CNN MÉXICO
A partir de este jueves, Alfredo Castillo dejará el cargo de comisionado para coordinar el operativo federal de seguridad de Michoacán, informó el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong.
Esas tareas estarán a cargo de un mando militar, el general Felipe Gurrola, agregó el funcionario en una ceremonia.
«Desde ahora, el general Gurrola será el responsable de coordinar con las autoridades estatales y municipales el trabajo de los más de 6,000 elementos de las fuerzas federales que se encuentran presentes en el estado», dijo.
«A la par de esta designación en el tema de seguridad, seguirán los esfuerzos que se han venido realizando en materia de desarrollo integral, a través de programas sociales y políticas públicas que serán coordinadas por quien se nombrará como delegado de la Secretaría de Gobernación (Segob)», agregó.
El secretario indicó que Castillo asumirá «nuevas responsabilidades» en el gobierno federal, sin precisar cuáles serán estas.
Durante el mismo acto, Castillo agradeció la confianza del presidente Enrique Peña Nieto y de Osorio Chong para colocarlo como comisionado en la entidad del Pacífico mexicano.
«Como todo en la vida hay aciertos y hay errores, la historia nos juzgará en su debido momento. En este primer año que termina quiero agradecer a usted, señor secretario, su apoyo incondicional en todo momento», dijo el ahora excomisionado.
Su salida de Michoacán ocurre a poco más de un año de que Peña Nieto lo pusiera a cargo del operativo federal en la entidad, para enfrentar a la delincuencia organizada y contener a los grupos de autodefensa que se formaron para encarar a los criminales.
Castillo asegura que en este periodo se lograron «avances» en el estado, como conseguir la casi total desarticulación del cártel de Los Caballeros Templarios.
Al respecto, este jueves dijo que Servando Gómez, la Tuta, «nunca fue líder de la organización criminal», sino que lo era Nazario Moreno, el Chayo, abatido por fuerzas federales.
Castillo es un político cercano al presidente Peña Nieto, en cuyo mandato como gobernador del Estado de México (2005-2011) fue procurador de justicia. Después, cuando Peña Nieto asumió la presidencia, fue nombrado procurador federal del consumidor.
Su nombramiento como comisionado en Michoacán fue criticado constantemente por los principales partidos de oposición, que lo acusaron de interferir con facultades de las autoridades locales.
Castillo reiteradamente negó esas acusaciones y dijo que se coordinaba con los poderes estatales.
A finales de 2014 y a principios de este año, varios políticos de oposición urgieron a que Castillo saliera del estado antes de las elecciones locales de junio próximo, en las que se renovarán gobierno, congreso y ayuntamientos.
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