, alcanzan el 65 %, y aseguró en una mañanera en enero pasado que deben llegar al 80 % de su capacidad, pero se debe invertir aún más.
Lo anterior revela que se gasta más en la importación que en cualquier otro punto, así como en la producción, pero no se está produciendo como se esperaba, sigue la dependencia energética del país, y tal vez más que antes, pese a las grandes inversiones.
Autosuficiencia energética de México se ha debilitado con AMLO
México no sólo se encuentra lejos de la prometida autosuficiencia energética prometida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, sino que ésta se ha debilitado desde el inicio de su administración, lo cual se puede observar en el valor de los flujos comerciales.
- De acuerdo con el análisis del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice sobre el panorama para México en 2023, durante este año el país podría enfrentarse a un contexto global y local donde la brecha entre el valor de las importaciones (gasolina, diésel, gas natural y petroquímicos) y las exportaciones (crudo) sea mayor que en años anteriores.
Apunta que con base en información del Banxico, el déficit comercial de energía creció de 21,400 millones de dólares en 2019 a 24,600 millones en 2021.
Pero los datos más recientes, que abarcan los primeros ocho meses de 2022, “son aún más preocupantes”, pues la balanza comercial negativa durante ese periodo ascendió a 24,500 millones de dólares, cifra que equivale a todo el valor del año anterior.
“A medida que López Obrador se acerca al final de su mandato, se vuelve más importante que nunca cumplir con las metas de producción de productos refinados como la gasolina y el diésel, que hasta ahora no ha despegado como se pretendía”, señala el think tank.
Con base en el nivel de gastos de capital asignados a las refinerías operativas del país de 2019 a 2021, que en promedio fueron la mitad de lo que gastó el gobierno anterior, anticipamos que, incluso si el GOM impulsa la inversión, las refinerías de Pemex seguirán registrando relativamente bajos niveles de producción.
En ese sentido, el Instituto Baker estima que México no experimentará un aumento sustancial en la producción de derivados del petróleo en 2023, principalmente porque no se espera que la construcción de la refinería de Dos Bocas “Olmeca” y las dos unidades de coque en las refinerías de Tula y Salina Cruz estén terminadas en el corto plazo, por lo que las importaciones seguirán llenando el vacío.
- Política energética nacionalista persistirá: El análisis también destaca que la postura nacionalista de López Obrador de salvaguardar de la competencia a Pemex y CFE seguirá siendo determinante en el proceso de toma de decisiones durante su penúltimo año de gestión.
También, aunque aún no se conoce el resultado de las consultas sobre la política energética de México solicitadas por Estados Unidos, el difícil entorno empresarial y político de México se mantendrá en 2023.
Un aspecto importante a considerar es que, con la carrera presidencial de 2024 en pleno apogeo, López Obrador no puede darse el lujo de cambiar de rumbo y arriesgarse a perder la aprobación de su base electoral y sus seguidores.
“Las probabilidades de supervivencia de su proyecto político nacional dependen de la selección de su sucesor, y en ese sentido, el sector energético es fundamental. Así, en 2023 no decaerá la retórica de López Obrador sobre las recompensas de sus políticas energéticas, la búsqueda de la autosuficiencia en combustibles para motores, así como el manejo político de las herramientas regulatorias para blindar la posición de mercado de Pemex y CFE”, indica el centro de investigación de la Universidad Rice.
Darle a México soberanía energética hace que Pemex pierda dinero
En Estados Unidos, empresas dedicadas al negocio de la refinación tienen utilidades, pero la petrolera mexicana pierde dinero por cada barril procesado. Aún con los altos precios del petróleo, entre enero y septiembre de 2022 Pemex Transformación Industrial registró pérdidas equivalentes a 3 mil 50 millones de dólares.
- En tanto, en Estados Unidos, Valero -el principal refinador- obtuvo 3 mil 810 millones de dólares de utilidades, y Marathon, 4 mil 625 millones de dólares. Cada barril refinado significó una pérdida de 7.37 dólares en el tercer trimestre del año, cuando su margen de refinación fue positivo en los nueve trimestres anteriores, de acuerdo con datos del reporte financiero de Pemex.
La razón del resultado negativo deriva de la intención de darle al País soberanía energética al procesar una mayor cantidad de crudo, lo que a su vez lleva a Pemex a producir más combustóleo o residuos de poco valor, dado que sus complejos industriales carecen de coquizadoras para aprovechar ese producto. En el tercer trimestre, la producción de petrolíferos promedió 802 mil barriles diarios y la de combustóleo fue de 278 mil 900 barriles diarios, la más alta en lo que va del año.
- Fluvio Ruiz Alarcón, analista del sector petrolero y exconsejero profesional de Pemex, confirmó que la gran cantidad de combustóleo, que incluso es superior a la de gasolinas, es un factor que influye en el resultado negativo del margen de refinación.
- Más allá de esta circunstancia operativa, llama la atención la aparente paradoja de que, al mismo tiempo que Pemex Transformación Industrial (TRI) incrementa significativamente su volumen de ventas y recupera porciones importantes del mercado nacional de combustibles, registra su primer margen negativo de refinación en más de dos años y una pérdida neta de 61,800 millones de pesos (3 mil 50 millones de dólares), a pesar de los altos precios de los petrolíferos, expuso Ruiz en un análisis.
Jesús Carrillo, director de Economía Sostenible del Imco, calificó como preocupante que mientras la industria petrolera registra ganancias, Pemex pierda dinero al producir combustibles. Esto se agrava, dijo el experto, por la producción de un combustible de bajo valor en el mercado y al exceso de personal en sus refinerías, agregó./Agencias-PUNTOporPUNTO