AGENCIAS
Un grupo de asociaciones de activistas defensores de los indígenas exigió hoy al presidente de mexicano, Enrique Peña Nieto, que proteja a los inmigrantes y frene «la represión y el abuso» que sufren en su viaje a los Estados Unidos a través de México.
Miembros del Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FIOB) aprovecharon la visita de Peña Nieto este lunes a California para pedir al presidente mexicano que asuma su responsabilidad en la crisis migratoria.
«Enrique Peña Nieto debe dejar de declarar que la reforma migratoria es un asunto interno de Estados Unidos y debe demandar participar activamente en el diseño de la respuesta internacional a la actual crisis migratoria», exige la carta hecha pública por los manifestantes.
Los activistas alegaron que «México juega un papel crucial no sólo como lugar origen de la migración, sino como el puente principal del paso de la migración centroamericana a Estados Unidos».
Según explicó María Isabel Sánchez, representante de FIOB en Los Ángeles (EE.UU.), el presidente mexicano debe tener un «diálogo sustancial y no sólo simbólico» con los representantes de los mexicanos residentes en California, con los cuales se reunió esta tarde en el Millennium Biltmore.
La activista reclamó este lunes en la protesta, realizada a partir de las 15.00 hora local (22.00 GMT), una hora antes del inicio programado de la reunión, que Peña Nieto debe fortalecer los vínculos económicos de México con la comunidad inmigrante de California y colaborar en el ámbito educativo y cultural de sus connacionales.
Los manifestantes «rechazaron las recién aprobadas reformas en el Congreso mexicano» y pidieron la libertad inmediata de miembros de las autodefensas y presos políticos, como «el Dr. Juan Mireles o Néstor Salgado».
Igualmente, denunciaron «la represión y el abuso» que sufren los migrantes centroamericanos en su tránsito a través de México para llegar a los Estados Unidos.
También solicitaron la «elaboración inmediata de la credencial para votar en México desde el extranjero» y pidieron «justicia para miles de personas desplazadas de sus comunidades de origen».
«Si los gobiernos involucrados en el problema de la migración no ponen en marcha mejores estrategias para aliviar los problemas generados por la migración, habrá consecuencias económicas, políticas y sociales muy graves cuyos efectos no se podrán reparar por varias décadas», advirtió la comunicación.
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