Redacción
México se ha convertido en el gran “antiimigrante” del Sur, ya que mientras en el 2016 Estados Unidos deportó a 96 mil migrantes, nuestro país expulsó a 147 mil, lo que equivale a 293 deportaciones diarias, señaló la senadora por el estado de Quintana Roo, Luz María Beristain.
La también secretaria de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, dijo que de acuerdo con datos de la Red de Documentación de Organizaciones Defensoras de Migrantes (REDODEM, 2015) y de Amnistía Internacional, los crímenes que sufren los migrantes en su paso por México, en su mayoría son a manos del crimen organizado mexicano, con casi 46%, y poco más de 41.5%, por diversas autoridades mexicanas como la Policía Federal, Policía Municipal y la Policía Estatal.
Beristain subrayó que cada año entran a México unas 45 mil mujeres centroamericanas, sin documentos, de las cuales el 70% han sufrido algún tipo de abuso sexual.
Acompañada por la presidenta de la Comision de Relaciones Exteriores del Senado, Gabriela Cuevas, por el senador del estado de Tabasco, Fernando Mayans la senadora Luz María Beristain exhortó al Gobierno federal para que a través de la Secretaría de Gobernación, del Instituto Nacional de Migración, y la Secretaría de Relaciones Exteriores por medio de su Red Consular, realicen las acciones necesarias para garantizar el respeto a los derechos humanos de los migrantes centroamericanos que se encuentran en tránsito dentro de nuestro país.
Señaló que Trump abre una excelente oportunidad no sólo para evaluar nuestros modelos económicos, sino las políticas y el tratamiento migratorio que las autoridades mexicanas dan a los migrantes provenientes de la Frontera Sur.
Beristain pidió alzar la voz para abrirles los ojos a las autoridades; la acompañaron en la conferencia de prensa Guillermo y Guerson, dos migrantes hondureños, radicados en el albergue de migrantes, Casa Tochan, A.C. de la Ciudad de México. Dieron testimonial de sus historias, las violaciones y el maltrato que sufren los migrantes centroamericanos en México, pero también en Estados Unidos.
La legisladora sostuvo que si México exige un buen trato para nuestros connacionales en Estados Unidos también debemos ofrecer políticas migratorias humanistas y trabajar no solamente en el origen y destino de los migrantes centroamericanos, sino en los procesos de desplazamiento de las personas.
Migrantes centroamericanos
El joven de 23 años “Gerson” salió de Honduras por la necesidad de darle una calidad de vida mejor a su esposa e hija, pero también por la delincuencia, por los grupos delictivos organizados que asolan su lugar de residencia.
En su paso por México fue víctima de la delincuencia organizada, de los grupos de policía privada y de la policía federal.
Actualmente está en una casa que ofrece refugio a los migrantes en la Ciudad de México, con la esperanza de alcanzar nuevamente «el sueño americano».
Por otro lado, “Guillermo” de 20 años, en Honduras fue amenazado de muerte por las padillas. Aseguró que no puede regresar a Honduras, pues además de que no hay oportunidades laborales, su vida correría peligro si regresa.
En su trayecto sufrió hambre, humillaciones; fue golpeado, desnudado y despojado de todo su dinero por agentes de Migración en Palenque, Chiapas, posteriormente, como muchos migrantes centroamericanos que transitan por México, fue agredido por grupos delictivos.
Actualmente vive en un refugio para migrantes en la Ciudad de México, pero él a diferencia de su compañero “Gerson” espera quedarse en México y trabajar de forma honrada, pues regresar a Honduras es para él, podría representar una sentencia de muerte.