La Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) advierte que en todo el país puede haber hasta 250 mil menores de edad que se encuentran en riesgo de ser reclutados por la delincuencia organizada, por lo que se requiere de una intervención contundente del Estado para evitar que caigan en las manos de algún grupo criminal.
“Este año fue de especial preocupación para REDIM el reclutamiento de niñas, niños y adolescentes para ser explotados y usados por la delincuencia y el crimen organizado. En México, la población entre 0 y 17 años en riesgo de reclutamiento o utilización por parte de grupos delictivos ascendía a entre 145 mil y 250 mil niñas, niños y adolescentes en 2020; esto correspondía a entre 3.8 y 6.5 personas de 0 a 17 años por cada mil”, señala la organización en su “Balance Anual 2021”.
- En México el reclutamiento de niños, niñas y adolescentes por el crimen organizado todavía no es tipificado como delito
- La asociación ha insistido en que las niñas, niños y adolescentes que terminan involucrados en alguna organización criminal, son prioritariamente víctimas, lo cual no debe ser pasado por alto por las autoridades.
“Reconocer este carácter de víctimas en el reclutamiento resulta fundamental, pues aunque no excluye de la responsabilidad penal o de otras formas de rendición de cuentas, sí ayuda a comprender mejor las dinámicas de enganche desde la amenaza, la extorsión, la explotación, llegando hasta trata o desaparición; además de promover una lógica de restitución de derechos en la desvinculación, la recuperación física, psicológica y en la reinserción”.
Ante esta situación, Redim ha conminado al Estado mexicano a que reconozca y tipifique el delito de reclutamiento de niños, niñas y adolescentes, al tratarse de “una de las formas más graves de violencia que se puedan cometer contra las infancias y adolescencias en el país, al afectar de manera directa sus derechos humanos”; sin embargo, eso sigue siendo una asignatura pendiente.
- La integración de menores de edad a los grupos delincuenciales que operan en múltiples regiones del país, es un fenómeno que, según Redim se puede y debe prevenir, mediante el compromiso de las autoridades para aplicar mecanismos específicos de política pública y legislación.
- Tan solo de enero a noviembre de 2021, se registraron 994 homicidios dolosos de personas entre 0 y 17 años en el país (153 mujeres y 841 hombres); y en el mismo lapso se reportaron mil 246 homicidios culposos de esa misma población (340 mujeres y 906 hombres).
La violencia armada también dejó el año pasado un saldo de 728 homicidios con arma de fuego de niñas, niños y adolescentes (109 mujeres y 619 hombres).
REDIM insiste en que los menores de edad que terminan involucrados con alguna organización criminal, son prioritariamente víctimas
Factores de riesgo
En su estudio de 2021, titulado “Reclutamiento y utilización de niñas, niños y adolescentes por grupos delictivos en México. Análisis desde las políticas públicas y la legislación”, Redim profundiza en los factores que generan un riesgo de reclutamiento criminal para los menores de edad en el país.
“Los factores de riesgo a nivel individual cobran la misma relevancia o incluso más que aquellos factores que se encuentran en la comunidad o sociedad, al momento de reclutar a una niña, niño o adolescente. Esto es, aquella niña o niño que tenga afectaciones, a nivel personal, en sus primeros años de desarrollo, en donde ha sufrido abandono, maltrato, baja autoestima, etc. Es más susceptible a ser reclutado por haber desarrollado características psico-emocionales que benefician o se adecuan a las actividades de los grupos delictivos”.
Según la organización, un menor que proviene de un hogar pacífico y sin dinámicas de violencia familiar, estará mejor capacitado para resistirse al llamado de los grupos delictivos, aun cuando las redes criminales estén operando a su alrededor.
- “Una niña o niño que haya crecido en un núcleo familiar sólido, si bien con carencias económicas, pero en donde no se encuentran situaciones de violencia, a pesar de que en el entorno de su comunidad hay presencia de grupos delictivos, es menos probable que acepte involucrarse con estos grupos, debido al desarrollo de una conciencia o de un proceso de reconocimiento sobre lo bueno y malo basado en la relación afectiva con su familia. Sin embargo, aquella niña o niño que creció en un contexto violento y tuvo carencias afectivas desde un principio es más probable que, en conjunto con la presencia de grupos delictivos en su comunidad, acepte involucrarse con ellos”.
No obstante, el documento advierte que, ante la segregación, la desigualdad y pobreza que muchos menores de edad enfrentan cobra relevancia la presencia de los grupos delictivos en el entorno.
“Estos grupos, como parte de su estrategia de reclutamiento, se perfilan como los satisfactores de esas necesidades tanto económicas como laborales, y además agregan el factor de proximidad (…), normalizan su presencia en el entorno y por ende las actividades delictivas y violentas”.- REDIM
Estudio “Reclutamiento y utilización de niñas, niños y adolescentes por grupos delictivos en México. Análisis desde las políticas públicas y la legislación”
Propuesta de reforma contra el reclutamiento
La propuesta de la asociación consiste en tipificar el delito de reclutamiento de menores en el Código Penal Federal, en el “Titulo Octavo” sobre “Delitos contra el Libre Desarrollo de la Personalidad”, y donde se agregaría un “Capítulo VIII Bis. Reclutamiento y utilización de personas menores de dieciocho años”, y la siguiente disposición:
“Artículo 209 Bis. Será sancionado con pena de 15 a 20 años de prisión y de un mil a 20 mil días multa, a quien lleve a cabo el reclutamiento y/o utilización de personas menores de dieciocho para la comisión de las actividades objeto de las organizaciones delictivas. El ejercicio de la acción penal por este delito es imprescriptible”.
También se plantea modificar la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, en su “Artículo 2“, que dice: “Cuando tres o más personas se organicen de hecho para realizar, en forma permanente o reiterada, conductas que por sí o unidas a otras, tienen como fin o resultado cometer alguno o algunos de los delitos siguientes, serán sancionadas por ese solo hecho, como miembros de la delincuencia organizada:”, para agregar la siguiente fracción: “XI. El Reclutamiento y/o utilización de personas menores de 18 años”.
Urgen a legisladores a tipificar el reclutamiento de menores de edad
En México, cada vez se vuelve más común escuchar que niñas, niños y adolescentes participan de manera activa en grupos delictivos, especialmente en actividades del sicariato.
- Por ello, la Red por los Derechos de la Infancia (Redim) urgió este miércoles a los diputados federales a que tipifiquen como delito el reclutamiento de menores de edad.
- Ante representantes de las comisiones de Justicia y Derechos de la Niñez y Adolescencia de la Cámara de Diputados, Tania Ramírez, directora ejecutiva de la Redim, presentó el diagnóstico Reclutamiento y utilización de niñas, niños y adolescentes por grupos delictivos: análisis de las políticas públicas y la legislación.
Durante su ponencia, explicó que el reclutamiento se refiere a toda forma de captación o alistamiento de niñas, niños y adolescentes en cualquier tipo de grupo delictivo, no solo los de la delincuencia organizada.
«El reclutamiento constituye una de las formas más graves de violencia contra la infancia, además de ir en contra del interés superior de la niñez», destacó la activista.
- Ramírez señaló que en las políticas públicas actuales el principio del interés superior de la niñez es todavía deficiente, igual que el presupuesto enfocado a atender a los menores, el cual de hecho ha sufrido un recorte del 50% en los últimos años.
Ante esta ineficacia para la protección de los derechos de este sector, consideró que un paso indispensable para frenar la violencia contra él es la tipificación, de manera explícita, del reclutamiento por parte de grupos delictivos.
El reclutamiento puede y debe prevenirse mediante mecanismos específicos de política pública y legislación». Tania Ramírez, Redim
- De acuerdo con Ramírez, la propuesta es que, con esta tipificación, el Estado mexicano se asegure de que ningún menor sea reclutado, identificando a los diferentes grupos delictivos en el país.
- Además, planteó, se tiene que garantizar el acceso a la justicia y a una compensación para los menores reclutados, quienes deberían ser reconocidos primordialmente como víctimas, sin que esto los exima de responsabilidad penal.
Para la operatividad de esta propuesta, consideró indispensable revisar la estrategia de combate al crimen organizado bajo un enfoque que asegure la protección de los menores contra la violencia y con perspectiva de género.
«Las políticas públicas deben orientarse en torno a tres ejes: contener apartados específicos a la niñez, el cumplimiento de las recomendaciones al Estado mexicano, y la coordinación y vinculación de planes entre instituciones», agregó la activista.
Ramírez indicó que el reclutamiento derivó en 2021 en al menos 700 homicidios dolosos de personas de cero a 17 años, así como en 3,726 personas de este grupo de edad reportadas como desaparecidas.
Del total de menores desaparecidos, 64.4% eran mujeres. Del total de víctimas, hasta la fecha 1,339 siguen desaparecidas.
Los niños soldado, la emergencia en México patrocinada por el crimen organizado
José Miguel Toribio, de apenas 13 años de edad, sabe cómo disparar un arma. Fue incluido en la Policía Comunitaria de Ayahualtempa, en el Montaña del estado mexicano de Guerrero, a raíz de la amenaza inminente del crimen organizado contra esa comunidad que no llega ni al millar de habitantes. La razón por la que ahora está armado es la protección de su pueblo. Pero, aún así, él engrosa la lista (no oficial) de niños armados en México, práctica que a nivel mundial se lucha por erradicar, y este 12 de febrero se recuerda la urgencia de ese objetivo con el Día Internacional contra el Uso de Niños Soldado.
- La efeméride de este sábado recuerda la urgencia por acabar con el reclutamiento de menores de edad en grupos armados alrededor del mundo, tanto de manera oficial, por ejemplo el Ejército, como en fuerzas armadas no gubernamentales, como grupos guerrilleros o del crimen organizado.
“Primero le pones así (jala el seguro del arma), le pones el tiro, luego otra vez le jalas más (mueve el cerrojo), aplastas este (señala el gatillo) y ahí truena”, explicó el menor a la cámara de Infobae, en mayo del año pasado. “Sí me gusta usar el arma”, decía con tranquilidad mientras sostenía una escopeta. También rechazaba tenerle miedo. Él no había visto a los Ardillos –el grupo delictivo que amenaza su comunidad– pero sabía que son “sicarios que matan y secuestran”. Entonces dijo que él está para proteger a los suyos.
- Por otro lado, Migue, como le dicen sus amigos, lleva más de un año sin ir a la escuela “porque allá se encuentran los malos”. Recuerda que el Gobierno estatal les prometió una secundaria en Ayahualtempa. Se va a esperar a que cumplan para volver a estudiar. Mientras, aprendió bastante sobre municiones. Saca algunas de un bolso que carga. Son calibre 22. Y explica qué pasa con cada parte de la bala al disparar.
Juan Martín Pérez, coordinador para América Latina y el Caribe de Tejiendo Redes Infancia, sentencia que los niños armados para defenderse del crimen son síntoma de un Estado debilitado por la corrupción.
Para él, este problema se intensificó en México desde que estalló la guerra contra el narcotráfico, en el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), y hasta ahora, indica, es un problema que simplemente no cede. Los menores, explica, se volvieron el blanco perfecto de los criminales, ya que ha medido que ha escalado dicha batalla, ellos, a diferencia del Ejército, no tiene los suficientes hombres para hacer frente. Entonces recurren a reclutar niños.
El Comité de los Derechos del niño de la ONU empezó a emitir recomendaciones a México sobre esta prblemática desde hace 11 años. Pero, advirte Juan Martín, mientras no se tipifique ese delito en el Código Penal mexicano, poco se podrá hacer al respecto.
- No hay datos oficiales, pero el especialista señala que, con base en estudios que las organizaciones proinfancia han hecho en el país, al año son reclutados entre 35 mil y 40 mil niños para actuar como elementos armados de los grupos criminales.
- La Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) urgió a finales del 2021 la tipificación del delito de reclutamiento infantil, señalando que a nivel global, más de 300 mil niños y niñas en el mundo que pertenecen a las filas de alguna organización criminal, mientras que solo en México serían 150 mil infantes los que actualmente se encuentran en riesgo de ser incorporados a ese tipo de agrupaciones.
¿Y quién es el responsable de rendir cuentas por esta emergencia? “Es el Estado mexicano; el Estado y sus instituciones son los garantes de los derechos”, recuerda el experto en derechos humanos de la infancia. En el caso de Ayahualtempa, indica, son performance, escenificaciones teatrales que buscan atraer la atención a una comunidad desesperada. Aún así lamenta que, solo con el hecho de que los niños sepan manipular un arma, sus derechos son vulnerados.
- Sara Antillán, Oficial Nacional de Protección UNICEF México, explica a Infobae que el fenómeno de los niños reclutados en México no solo tiene las consecuencias ya vistas que es la vulneración de los derechos de los menores al adentrarlos en prácticas de violencias. Aquellos que se resisten a hacerlo se ven en la necesidad de huir de sus lugares de origen. Ellos lo vieron en un refugio de migrantes en Tijuana, ciudad fronteriza en el noroeste mexicana. El 70% de las personas atendidas eran mismos ciudadanos mexicanos, “provenientes de Michoacán y de Guerrero”, que no intentaban ingresar a EEUU por lograr el sueño americano, sino para huir del crimen que intentaba forzar a sus hijos a engrosar sus filas armadas.
Las consecuencias, señala la oficial de Unicef, principalmente es la muerte. Seguido a ello las psicológicas, como el estrés postraumático para quienes fueron expuestos a esas prácticas; las físicas, como las grandes cicatrices de tortura; o la sociales, como la casi imposible reintegración a la sociedad con la que muchos de ellos cargan cuando pasan por esa vivencia./Agencias-PUNTOporPUNTO