Redacción
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) eximió al Gobierno de la Ciudad de México de toda responsabilidad sobre el operativo que se llevó a cabo el 20 de noviembre de 2014, en donde manifestantes pacíficos fueron desalojados por la fuerza del Zócalo capitalino, y avaló, en su recomendación 17/2015, que agentes encubiertos del gobierno se infiltren en manifestaciones ciudadanas.
La titular de la CDHDF, Perla Gómez, en su recomendación 16/2015 determinó que las autoridades capitalinas no participaron en abusos contra ciudadanos indefensos, ya que, según la versión de la ombudsman, el desalojo violento del Zócalo fue efectuado por policías federales.
Sin embargo, esta versión no coincide con los videos y fotografías que distintos medios de comunicación, manifestantes y ciudadanos tomaron, y en los cuales se observa al Cuerpo de Granaderos del DF y a la Policía Auxiliar de la Ciudad de México cometiendo diversas agresiones contra la ciudadanía.
Las imágenes recabadas también prueba la participación de la Secretaría de Obras del DF, la cual consistió en apagar las luces del Zócalo y de calles aledañas.
El 20 de noviembre de 2014se llevó a cabo Cuarta Jornada de Acción Global por Ayotzinapa, y en la cual participaron estudiantes, obreros, oficinistas, colectivos civiles, indígenas e incluso familiar enteras.
Durante la manifestación se dio lugar una riña entre un pequeño grupo y los guardias que custodiaban el Palacio Nacional, lo que originó un operativo policial que en pocos minutos desalojó de la plaza, no sólo a grupo agresor, sino a todos los manifestantes presentes.
Durante la represión también fueron atacados clientes y empleados de algunos restaurantes del Centro Histórico, como lo denunciaron 15 clientes de los restaurantes Salón Corona y Marrakesh, en una carta firmada y video dirigidos a la ombudsman Perla Gómez.
La denuncia fue formalizada personalmente por las víctimas el 27 de noviembre de 2014 ante la CDHDF, la cual se inscribió en un acta circunstanciada, sin embargo, fue ignorada por la Comisión, además que la carta de los comensales y el video no se incluyeron en el anexo de evidencias.