POR RITA MAGAÑA TORRES
La nueva pluralidad en el Distrito Federal debe marcar una etapa de mejores gobiernos en las 16 delegaciones, así como un avance significativo en el ejercicio pleno de nuevos derechos y libertades para los capitalinos, aseguró el coordinador del PRD en el Senado, Miguel Barbosa Huerta.
Llamó a dejar atrás los saldos electorales, los balances sobre distritos y casillas, porque ahora es el momento de avalar con hechos lo que los delegados prometieron en plazas públicas, mercados, colonias y propaganda electoral.
Señaló que hay gobiernos del PRD, MORENA, PRI y PAN en el Distrito Federal, el trabajo de las delegadas y delegados debe generar una competencia democrática para mejorar las demarcaciones de la ciudad de México.
Consideró que es muy importante que el ejercicio administrativo de los gobiernos delegacionales no se convierta en una “guerra de vencidas”, porque al final de cuentas quien resulta perjudicado es el ciudadano.
“Los gobiernos delegacionales, sin importar su origen partidario, deben establecer y fortalecer la colaboración institucional entre delegaciones y el Gobierno del Distrito Federal”, dijo.
Agregó que ante el nuevo escenario político, el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, “tiene enfrente el enorme reto de mantener la gobernabilidad democrática ante una nueva realidad delegacional, lo cual también servirá para realizar mayores esfuerzos en beneficio de la población”.
Señaló que los habitantes del DF merecen gobiernos delegacionales honrados, transparentes y que privilegien el aspecto social.
Se acabaron las promesas de cambios sustanciales y ahora sí, a enfrentar los obstáculos cotidianos: agua, alumbrado, uso de suelo, permisos de construcción, supervisiones de obras públicas y una larga lista de servicios, de los cuales las y los delegados serán responsables, añadió.
“Los capitalinos no extenderán un cheque en blanco a los nuevos gobiernos delegaciones, los cuales deberán responder con acciones y obras inmediatas”, consideró.
Dijo que el contraste de personalidades, estilos, formas y prioridades servirán a los capitalinos para evaluar con mayores elementos lo que proponen y cómo actúan los partidos.