Más de 1,400 POLICÍAS en los tres niveles de Gobierno han sido ASESINADOS durante la Cuatroté

En Michoacán hay 13 municipios que no tienen policía local y hay algunos en donde la existencia es simbólica como en Aguililla, en donde hasta julio del año pasado solo había dos elementos.

Bajo el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, las cifras más altas de policías asesinados por entidad federativa se registran en Guanajuato y Estado de México; en el primero van 219 y en el segundo 117, así lo revelan reportes de la organización Causa en Común.

  • Después de estos, Chihuahua (99), Veracruz (97) y Michoacán (96) son los estados con el mayor número de oficiales ejecutados entre el 1 de diciembre de 2018 –inicio de la administración del político tabasqueño– y el 24 de febrero de 2022.

En total, durante la autollamada Cuarta Transformación se han acribillado a mil 476 agentes –de los tres niveles de gobierno–: 44 en el último mes de 2018; 446 en 2019; 524 en 2020; 401 en 2021; y 61 hasta el segundo mes del año en curso.

Esta información refleja el abandono institucional de las autoridades, tanto federales como locales, hacia las corporaciones policiacas, aseveró en entrevista Luis Carlos Sánchez Díaz, investigador de Causa en Común.

La policía nace como un organismo de orden civil que tiene la labor de mantener la tranquilidad y la paz en territorios específicos, explicó el politólogo, por ello es importante señalar todas sus precariedades, por ejemplo, la falta de armamento y capacitación.

  • “Existe una visión muy negativa de los policías. Se ve como una institución que no funciona, corrupta, no capacitada, etcétera. Pero no nos imaginamos cuáles son las condiciones que viven para desempeñar una actividad tan riesgosa como cuidar a la población en este país lleno de eventos atroces y de violencia”, indicó Sánchez Díaz.

El gran reto de las autoridades nacionales es fortalecer a las corporaciones de seguridad pública, sin embargo, no es prioridad y se nota en la asignación de presupuesto, subrayó el especialista. Los recursos económicos son esenciales porque ayudan a consolidar las áreas de investigación e inteligencia; a entregar mejores prestaciones y sueldos; y a mejorar las capacitaciones y evaluaciones.

Las entidades federativas con la menor cantidad de oficiales asesinados en dicho lapso son Nayarit (cinco), Baja California Sur (cuatro), Aguascalientes (tres), Yucatán (dos) y Campeche (uno).

Sin información de las causas

Algunos de los asesinatos de policías fueron en enfrentamientos con delincuentes o civiles armados, otros ocurrieron mientras esperaban en semáforos, en las puertas de sus casas o con su familia en restaurantes.

  • No obstante, la mayoría de las carpetas de investigación asociadas a estos casos tardan en aportar información, por lo cual es complicado concluir si las causas de la ejecución se relacionan con el crimen organizado o con un ciudadano armado, apuntó Carlos Sánchez.
  • Las fiscalías de México, agregó el investigador, no tienen interés por esclarecer los ataques contra policías, ni tampoco cuentan con el presupuesto suficiente para trabajar. Esto perpetua la impunidad de los hechos.

“El que asesinen policías en México es porque resulta fácil hacerlo debido al alto grado de impunidad. No hay un seguimiento (a los casos) y las familias de policías caídos lo señalan constantemente, ‘no sabemos por qué asesinaron a nuestros familiares si nunca hubo una amenaza previa’”, señaló el politólogo.

Cabe destacar que Guanajuato y Chihuahua son las únicas entidades federativas que aparecieron entre los cinco estados con más agentes muertos a lo largo de 2019, 2020 y 2021. El primero mencionado lideró todos los listados.

Policía quedó corta en 2,000 municipios

El municipio de Marcos Castellanos, Michoacán, en cuya cabecera, San José de Gracia, este fin de semana ocurrió un presunto enfrentamiento que dejó un número aún desconocido de víctimas, cuenta con sólo 25 policías municipales para sus 13 mil 983 habitantes, lo que significa que cada elemento debe cuidar a 559 ciudadanos.

  • Marcos Castellanos cumple con la tasa de elementos de seguridad marcada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que es un mínimo de 1.8 por cada mil habitantes.
  • En situación igual o aún peor se encuentran otros dos mil 216 municipios del país, de acuerdo con datos del Nuevo Modelo Nacional de Policía y Justicia Cívica del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Esta cantidad representa el 89.9 por ciento del total de los dos mil 470 municipios con que cuenta el país.

Del total de municipios con deficiencias en seguridad, 651 ni siquiera tienen policía; 41 tienen una tasa de 1.39 por cada mil habitantes; en otros 174 la tasa es de 1.14, mientras que en la gran mayoría, en mil 350, la tasa es de 0.69.

  • Respecto a Michoacán, en el estado hay 13 municipios que no tienen policía local y hay algunos en donde la existencia es simbólica, como en Aguililla, en donde hasta julio del año pasado solo había dos elementos.
  • El municipio de Marcos Castellanos cuenta en total con 25 policías según el subsecretario de Seguridad del estado, José Ortega Silva, y con sólo 22, según el alcalde, Jorge Luis Anguiano Partida.

Aún si se toma en cuenta el número más alto, significaría que 25 agentes municipales deben brindar seguridad a 13 mil 983 habitantes distribuidos en tres comunidades, según el último censo del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI).

El alcalde del lugar dijo el pasado lunes a la agencia Quadratín que la Policía Municipal cuenta en total con cuatro patrullas, pero que solo estaban funcionando tres.

En tanto, el gobernante dijo a La Razón que no se cuenta con un sistema de videovigilancia en las calles, por lo que será imposible rastrear la ruta que siguieron las camionetas en donde supuestamente fueron trasladados los cuerpos de las víctimas de los hechos violentos del pasado domingo.

“Nosotros no tenemos muchos problemas de seguridad, es un municipio muy tranquilo, muy seguro; nosotros como corporación municipal no tenemos propiamente cámaras, nuestro municipio tiene varias salidas por diferentes brechas de Jalisco y Michoacán, no tenemos un indicio hacia dónde hayan partido (los sicarios)”.

  • El gobernante aseguró que cuando ocurrieron los hechos del domingo, en San José de Gracia había seis policías municipales, aunque el fiscal de justicia del estado, Adrián López Solís, aseguró el pasado lunes que solo había tres.
  • Como ha sucedido en otras comunidades azotadas por la violencia, los pobladores de San José de Gracia, una buena parte de los cuales vive de la ganadería, se vieron obligados a detener sus actividades a raíz del episodio violento del pasado domingo.

El alcalde afirmó que los planteles escolares de la comunidad cerraron sus puertas y las familias eligieron mantenerse resguardadas en sus hogares, a pesar de la presencia de las fuerzas federales.

“El pueblo está muy en calma, muchas gentes optaron por mantenerse bajo resguardo ante cualquier eventualidad. Nosotros hemos instado a que tratemos de llevar nuestra vida tranquila, es un pueblo trabajador, no podemos parar de procesar la leche que todos los días las vacas dan, pero la actividad se detuvo y las escuelas no dieron clases. La vida tratamos de empezar a retomarla y que este trago amargo pase, porque regularmente aquí es muy tranquilo”, enfatizó.

Rivalidad entre 2 capos, el origen de la violencia

En San José de Gracia, Michoacán, ocurrió presuntamente un enfrentamiento entre dos células delictivas del Cártel Jalisco Nueva Generación, derivado de un problema de rivalidad y venganza entre dos líderes, de acuerdo con el subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía.

  • En la conferencia de prensa, el funcionario indicó que si bien hubo videos circulando en redes sociales, no se dio un “alertamiento” de la autoridad municipal, que debía actuar como primera instancia respondiente.

“El móvil que hemos ubicado es una posible venganza entre grupos vinculados a la delincuencia organizada que dependen de la misma estructura criminal conocida como Cártel Jalisco Nueva Generación. Es decir, una diferencia donde hay intereses también de carácter personal y familiar entre la cabeza de dos células: uno, que podemos ubicar como Alejandro ‘N’, alias El Pelón, y otro ubicado como Abel ‘N’, alias El Toro o El Viejón, ambos oriundos de San José de Gracia”, precisó.

El funcionario presentó fotografías obtenidas de los videos que recopilaron sobre los hechos ocurridos el domingo.

El episodio ocurrió en la calle Reforma, cuando se realizaba el velorio de Elisa “N”, madre de El Pelón.

  • Conforme a las declaraciones de una testigo, los hechos se registraron alrededor de las 15:20 horas, después de que llegaron personas armadas a bordo de vehículos buscando a El Pelón, y enseguida se suscitó el enfrentamiento, sin percatarse de cuántas víctimas había.

En una imagen se observan disparos con diferente trayectoria sobre una fachada, en donde fueron sometidos los integrantes del grupo de El Pelón.

“Este es el lugar donde estaban colocadas las personas. Si ustedes pueden ver aquí, según lo que se pudo percatar en campo, éstos son los indicios ahí de algunos impacto de arma de fuego. No se puede apreciar que haya habido una sola línea; es decir, esa tesis del supuesto fusilamiento, sino que, al estar los sicarios, al abrir fuego, empezaron a disparar, pero no hubo, digamos, una acción sincronizada”, expuso./Agencias-PUNTOPORPUNTO

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