En teatros abandonados y colegios convertidos en refugios improvisados, miles de haitianos buscaron un lugar donde pasar la noche tras huir de la violencia. Michel Durand, que hasta que el caos de su país se cruzó en su camino, trabajaba como albañil, cuenta que lleva semanas durmiendo en el piso de un aula junto a su esposa y sus tres hijos. “Lo que tenemos ahora es un techo sobre nuestras cabezas, pero no sabemos qué comeremos mañana”, relata. Historias como la suya se repiten en numerosos rincones de la capital haitiana.
- En Puerto Príncipe, un grupo de familias desplazadas ocupa un antiguo teatro que había sido cerrado hace años. Los asientos se han convertido en camas y las cortinas sirven de separadores entre las familias. “La privacidad es un lujo que ya no tenemos”, explica Lucienne Toussaint, una madre soltera de 38 años, quien llegó con sus dos hijas tras escapar de los enfrentamientos en su barrio.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha confirmado que más de un millón de personas han sido desplazadas debido a la violencia en Haití. Estos movimientos internos aumentaron un 48% en un mes, según un informe reciente. Los haitianos enfrentan condiciones cada vez más precarias y muchos de ellos se han visto obligados a abandonar sus hogares en más de una ocasión.
- Jean-Michel Augustin, quien ahora duerme en un colegio en Arcahaie, lamenta la pérdida de su casa y su comunidad. “Lo más difícil es explicarles a mis hijos por qué no podemos volver. Todo lo que conocían quedó atrás”, dice. La situación es similar para muchas familias que buscan refugio temporal en espacios que no están equipados para alojar a tantas personas.
- La OIM ha identificado las causas principales del desplazamiento interno en Haití. La violencia armada incrementó durante el último trimestre de 2024. En muchas zonas del país, las pandillas han tomado el control de barrios enteros. Esto ha generado inseguridad generalizada y temor entre los residentes.
- Adeline Charles, de 47 años, una comerciante en Arcahaie, relata cómo su negocio fue saqueado antes de que ella huyera. “No tenía otra opción que dejar mi hogar para proteger a mis hijos”, cuenta. El colapso de los servicios públicos, como la salud y la educación, también contribuyó al desplazamiento.
El número de haitianos desplazados se triplicó en un año, pasando de 315.000 en diciembre de 2023 a más de un millón en 2024, según la OIM. En la región de Artibonite, en las zonas rurales periféricas de Puerto Príncipe, los desplazamientos se triplicaron en 2024, alcanzando a más de 84.000 personas.
La falta de respuesta inmediata de las autoridades ha exacerbado la situación. En algunas áreas, las fuerzas de seguridad no pueden contener los actos de violencia, y los habitantes buscan refugio en lugares considerados más seguros, aunque con recursos limitados.
Malas condiciones en los campamentos
El informe de la OIM destacó el crecimiento de los campamentos de desplazados internos. En diciembre de 2024, se registraron 142 en el país. La mayoría, en la región metropolitana de Puerto Príncipe y con condiciones que no garantizan el acceso a servicios esenciales.
En los campamentos, las familias viven en refugios improvisados, hechos de lonas plásticas y madera, con pisos de tierra que se inundan fácilmente durante las lluvias. La falta de agua potable ha obligado a muchos a buscar fuentes contaminadas, lo que el riesgo de enfermedades. Además, los niños han dejado de asistir a la escuela, explica Pierre Antoine, un profesor desplazado de 35 años. “Intentamos enseñar en espacios abiertos, pero no es suficiente”, afirma.
- Los campamentos actuales presentan condiciones mucho peores que las que había tras el terremoto de 2010. La Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos en Haití (RNDDH) ha reportado violencia, violaciones y peleas frecuentes en estos lugares. “Los espacios para bañarse casi no existen y su disposición presenta un peligro para las mujeres y niñas”, destaca la organización.
Las condiciones sanitarias también representan un riesgo significativo. Las letrinas improvisadas se desbordan y los desechos se acumulan cerca de las viviendas temporales, atrayendo insectos y roedores. Las enfermedades como el cólera y la diarrea se propagan entre los desplazados. Los grupos de ayuda enfrentan dificultades para proporcionar asistencia rápida debido a los bloqueos de carreteras y la inseguridad.
Impacto en mujeres y niños
El desplazamiento interno afecta principalmente a mujeres y niños. Las primeras representan el 55% del total de desplazados, mientras que los menores de edad conforman el 53%. Muchas mujeres asumen el rol de proveedoras en estas condiciones adversas.
Jacqueline Louis, una madre desplazada de 40 años, cuenta que, en el campamento, tiene que buscar agua todos los días y hacer fila por horas para recibir alimentos. La falta de seguridad en los campamentos también genera preocupación, especialmente para las mujeres.
- Para los niños, lo más duro son las interrupciones en su educación y el trauma. Algunos también se ven expuestos a trabajos forzados o reclutamiento por parte de las pandillas. “Los niños llevan la mayor carga del desplazamiento, representando más de la mitad de la población desplazada”, señala Amy Pope, directora de la OIM.
- Las familias reciben un apoyo insuficiente. Según testimonios, el dinero ofrecido para reubicarse, 50.000 gourdas haitianas (380 dólares), no es suficiente para garantizar un techo. La comunidad internacional cree que es necesaria mayor asistencia.
Este problema refleja la necesidad de soluciones sostenibles que incluyan seguridad, acceso a servicios esenciales y apoyo a los más vulnerables. Como enfatizó Jean-Joseph Pierre, un trabajador humanitario de 50 años, “lo que enfrentan estas familias es una crisis humanitaria que no se puede ignorar”.
Más del 60% de los desplazamientos forzosos se produjeron en 2023
De acuerdo con la OIM en su evaluación de los desplazamientos internos en Haití, que refleja la gravedad de la crisis actual. Desde diciembre de 2023, más de 310.000 personas se encuentran desplazadas internamente. De las personas desplazadas en Haití, más de la mitad se enfrentaban al desplazamiento en 2023, lo que ilustra el empeoramiento constante de la situación humanitaria y de seguridad, especialmente en la capital, Puerto Príncipe. Resulta preocupante que los niños y niñas representan un gran número de personas desplazadas.
- La evaluación utilizó la Matriz de Seguimiento del Desplazamiento (DTM por sus siglas en inglés) de la OIM y es conjunto con la Dirección General de Protección Civil de Haití (Direction générale de la Protection civile, DGPC). El ejercicio abarcó siete de los diez departamentos haitianos, tres departamentos más en comparación con noviembre de 2022, con el objetivo de cubrir los diez departamentos a finales de 2024. Los departamentos cubiertos en este informe son Artibonite, Centre, Grand’Anse, Nippes, Ouest, Sud, y Sud Est.
- La violencia que envuelve el área metropolitana de Puerto Príncipe es el resultado del conflicto entre pandillas, extorsión, secuestros y actos criminales más amplios. La extrema brutalidad a la que se enfrentan las personas haitianas agrava las profundas desigualdades, los altos niveles de privación de las necesidades humanas básicas y un entorno de seguridad fragmentado. El 94% de las personas desplazadas internamente en Haití proceden del departamento del Ouest, siendo la capital la principal fuente.
La evaluación de la OIM muestra que mujeres, niños, niñas y hombres se han visto obligados a abandonar sus hogares buscando refugio lejos de la violencia y la destrucción. Más de la mitad de ellos, 172.300, son niños y niñas, un grupo especialmente vulnerable. Ante las emergencias, los primeros en responder suelen ser las comunidades locales. Los datos muestran que fuera de la capital, las familias de acogida alojan a las personas desplazadas.
- Las cifras de la zona metropolitana de Puerto Príncipe dibujan un panorama diferente, ya que sólo el 45% de las personas desplazadas internamente son recibidas por comunidades de acogida, con una preocupante tendencia a la baja que demuestra el deterioro de la situación de toda la población, incluidas las familias de acogida y su capacidad para hacer frente a la situación.
«La tendencia a los desplazamientos forzosos pone de manifiesto el deterioro constante de la situación humanitaria y de seguridad. Aunque el personal humanitario sigue haciendo todo lo posible por prestar asistencia y apoyo para salvar vidas, la ayuda humanitaria no es la única solución. Se necesitan más inversiones en soluciones a largo plazo para reforzar los servicios estatales en todo el país», recordó Philippe Branchat, jefe de la OIM en Haití.
- Haití se enfrenta a una crisis multidimensional. El país no sólo se ve afectado regularmente por peligros naturales, como terremotos, tormentas e inundaciones, sino también por la violencia propagada por cientos de bandas, principalmente en el área metropolitana de Puerto Príncipe, pero que también se extiende por las provincias.
A pesar del deterioro de la situación de seguridad en la capital, la OIM y sus asociados, las autoridades y los dirigentes locales, siguen prestando asistencia donde más se necesita, contribuyendo a garantizar la protección de las personas más vulnerables que se desplazan, como las mujeres jóvenes, los niños y niñas, las personas adultas mayores y las personas con discapacidad.
La violencia en Haití recrudece a medida que las bandas ganan influencia
Las bandas en Haití causaron miles de muertes y el desplazamiento de más de un millón de personas el año pasado, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), lo que pone en evidencia las extremas consecuencias humanitarias de su creciente control sobre el país.
Al menos 5.601 personas fueron asesinadas en Haití el año pasado debido a la violencia de las bandas, un aumento de más de 1.000 respecto a 2023, según lo que informó la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) el 7 de enero. Otras 2.212 personas resultaron heridas y 1.494 fueron secuestradas.
- Además, más de un millón de personas han sido desplazadas en todo Haití, lo que supone un aumento del triple respecto a las 315.000 registradas en diciembre de 2023, según los datos publicados el 14 de enero por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
- Es probable que la situación continúe deteriorándose. El Consejo Presidencial de Transición (Conseil Présidentiel de Transition, CPT), encargado de organizar las elecciones, se enfrenta a escándalos de corrupción, y una misión multinacional de apoyo a la seguridad ha tenido dificultades en los enfrentamientos con grupos criminales.
Además, la ONU advirtió que la falta de financiamiento podría empeorar las condiciones humanitarias, especialmente porque Haití sigue recibiendo a personas deportadas de otros países.
Las bandas ganan legitimidad política
Las bandas controlan en la actualidad más del 85% de Puerto Príncipe y las zonas aledañas a la capital, según las últimas estimaciones de la ONU, lo que hace cada vez más difícil poder excluirlas del diálogo político a pesar de la resistencia casi universal a legitimar su papel.
- Este panorama sombrío se ve acentuado por la crisis actual en el seno del CPT de Haití, encargado de gobernar el país y organizar las elecciones antes de que finalice su mandato en febrero de 2026. Desde que asumió el poder en abril de 2024, el CPT se ha enfrentado a una agitación creciente, que incluye la destitución del primer ministro interino Gary Conille en noviembre y un reciente escándalo de soborno bancario en el que están implicados tres miembros.
- Los escándalos impulsaron los llamamientos a la reforma. A principios de este mes, varios partidos políticos y coaliciones clave presentaron una propuesta a la Comunidad del Caribe (CARICOM) en la que abogaban por cambios en el TPC.
La propuesta presentada a la CARICOM hacía referencia a Viv Ansanm, la coalición de bandas más poderosa de Haití, señalando que, aunque el grupo no firmó el acuerdo político de abril por el que se establecía el gobierno de transición, apoya al menos una propuesta para reestructurar el consejo.
La mención de Viv Ansanm, liderada por el conocido jefe de la banda Jimmy Chérizier, alias “Barbecue”, no sorprende, ya que los vínculos entre entidades políticas como el Partido Haitiano Tèt Kale (PHTK) y las poderosas bandas se han puesto de manifiesto anteriormente. Pero el reconocimiento de la influencia de las bandas en una carta oficial evidencia el alcance del gobierno criminal establecido por la coalición de bandas en Haití y su posible papel en futuras negociaciones políticas.
“Debemos poner fin a esta hipocresía. Existe un fenómeno de grupos armados ilegales en el país, y debemos, como adultos y pragmáticos, resolver este problema”, dijo Liné Balthazar, presidente del PHTK y líder del Colectivo de Partidos Políticos del 30 de enero, al admitir en la emisora de radio haitiana Magik9 que Viv Ansanm participa en debates junto a importantes actores políticos./Agencias-PUNTOporPUNTO