En poco más de una década, una quinta parte de los mexicanos serán adultos mayores, y el sistema de seguridad social del País no se está preparando para atender a esa población, advierten especialistas.
- Según estimaciones de Luis Miguel Gutiérrez, director del Instituto Nacional de Geriatría, la proporción de personas mayores de 60 años se duplicará antes de 2030, cuando este segmento alcance el 21 por ciento del total de la población.
Ante este escenario, el País enfrenta un reto que implica un cambio en la naturaleza de los servicios de salud, así como la creación de una política nacional que considere los factores sociales y económicos que influyen para que un anciano goce de calidad de vida, consideró Gutiérrez.
Y es que, lejos de llegar a la edad dorada, los adultos mayores en México enfrentan pobreza, maltrato, abandono, enfermedades y un sistema de protección social que no está preparado para atenderlos.
- De acuerdo con cifras oficiales, 8 de cada 10 personas de la tercera edad viven en pobreza, el 72 por ciento tiene un diagnóstico previo de diabetes, 17 por ciento padece depresión y 16 por ciento maltrato.
- Los especialistas advierten que la diabetes y la obesidad deben controlarse o tendrán consecuencias «funestas» sobre los ancianos. «Si el sistema no actúa eficientemente, y estamos en el límite de nuestra capacidad, el envejecimiento de la población será con mayor carga de enfermedad, con mayor probabilidad de dependencia y con mayor necesidad de cuidados.
- «El énfasis se tiene que poner en revitalizar un sistema de salud que fue muy bueno en los últimos 50 años, pero que ya llegó al límite», explicó Gutiérrez.
Para esto, consideró, se requiere mejorar el presupuesto destinado al sector salud o su desempeño se pondrá en riesgo. «En este momento, está en riesgo por los terribles recortes que sufrimos en esta Administración. Más del 20 por ciento de disminución del presupuesto de salud no es menor», indicó.
En tanto, Luz Esther Rangel, coordinadora de la Clínica de la Memoria del Inapam, advirtió que, sin una estrategia de prevención, la atención a los adultos mayores será una carga para el sistema de salud.
- «Tendríamos un gran número de personas adultas mayores afectadas y sería incosteable. Ningún presupuesto alcanzaría para atenderlas porque la demencia y la diabetes no se curan, sólo se controlan», dijo./ CON INFORMACIÓN DE REVISTA FORMA Y FONDO- REFORMA