“The Golden Life” (La vida dorada). Ese es el nombre del blog personal de Mario Sierra Moncada, difundido como “el estilo de vida extravagante de un jetsetter”. Y esa es la vida del hijo del General Roberto Sierra.
El hijo del militar exhibe en su blog y sus redes sociales un centenar de fotografías con un lujoso tren de vida, de viajes en jets y fastuosos yates alrededor del mundo y compras de marcas de alta costura internacional.
“Bienvenidos a blog, es una fuente de información donde podrás encontrar los mejores planes de entretenimiento sobre Spas, restaurantes, moda, viajes, antros, belleza, coches, accesorios en la ciudad de México y en muchos destinos turísticos alrededor del mundo, aquí también podrás enterarte de las creaciones más espectaculares que existen en el mundo sobre este peculiar estilo de vida”, dice de entrada en su presentación en la página web.
- El blogger ofrece además la ubicación de sus fotos: el Estado Mayor Presidencial, el Poder Ejecutivo de los Estados Unidos Mexicanos, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA). Y decenas de ciudades alrededor del mundo, por donde viaja.
- También incluye fotos con su papá, el General Roberto Sierra, “el mejor y más correcto General de la nación”, dice; y hay una foto con el Presidente Enrique Peña Nieto, otra con el Secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos; o con la ex Primera Dama, Martha Sahagún; o con empresarios como Carlos Slim, cantantes como Alejandro Fernández, actrices de Televisa, como Angelique Boyer, o la entrepreneur Paris Hilton.
- En una de las fotos él se presume a bordo del polémico avión presidencial. El GPS en su celular marca: “Hangar Presidencial”. El vocero de Presidencia de la República, Eduardo Sánchez, respondió a la nota de SinEmbargo. Sólo dice: “Esta persona nunca viajó en el avión presidencial. Como es sabido, cualquier usuario de FB puede colocar una ubicación ficticia en cualquiera de sus publicaciones”.
Los lujos y la política
En la colección del hijo del General sobresale la foto con Enrique Peña Nieto. Pero igual son importantes esas en donde está su padre en las instalaciones de la Defensa Nacional
- Con lujo de detalles, Mario Sierra Moncada exhibe su devenir cotidiano en imágenes de suntuosos hoteles o viviendas. Anuncia, por ejemplo, un domingo de cine en una sala “Home Theater” de su residencia; sus tratamientos de masaje o pedicura en los mejores lugares.
- Y, sobre todo, sus compras en las costosas tiendas de Louis Vuitton, Gucci, Christian Dior, Karl Lagerfeld, Yves Saint Laurent, Ferragamo, Versace, Prada, Fendi, Hermès, Chanel, Armani, Dolce & Gabbana, etcétera.
“Sobre mi compra privada de anoche en Luis Vuitton… no puedo esperar para usar todos mis nuevos outfits”, escribe, y en la foto muestra una decena de bolsas de ésa casa de moda de alta costura francesa, con una copa de champan y un pequeño bolso.
- Con su padre hay media docena de fotos, algunas al lado de un helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana, otras desayunando con la ubicación del Estado Mayor Presidencial y la leyenda: “Desayunando con el general. LoveU daddy”. Presume, además, sus “hijos”: caballos dentro del Estado Mayor Presidencial.
El pasado 22 de junio subió una foto a su cuenta de Twitter desde la ubicación del Hangar Presidencial: “Vuelo en el avión presidencial. Poder Ejecutivo de los Estados Unidos Mexicanos”.
La foto fue retomada ayer por el profesor Simon Levy, titular de la Agencia de Promoción de Inversiones y Desarrollo de la Ciudad de México: “Cuando votes este domingo, acuerdate de esta realidad: recuerda por qué el avión presidencial pasea a hijos de militares; recuerda que hijos de militares compran en Louis Vuitton. Esa es su realidad. ¿La tuya, la dejas o te atreves a cambiarla?”, escribió, mostrando tres fotos del blogger.
Hasta la madrugada, las cuentas en las redes sociales del hijo del General seguían activas, aunque con menos fotos, ya que fueron borradas algunas. Sin embargo, el día de hoy borró todas sus fotos de Facebook, cerró sus cuentas de Instagram y Twitter y eliminó su blog./ CON INFORMACIÓN DE SIN EMBARGO