La esencia civil de la Guardia Nacional quedó solo en letra. Aunque el artículo 21 de la Constitución señala que se trata de una institución de seguridad pública de carácter civil, la corporación suma más de 40 meses de operar bajo mandos y protocolos militares. En los hechos, la institución comandada por el general retirado Luis Rodríguez Bucio y compuesta por más de 80% de elementos de las Fuerzas Armadas, no ha necesitado ni de una reforma constitucional ni de un decreto para funcionar bajo el mando de la Secretaría de la Defensa Nacional.
- Expertos en seguridad pública explican que si bien la Guardia funciona bajo un mando militar, la intención de formalizar su transferencia a la Secretaría de la Defensa Nacional está en los recursos económicos, los cuales empoderarán aún más a la institución comandada por Luis Cresencio Sandoval.
- Juan Carlos Piña, especialista en seguridad y catedrático del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey (ITESM), explica que la intención del presidente Andrés Manuel López Obrador de emitir hace meses un decreto para trasferir operativa y administrativamente la Guardia Nacional es formalizar lo que ya en los hechos opera.
“Es un fenómeno que ya venimos viendo desde hace tiempo: el mando principal de la Guardia Nacional proviene de las Fuerzas castrenses es militar, los encargados de cada una de las coordinaciones de la Guardia en los estados de la República son militares y aproximadamente el 80% de quienes componen la institución provienen de las fuerzas armadas. Lo que hoy se pretende es hacer de iure lo que ya está de facto que es plasmar en documentos lo que realmente ya viene sucediendo”, refiere.
- La Guardia Nacional inició operaciones el 30 de junio de 2019. Con el propósito de cubrir 266 regiones y tener 150,000 efectivos, la corporación comenzó sus tareas de seguridad con 70,000 elementos y poco a poco ha ido sumando elementos, pero la mayoría son comisionados de las Fuerzas Armadas.
“Se violó la ley porque de facto estaban adscritos a la Defensa Nacional, pero en el diseño y estructura dependían de la Secretaría de Seguridad, pero en realidad no fue así. Estaban adscritos a la Sedena, recibían ordenes de la Sedena”, afirma Miguel Garza, director ejecutivo del Instituto para la Seguridad y la Democracia A.C (insyde).
- A través de una respuesta a una solicitud de información, la Secretaría de Seguridad Pública (SSPyPC) precisó que 33,945 elementos de la extinta Policía Federal se incluyeron a la Guardia Nacional. Sin embargo, año con año, esa fuerza civil ha ido disminuyendo. De 2019 a 2020 pasó de 33,945 a 22,970; en 2021 de 22,970 a 22,816 y en 2022 de 22,816 a 18,376, es decir, en tres años, el 46% de los ex policías federales han salido de la corporación.
Actualmente la Guardia Nacional se compone de 118,188, de los que la mayoría son “transferencias” de militares a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), pero mantienen sus plazas en la Defensa Nacional y en la Marina.
El analista en seguridad pública, Daniel Gómez Tagle, explicó en una entrevista a Expansión Política que ya varias generaciones que se forman en escuelas militares están siendo comisionadas directamente a la Guardia Nacional.
“Todas las nuevas generaciones del Heroico Colegio Militar son asignados a la Guardia Nacional, y eso contraviene a los propósitos de formación del Heroico Colegio Militar en cuanto a los mandos, porque de ahí salen los mandos del Ejército. Tenemos una Guardia Nacional que se le asignan mandos que son improvisados que no son formados para ser policías, luego porque no tienen la experiencia de campo para ser un policía que requieren varios años para poder a llegar a ser mandos”, sostiene.
- Hace unas semanas, Karla María Macías, jueza Noveno de Distrito en Guanajuato, otorgó una suspensión definitiva para frenar la transferencia de la Guardia Nacional a la Sedena y ordenaba devolver el control de esa corporación a la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana.
Con esa resolución, de debía suspender la transferencia de recursos presupuestarios, financieros y materiales de la SSP a la Sedena.
Es justo en los recursos en los que expertos como René Gerez López, investigador de la organización Causa en Común, consideran que está el interés del presidente López Obrador de transferir la Guardia Nacional a la Sedena.
“El verdadero interés de este trámite es dinero. Ahora el presupuesto de la Guardia Nacional, que en teoría es presupuesto que debería tener la Secretaría de Seguridad Pública, ahora será de la Sedena. Entonces se infla el presupuesto de la Sedena con esta adscripción de la Guardia, todo el dinero que se le asigna a la Guardia no es de la Guardia sino de la Defensa Nacional”, destaca.
- Es bajo la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador que las Fuerzas han recibido más dinero. Entre 2019 y 2022 se les ha asignado 582,745 millones 023,272 pesos de presupuesto, pero también 74,000 millones de pesos más por al menos 227 funciones civiles que se les han transferido.
Instituciones como México Unido Contra la Delincuencia (MUCD), han alertado el poder económico que se les ha dado a las Fuerzas Armadas. En su reporte “El negocio de la militarización en México. Opacidad, poder y dinero”, refieren que entre el 2006 y 2021, el presupuesto para los militares ha tenido un incremento de 163%, pero además, han alertado que ejercido 14,537 millones de pesos más de los presupuestado, ello gracias a adecuaciones presupuestarias que no son votadas por el Congreso de la Unión sino avaladas por el titular del Poder Ejecutivo.
Se acentúa su militarización
Salarios mal pagados, con derechos recortados, equipados con uniformes que los hacen identificables ante la delincuencia y sanciones tipo castrense como arrestos por no seguir protocolos de saludo y decir “Mi General”, además de alojamientos en lugares insalubres y mala alimentación, son algunas de las condiciones en que viven y mantienen a los elementos de la Policía Federal que aún siguen en la Guardia Nacional.
- Esas condiciones están focalizadas dentro de la Guardia Nacional contra los elementos de formación civil, por lo que se presumen como actos de discriminación, según pone en evidencia un estudio elaborado por Causa en Común, Seguridad Sin Guerra, la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH) y el Observatorio de la Guardia Nacional y la Militarización en México.
- Según los datos de este estudio, la GN –creada en 2019 con elementos de la Policía Federal (PF), de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y con personal de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar)– nació sin planes de capacitación específicos en seguridad pública.
Otro rasgo detectado es que la institución carece de la cohesión interna y no se fomenta el sentido de pertenencia con que debería contar para, unidos, combatir a la delincuencia y garantizar paz; todo lo anterior se asienta en el informe “Policías al Grito de Guerra: ser policía en una corporación militar”.
- Otra conclusión es que el eslogan “Guardia Nacional, una institución de carácter civil” es un eufemismo. Esto porque apenas se mantienen en operación 5,000 elementos de formación civil, de los 20,000 policías federales que se incorporaron en 2019 a la GN, pues hay una purga continua de federales. Primero, se promovió su retiro voluntario y, desde hace meses, enfrentan presiones y un recorte masivo: el objetivo es tener cada vez más elementos militares y reducir al mínimo al personal civil.
El estudio dado a conocer en septiembre de 2022 fue elaborado a partir de testimonios de 32 personas que fueron elementos de la Guardia Nacional que hablaron con el compromiso de confidencialidad, y quienes denunciaron acoso laboral para obligarles a renunciar o a aceptar la baja voluntaria, mismos que denunciaron malos tratos, discriminación por edad o peso o tratamiento diferenciado en sueldos y prestaciones.
- Discriminación a las mujeres de la policía federal: En el caso de las mujeres, de acuerdo al análisis entregado, son las que más enfrentan dificultades para el ascenso, sufren acoso y violencia sexuales.
“No existe ningún mando dentro de la Guardia Nacional, que sea mujer. Los militares no creen en los derechos humanos, mucho menos conocen la equidad”, reveló una exintegrante.
También se denuncia que a quienes no son militares no les dan apoyo a rentas ni alimentos.
“Se cerraron todos los derechos que existían para las mujeres (policías federales) dentro de la Guardia Nacional las mujeres no son bien vistas y las pocas que vienen con el Ejército son utilizadas únicamente para placeres”, acusó una de las entrevistadas.
Además de lo señalado, varones o mujeres padecieron la pernocta en condiciones indignas e insalubres, entrega de alimentos crudos o en mal estado o la obligatoriedad a adquirir productos en los “casinos”, como llaman a tiendas de conveniencia que pertenecen a altos mandos y están a cargos de soldados.
Tampoco existe presupuesto para hospedaje y alimentación para servicios foráneos, de acuerdo al análisis. Por ello los hospedan en zonas militares, sin camas para dormir.
«Les cobran una tarifa diaria para que consuman alimentos, ello obedece a que el presupuesto de alimentación de la Sedena no incluye a integrantes de la Guardia Nacional que no sean militares», refirieron.
- También hay deficiencias en el abastecimiento de servicios básicos como agua o luz, “y su régimen militar masculinizado y patriarcal hace que se burlen de quienes se quejan de las malas condiciones”, arrojaron los testimonios.
- Eso respecto a las condiciones, pero el trabajo dentro de la GN fue caracterizado, por la generalidad, como deficiente por nula o escasa capacitación y la obligación de obediencia “ciega” a órdenes.
En cuanto al equipamiento, éste fue considerado insuficiente y frecuentemente desactualizado, cuando no caduco, en cuanto a chalecos balísticos, patrullas, radios, equipo de cómputo y software, aún el empleado por las divisiones de investigación o policía científica.
Incluso, prevalecen críticas sobre el uniforme, de color inexplicable para las responsabilidades que deben desempeñar en operativos. Así, uno de los testimonios recabados expuso que se les dio un uniforme color blanco, nada práctico para su labor.
“El uniforme de Policía Federal era muy difícil de identificar en la noche, se podía intervenir. El de Guardia Nacional se ve a kilómetros, éramos un blanco perfecto”, describe.
- Los entrevistados revelaron que al salir de la institución siguió el maltrato, pues vieron reducidos sus pagos por indemnización conforme a la ley, o bien fueron despedidos por edad, lo que conllevó afectaciones económicas y familiares.
- Con todo ese panorama, otra de las conclusiones del estudio fue la ausencia de certeza laboral y de buenas condiciones de trabajo, lo que genera una institución sin estabilidad necesaria para cumplir sus funciones.
Es decir, las condiciones en las que se encuentran hoy los elementos de la Guardia Nacional repercuten negativamente en sus funciones de brindar seguridad ciudadana.
- Clima hostil: “Quienes proceden de Sedena, quieren ser soldados. Quienes proceden de Semar, quieren ser marinos. Quienes procedemos de la Policía Federal, somos Policías Federales. No he conversado con ningún integrante que quiera pertenecer a la Guardia Nacional. Tan solo reunir al personal de Sedena con el personal de Semar resulta hostil”, refirió uno de los entrevistados para el estudio.
Otro dio cuenta del clima hostil hacia todo el que no es militar, lo que genera rencillas internas, atizados por el discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien siempre menciona al Ejército como solución a todo ya los policías federales, en general, como los malos.
“Claro que existe discriminación, de ahí que día con día aumenten las ‘bajas voluntarias’, estamos en una etapa de la seguridad en México en donde el policía es el malo, y el militar es la única persona capaz de combatirlo, cosa que sabemos no lo saben hacer”.
- Purga de civiles: Las organizaciones que realizaron el estudio demandaron el fortalecimento de las políticas públicas en seguridad civil, pero sin militarización.
Explicaron que con las entrevistas se buscó conocer los avances de la Guardia Nacional en el objetivo que se fijó en su creación: ser un cuerpo civil dedicado a garantizar seguridad ciudadana.
Sin embargo, la revisión realizada a tres años de su creación mostró que el reclutamiento a sus filas nunca ha sido realizado por elementos civiles, sino por militares; su entrenamiento y presupuesto siempre ha estado a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) “sin apostar por la vía de la supervisión civil”.
- También resaltan que en las decisiones privan órdenes militares pero sin profesionalización policiaca.
- Por ejemplo, los expolicías federales (10 mujeres y 22 hombres) entrevistados contaban con más de una década de servicio, fueron parte de la transición a la Guardia Nacional pero fueron orillados a dejar su carrera.
“Con el tiempo, muchos aceptaron la baja voluntaria cuando vieron la oportunidad, pues las condiciones legales, administrativas y operativas les obligaron a irse por el despido injustificado de una corporación recién creada», se explica.
Según se refiere, desde que se creó la GN, adscrita a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, esta ofreció “bajas voluntarias” a las expolicías federales, pero para las indemnizaciones no se tomaron en cuenta años completos y los pagos fueron por menos de lo previsto en la ley.
- Los que se quedaron perdieron también derechos: tuvieron reducción a su seguro de gastos médicos mayores, se eliminó la prestación a los familiares directos, el bono anual se cambió por vales de despensa con un monto menor y se eliminó la compensación económica por servicios fuera del área de adscripción (bono de operatividad y viáticos); además se eliminó el seguro de separación individualizada.
- María Elena Morera, de Causa en Común, aseguró que se estima que de 20,000 elementos de la Policía Federal (es decir civiles) que fueron incorporados a la Guardia Nacional, es probable que sólo queden 5,000.
El resto de la organización ya es militar, por lo que es falso decir que la GN es civil.
“El problema es el trato desigual e inequitativo que se nos brinda en general, es como si existiéramos dentro de la Guardia Nacional elementos de primera -SEDENA-, elementos de segunda -SEMAR-, elementos de tercera -Policías Federales-“, dijo un entrevistado.
- Disciplina como mecanismo de presión: Aunque como toda institución la GN requiere disciplina, ésta se aplica como en un régimen militar, incluso a los civiles, quienes son castigados incluso con arrestos administrativos hasta por no “cuadrarse”.
Uno de los castigos implica quedarse entre 36 y 48 horas en la oficina, incluso por no decir “Mi General” y solo decir “General” o jefe, se relevó en las entrevistas.
Las organizaciones concluyeron que con ese sistema, lo que se genera es resentimiento y descontentos, lo que hace que con mayor frecuencia incumplan la ley cuando están en campo.
La disciplina no fue el único rasgo militar; la mayor consecuencia se tiene hacia el exterior, de acuerdo al reporte, pues con esa rigidez se trata también a los ciudadanos.
“No tienen ese tacto, esa empatía con la ciudadanía. Las Fuerzas Armadas están preparadas para la guerra, no les hacemos menos, al contrario, su capacidad es muy buena, pero en el ámbito civil no saben nada”, señaló uno de los entrevistados.
“No saben tratar con la ciudadanía ni realizar reportes policiales homologados. Se perdió relación con policías locales o es la menos, así como con los ministerios públicos que no aceptan una detención sin el reporte policial bien llenado. A la par, el indicador de puestas a disposición se redujo desde el inicio de la Guardia Nacional”.
- También se presentan arrestos o restricción de funciones por “rebeldía” si un elemento se niega a poner a disposición a un detenido, cuando no le compete o no fue el responsable de la detención, resistencia que se justificaría pues se trata de acciones irregulares las que se les pide realizar.
“De acuerdo con los dichos, la inexperiencia de la Guardia Nacional se está volviendo evidente por parte de los delincuentes y eso va a llevar a un escalamiento de la violencia y de la incidencia delictiva”, se indica en el documento.
- Las organizaciones urgen a los legisladores a vigilar el cumplimientos de los artículos quinto y séptimo transitorios de la reforma constitucional por la que se creó la Guardia Nacional con carácter civil para no extender el plazo de salida de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad ciudadana (como busca ahora Morena) y desarrollar estructura, capacidades y cobertura territorial de las policías civiles.
Para ello, de manera particular, demandaron recuperar los fondos destinados a las policías de carácter civil, en vez de destinarlos a las arcas de las fuerzas armadas y activar y apoyar el papel del Consejo Nacional de Seguridad Pública y del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana en el seguimiento del fortalecimiento de policías civiles de los tres órdenes de gobierno.
México sin fuerza policial civil a nivel federal
La Alta Comisionada interina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Nada Al-Nashif, expresó su preocupación por la decisión del Congreso de la Unión en México de ceder el control de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
- Las reformas dejan efectivamente a México sin una fuerza policial civil a nivel federal, consolidando aún más el ya prominente papel de las Fuerzas Armadas en la seguridad pública en México.
Los mecanismos de derechos humanos han señalado claramente que las Fuerzas Armadas sólo deben intervenir en la seguridad pública de forma temporal, en circunstancias excepcionales, como último recurso, y siempre bajo la supervisión efectiva de órganos civiles independientes», advirtió Al-Nashif.
Destacó que aunque la militarización de las fuerzas de seguridad ha ido aumentando de forma constante en México desde 2006, esto no se ha traducido en una reducción sostenible de la criminalidad, sino que ha provocado un aumento de las denuncias de graves violaciones de los derechos humanos.
- Las fuerzas de seguridad deben estar subordinadas a las autoridades civiles. Es preocupante que las reformas aprobadas no incluyan ninguna disposición que garantice la supervisión civil de la Secretaría de la Defensa Nacional, lo que plantea preocupaciones adicionales en materia de derechos humanos, incluso sobre la rendición de cuentas», señaló.
- La Alta Comisionada interina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, indicó que la participación y el debate públicos fueron muy limitados antes de que los integrantes de la Cámara de Diputados y del Senado aprobaran la reforma.
Además expresó su preocupación por otras iniciativas en curso para profundizar aún más la militarización de las fuerzas de seguridad, incluida una reciente propuesta de Reforma de la Constitución para permitir el uso de las Fuerzas Armadas en funciones de seguridad pública hasta 2028.
Aprobaron en fast track iniciativa de la GN
La mayoría parlamentaria de Morena, PT y Partido Verde aprobaron en septiembre de 2022 en lo general y particular la iniciativa que pasa el control operativo, administrativo y financiero de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, una de las prioridades del presidente Andrés Manuel López Obrador.
A propuesta del diputado José Elías Lixa (PAN), el pleno decidió votar las cuatro leyes que comprende la iniciativa por separado, así como los artículos transitorios.
La reforma a la Ley Orgánica de la Administración Federal tuvo 265 votos en lo general a favor del bloque de la 4T, con excepción de dos abstenciones de los morenistas Carol Antonio Altamirano y Manuel Vázquez, alias Omar García, sobreviviente de Ayotyizanapa. Mientras que la oposición emitió 221 sufragios en contra.
- En segundo lugar, se votaron las modificaciones a la Ley de la Guardia Nacional, que obtuvo 267 votos a favor, 222 en contra y una abstención
- El tercer artículo referente a Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos tuvo 267 votos a favor de Morena y aliados; 220 en contra de las bancadas de oposición y una abstención.
- En cuanto a la Ley de Ascensos y Recompensas del Ejército y Fuerza Aérea mexicano registró 458 votos a favor, 26 en contra y una abstención.
Finalmente, en los artículos transitorios Morena y aliados votaron 265 a favor, 219 en contra y una abstención del guinda.
¿Qué cambios hubo en la Guardia Nacional?
El documento enviado por el Ejecutivo a la Cámara de Diputados señala que este nuevo cuerpo continuará “adscrito a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC)”, pero indica también que será la Secretaría de la Defensa Nacional la encargada de su total actuación.
- “A la persona titular de la Secretaría de la Defensa Nacional le corresponden las facultades siguientes: I. Ejercer el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional, en el marco de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, y cuando la persona titular del Ejecutivo Federal disponga de su intervención para el auxilio de la Fuerza Armada permanente en el ejercicio de sus misiones; II. Expedir los manuales de organización, de procedimientos y de servicio al público de la Guardia Nacional; III. Elaborar los programas operativos y estrategias de la Guardia Nacional”.
También, de acuerdo con los oficios de la Secretaría de Hacienda, esta disposición para la existencia de la Guardia Nacional “no tendrá un impacto presupuestal” adicional, y se pagará con parte de los presupuestos de las secretarías de Seguridad, de la Defensa y de la Marina.
- “Las erogaciones que se generen con motivo de la entrada en vigor del presente decreto se realizarán con cargo a los presupuestos aprobados de la Secretaría de la Defensa Nacional, de la Secretaría de Marina y de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, en el presente ejercicio fiscal, por lo que no se autorizarán recursos adicionales para tales efectos”, indica el proyecto del Ejecutivo.
“El anteproyecto no implicará un impacto presupuestario adicional en los programas aprobados en la Sedena para el presente ejercicio y subsecuentes”, precisa la Sedena.
En su amplia exposición de motivos, la iniciativa argumenta que “la creación de la Guardia Nacional es resultado del esfuerzo institucional del Estado mexicano en materia policial, para garantizar la seguridad pública frente a las profundas afectaciones que el crimen organizado ha generado en la vida económica, política y social del país, agravadas por la estrategia conocida como ´guerra contra el narcotráfico´, iniciada en 2006 por el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa, así como por su incapacidad para garantizar justicia y reparación a las víctimas de la grave crisis resultante en materia de derechos humanos”./PUNTOporPUNTO
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