«María, mi hija tiene insuficiencia renal y diabetes desde hace cuatro años» narra Karina, a periodismoatodaprueba.
Atada a la cama y con el cuerpo lleno de llagas, María llora todos los días por dolores….y las tristezas. Esta siendo atendida en el Hospital General y hace unas semanas, recibió una noticia que mató la última esperanza que tenía de recuperar su independencia y salud.
«Los doctores me dijeron que les harían un estudio a mis hermanitos y a mi mamá para saber si podían donarme uno de sus riñones. Después de una larga espera, ninguno de los cinco era compatible conmigo, ahora estoy en otra larga espera de un riñón y yo, ya me siento muy cansada»
María junto a más de 8,843 personas en estos momentos que me lee, esperan recibir un riñón. En México, existen más de 129 mil pacientes con enfermedad renal en etapa final, por lo que el riñón se ha convertido en el órgano más demandado para un transplante, actualmente en los hospitales del país.
Con el objetivo de crear conciencia sobre la importancia de los riñones se destacan las principales funciones de este órgano:
· Elimina de la sangre desechos químicos o tóxicos
· Mantiene en el cuerpo el líquido requerido para el funcionamiento normal de los sistemas orgánicos
· Ayudar a mantener la presión arterial dentro de límites normales
· Mantiene en la sangre las cantidades adecuadas de algunos minerales (como el calcio)
· Libera tres sustancias importantes: la eritropoyetina (que estimula la producción de glóbulos por la médula ósea), la renina (que regula la presión arterial) y una forma activa de la vitamina D (ayuda a mantener el calcio en los huesos)
María necesita ir al baño y está postrada en la cama, hace múltiples esfuerzos por acercarse una silla de ruedas desvencijada que maldice. «No soporto que me lleve a todas partes y sin embargo, estoy unida a ella», me dice, mientras deja que le ayude y la acerco al baño.
Durante más de nueve horas, María se queda en casa sola, la mayor parte del tiempo mirando aquella cicatriz del techo, que dejó el sismo del 85.
«No veo la televisión y ya he leído cualquier libro de esta casa y como sé que en México aún no hay una cultura de donación de órganos y que a los enfermos como yo, la frase es: «hay que esperar». Espero, y espero como me ves ahora, así, pacientemente a que la muerte toque la puerta y me dé por fin, alivio a tanta frustración, encabronamiento e impotencia; ya no quiero que mi familia sufra; ni que mi mamá lloré en las noches; ya les pedí a mis amigos que dejaran de venir a verme; no quiero su lástima, quiero un riñón» me externa visiblemente afectada por la rabia y tristeza contenida.
México es el país en América Latina con mayor prevalencia de padecimientos renales. La principal causa de la insuficiencia renal crónica es la diabetes mellitus, con necesidad de diálisis. Pero hay otra población de riesgo: las personas con sobrepeso u obesidad y quienes padecen hipertensión arterial.
Debido al incremento de enfermedades como diabetes, hipertensión y obesidad, se estima que en México nueve millones de personas padecen daño renal, de las que 150 mil son reportadas en etapas avanzadas y sólo pueden salvar su vida con un trasplante de riñón.
El trasplante de riñón ha sido considerado uno de los principales avances terapéuticos en años recientes; de hecho, el riñón es el órgano que se trasplanta con más éxito: el procedimiento permite la normalización de todas las funciones del riñón y garantiza la rehabilitación satisfactoria del paciente.
Sin embargo, existe la probabilidad de que el sistema inmune del paciente, rechace el órgano trasplantado. De situaciones como la anterior surge la necesidad de aplicar un inmunosupresor para contribuir a la aceptación del riñón donado.
«La terapia inmunosupresora empleada en receptores de trasplante tiene el objetivo de proteger el injerto de la respuesta inmunológica generada por parte del huésped”, asegura el Dr. Marcelino García Mayol, Director Médico del Laboratorio Landsteiner Scientific
Las medidas preventivas para mantener una adecuada salud de los riñones es mantener una alimentación baja en sales y grasas, así como hacer ejercicio cotidianamente y evitar el consumo de alcohol y no consumir carnes rojas más de dos veces por semana.Una persona adulta debe tomar hasta dos litros de agua para que haya suficiente líquido en el riñón y pueda funcionar de manera adecuada para el desecho de toxinas y de sustancias que no le sirven al organismo a través de la orina.
“El éxito logrado en el transcurso de las últimas dos décadas en la supervivencia de receptores e injertos, ha dependido en gran medida del desarrollo y uso clínico de fármacos inmunosupresores de probada eficacia, como los que Landsteiner Scientific provee a los hospitales del sector gobierno desde hace 15 años” agrega el Dr. García.
Hace solo un par de horas, conocí la historia de María.
«Señoritaaaa, mi nenaaaaa, mi dulce nenaaaaaa, señorita se me fue, se me fueeeeee» escuché del otro lado de la linea. No he parado de llorar. La voz de una madre derrotada ante la vida, maldecía: «Nadie jamás nos ayudó, nadie se condolió, maldita sea, todo lo que mi nena necesitaba un riñón»
María, cumplió 17 años, el pasado 4 de mayo, hace unas horas….. murió.
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