Anaiz Zamora Márquez/CIMACNOTICIAS.COM.MX
Siete de cada mil jóvenes estadounidenses entre 18 y 24 años de edad han sido víctimas de violación o agresión sexual, menos del 30 por ciento de ellas denunció ante la policía, y menos del 18 por ciento recibió atención especial tras el ataque.
Lo anterior según el reporte especial “Violación y agresión sexual, victimización de jóvenes en edad escolar”, del Departamento de Justicia del Estados Unidos, y que analiza la información del Buró de Estadísticas en Justicia y la Encuesta Nacional de Crimen y Victimización.
De 1995 a 2013, de acuerdo con el documento disponible en inglés, las mujeres de entre 18 y 24 años representan el más alto porcentaje de víctimas de violación y agresión sexual, que las estadounidenses de otros rangos de edad.
Dentro de ese rango de edad se divide a las jóvenes en dos grandes categorías: estudiantes (matriculadas a algún colegio o universidad) y no estudiantes, ya que entre ellas hay diferencias respecto a los lugares donde fueron atacadas, el porcentaje de quienes deciden denunciar y las razones por las que no lo hicieron.
Se encontró que la tasa de violación y agresión sexual fue ligeramente más alta para jóvenes no estudiantes con 7.6 agresiones por cada mil jóvenes, que para estudiantes, cuya tasa fue de 6.1 por cada mil.
Tanto para estudiantes y no estudiantes, alrededor del 80 por ciento de los agresores eran personas que ellas conocían previamente.
No obstante, las estudiantes son más propensas a ser agredidas mientras se encuentran fuera de su casa o se trasladan a la escuela, ya que 51 por ciento de los delitos cometidos en su contra fueron perpetrados mientras ellas realizaban acciones de ocio, en contraste con las agresiones sufridas por las estadounidenses no estudiantes, quienes en 50 por ciento de los casos fueron atacadas en sus hogares.
Hay una alta incidencia de delitos que no son denunciados. Apenas el 20 por ciento fueron reportados a la policía, mientras que el 32 por ciento de las agresiones sufridas por no estudiantes fueron reportados.
Alrededor de una cuarta parte de las jóvenes (26 por ciento de las estudiantes y 23 por ciento de las no estudiantes) no reportaron el incidente, porque lo consideraron como un asunto personal y una de cada cinco (20 por ciento) no lo hizo por temor a represalias.
Finalmente en el informe se advierte que apenas 16 por ciento de las víctimas estudiantes y el 18 por ciento de las que no iban a la escuela recibieron asistencia de personal especializado.
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